12.4.05
¡“FATTY” ARBUCKLE INOCENTE!
Un cómico en el banquillo de los acusados
La sección de festejos y aniversarios de este blog ausente ha estado casi siempre centrada en la felicidad del cumpleaños. Hoy, doce de abril, se cumplen 83 años de la absolución de Roscoe “Fatty” Arbuckle, quien en tercer juicio (los dos anteriores fueron declarados nulos) fue declarado por el jurado como Not Guilty, o lo que es lo mismo, inocente.
Lo cierto es que he empezado la historia por el final. “Fatty” Arbuckle, un orondo y dicharachero lampista, fue descubierto por Mark Sennett, el rey de la comedia splastick hollywoodiense. Su carrera como actor fue bastante meteórica y en 1917 firmaba su primer gran contrato con la Paramount. A partir de aquí fