1- LA PARADOJA DE LA NEGROPLOTACIÓN FANTATERRORÍFICA
Dentro del maravilloso mundo de las blaxploitations hay un subgrupo que siempre me ha fascinado: las blaxploitation adscritas el género del terror fantástico. El cine pOp fabricado para consumo del espectador afroamericano tiene un origen urbano y, en un principio, realista. Es decir, serán thrillers de acción cada vez más inverosímiles, sí, pero ahí está el ghetto, las pistolas y Harlem. Recuerden esa maravilla que es Superfly. Entonces... ¿a qué responde la existencia de películas como Blácula y su secuela, Blackenstein, Dr Black and Mister Hyde, Abby o el título que hoy nos ocupa, Sugar Hill? Bueno, ahí es donde la parte exploitation del género alcanza su máxima pureza desde el punto de vista del pOp de derribo. El razonamiento explotador siempre es diáfano por mucha maniobra engañabobos que utilice. Si las películas de serie bé protagonizadas por negros dan beneficios y si las películas de terror de bajo presupuesto casi siempre atraen al público suficiente para hacerlas rentables... tan sólo hay que sumar dos y dos: las películas de terror protagonizadas por negros darán el doble de beneficios. Obviamente, no fue así. Excepto Blácula, el resto de títulos de la blaxploitation fantaterrorífica viven en el limbo del cine olvidado porque... coño... quien coño va a mirarse una película que se llama Blackenstein.
2 - EL INVITADO AUSENTE
Estos felices días en los que Lo Zombi cobra reforzadas fuerzas (gracias a los invisibles secuaces de Al Qaeda, que predisponen para el apocalipsis con violencia gratuita a los espectadores de la Sociedad Borderline) me han parecido idóneos para recuperar la única blaxploitation con zombis. Pero no se me emocionen. Sugar Hill no nos presenta a Jim Brown y Pam Grier armados hasta los dientes haciendo frente a una horda de muertos vivientes. No. En 1974 la indutria aún no ha digerido la modernización del zombi y, por otro lado, es lógico que se acude antes al vudú teniendo en cuante su origen: ritos tribales africanos que viajaron con los esclavos y se mezclaron con el cristianismo en su faceta más viral. Sí, amigos, la Zombie Party en la que andamos metidos este verano no estaría completa sin la madre del cordero, sin el zombie clásico que convive con extremidades de gallo disecadas y muñecas vudú.
3 - LA SINÓPSIS (esa convención crítica que tanto palo me da redactar)
Sugar Hill propone una historia clásica y su desarrollo es pura matemática. Sugar Hill es como se llama la protagonista, una fotógrafa de moda que tiene un novio. El novio tiene una boite en el que se hacen espectáculos vudú para turistas. La boite es un éxito, tanto que la Mafia local presiona a su propietario para que se la venda. Como la cosa no va por buen camino lo matan a hostias. Sugar Hill se convierte en la nueva propietaria, y mientras juega con el jefe de los mafiosos a la negociación y la seducción (despertando los celos de Celeste, la querida de éste) el deseo de venganza la domina por completo. Contacta con la hechicera Mama Maitresse y reclaman al mismísimo Barón Samedi (el loa de la muerte del vudú), que entre risotadas aceptará colaborar activamente en la venganza y pondrá a su disposición una docena de cadáveres andantes de antiguos esclavos. A partir de aquí, la matemática pura antes mentada: las fuerzas del vudú con Sugar Hill al frente van liquidando mafiosos de uno en uno y de menos a más en el escalafón gangsteril mientras un inspector de policía no acaba de creerse las pistas que revelan el componente sobrenatural del asunto.
4 - EL ARGUMENTO UNIVERSAL
La venganza, elemento clave en el 50% del cine de bajo presupuestos y bajos instintos. de hecho, la película no es otra cosa que un remake en clave vudú de uno de los grandes éxitos de la blaxploitation, Foxy Brown, pero diluyendo el empaque de aquella al sustituir violación por asesinato del ser querido y a Pam Grier por la no menos guapa pero peor actriz Marky Bey.
5 - EL ELEMENTO RACIAL
Uno de los leit motiv no demasiados subterráneos de la blaxploitation fue llevar a los terrenos de la cultura pop la crispación de los ghettos negros estadounidenses. Si en la realidad había black riots y Panteras Negras, en el universo de la ficción de derribo encontrábamos héroes y heroínas de color moralmente ambiguos que luchaban contra el Poder Blanco, a menudo representado en delincuencia organizada y políticos corruptos. El malo, casi siempre, es blanco, algo lógico si se quería canalizar el conflicto de la calle hacia la taquilla del cine. Lo mismo sucede aquí. Si la presencia del vudú no es suficiente como contenido racial, tenemos a un jefe malo blanco, una banda de mafiosos blancos (con una excepción que luego comento) y una querida del malo que es tan putita como racista. Por su parte, la protagonista vengativa también deja ver cierto desprecio hacia los blancos y, por supuesto, no devemos olvidar a los zombis, que como he dicho son esclavos resucitados. La presencia del grillete oxidado se remarca en algunos momentos del filme.
6 - GALERÍA VISUAL DE PERSONAJES
6.1 La heroína guapa y amoral
Sugar Hill: vengativa, cruel, coqueta. Profesionalmente relacionada con el mundo de la moda, durante la primera media hora de película cambia constantemente de vestuario. Cuando adquiere su rol de justiciera vudú, el color blanco se convierte en su uniforme.
6.2 La víctima
El empresario del sector servicios novio de Sugar Hill. Se pone chuleta con los mafiosos y pasa lo que pasa.
6.3 El Malo
Interpretado por Robert Quarry, los aficionados al vampirismo fílmico le recordarán como el Conde Yorga. Obviamente es un malo muy malo que dirige a la mafia local desde el sofá de su mansión. En realidad no se entera de nada.
6.4. La Putita del Malo
Celeste. Al servicio de su amo. Posesiva amante y criada entregada. Aquí la tienen descorchando el cava, en una instantánea que oculta evidentes simbologías fálicas.
6.5. "Fabuloso" y el resto de mafiosos
La banda de mafiosos está compuesta por blancos, casi todos rostros italoamericanos que suena a mil series bé. Pero de entre ellos destaca "Fabuloso", el lugarteniente negro. El vendido al poder blanco. Y, por supuesto, un chuloputas de exquisito vestiario funk.
6.6 El Poli
Investiga el caso y se intuye una antigua relación amorosa con la protagonista. Es el personaje moral del cuento, pero no nos engañemos, es un polizonte, un piés planos y, a su manera, también está al servicio del poder blanco. Esto le implica un escepticismo ante la existencia del vudú. Narrativamente también cumple la función del personaje que visita bibliotecas y expertos para informarse a sí mismo y de paso al público despistado que no sepa de qué va esto de los loas y la magia negra. Suyos son algunos de los más disfrutables diálogos del filme.
6.7. La hechicera
Poco que decir. Umbamba. Umbamba.
6.8 El Barón Samedi
Interpretado de manera histriónica y sobreactuda, pero claro, supongo que debe ser así. Me hace mucha gracia que se implica como colaborador activo en la venganza, por lo que incluso se disfrazará de taxista u obrero de la construcción.
6.8 Los Zombis
Estéticamente, uno de los aciertos del filme pese a su modestia. Recubiertos de moho y telas de araña y con unas simples lentillas doradas adquieren una más que competente presencia sobrenatural.
7. TÓPICOS VUDÚ
El repertorio resulta bastante completo: exóticas danzas tribales, muñecas a las que clavar agujas, control mental de la víctima, patas de gallo disecadas, sacrificio de gallinas, corazones envueltos de regalo, resucitados bajo control...
8. LA BANDA SONORA
Elemento indispensable y de necesaria mención en toda blaxploitation. El magnífico tema central, Supernatural Voodoo Woman, corre a cargo del combo de la Motown the Originals. Respecto a la banda sonora propiamente dicha, el carácter del filme aparta el habitual thriller funk instrumental por un aceptable festival de percusiones tribales.
9. TÓPICO BLAXPLOITATION INEXCUSABLE NÚMERO 23
La pelea de hembras. Sugar Hill contra Celeste. Golpes bajos, estiradas de cabello, revolcones, desgarros de ropa, insultos interraciales y botellas rotas como arma blanca.
10. LA ESCENA
Extremidad de de gallo disecada ataca a mafioso. Lamentablemente, y tras varias pruebas, el tutubo no sincroniza bien el audio, pero como no hay casi diálogo resulta igual de disfrutable.
11. LA FRASE
"Cerdos muertos de hambre, espero que os guste la basura blanca"La exclama Sugar Hill mientras juguetea con unos grilletes, tras arrojar a uno de los mafiosos a un grupo de cerdos hambrientos.
12 - LA CURIOSIDAD
Sugar Hill no se estrenó en España en su momento, pero fue recuperada vía fiebre del videoclub a mediados de los 80. A los distribuidores no debía convercerles el look setentero del producto, por lo que la carátula remitía directamente a la saga apócrifa de Dan O'Bannon, El regreso de los Muertes Vivientes. Para mayor confusión con su secuela, La venganza de los Muertos Vivientes, se retituló como La Venganza de Los Zombis y se acudió a la célebre frase de Zombi.
13 - EL HECHO DIFERENCIAL
Ojo porque desvelo el final, pero creo que es un elemento al que debo hacer referencia. Tradicionalmente, el pacto con la magia negra y lo sobrenatural se cobra un precio, normalmente el alma del contratante. Aquí no sucede. Tras cobrarse venganza, el Barón Samedi se lleva un premio, sí, pero no es el alma de Sugar Hill, que se queda tan campante, vivita y coleando, en el reino de los vivos. A esta extraña ruptura de la norma hay que sumar que, por una vez, el crimen sale a cuenta. Sugar Hill mata, asesina e incluso ataca a las fuerzas del orden establecido sin que nadie le pase factura.
14 - LAS CONCLUSIONES AUSENTES
Obviamente, Sugar Hill está lejos de ser una gran película y no va más allá de su propia peculiaridad. Al fin y al cabo es un subproducto industrial de la AIP. Su director, Paul Maslansky, no repitió tras la cámara y se pasó a la producción (ganando sus buenos billetes con la saga de la Loca Academia de Policia). Defraudará a quién busque en ella lo que no es pero resulta de visión entretenida, tiene un impagable aire de terror setentero (cercano al tono de los cuentos de la Amicus), la honestidad del cuento de terror clásico y acumula tal cantidad de tópicos estéticos y genéricos que la convierten en un producto entrañable y simpático.
15 - ANEXO FASHION
Policia negro de peinado afro y bigote funk viste bonita camisa blanca a topos negros y corbata granate.
La hermosa protagonista viste blusa de cuello alto con geométricos y policromos estampados pop de tonos mates.
Conjunto lila compuesto de blusa con cremellera escotada y ceñidos pantalanes de cintura alta.
Muy escotado y provocador vestido de vivo color naranja. Destaca como la protagonista, fotógrafa profesional, agarra la cámara por el objetivo mientras coquetea con el agente de policia.
"Fabuloso" viste americana estampada con rectangulos que proponen una atrveida gama de azules (eléctricos, marinos, oscuros). Camisa blanca, corbata de conjunción algo extrema y remarca su look de chuloputas con un bonito sombrero de ala ancha decorado con una curvada pluma grana.
1 comentario:
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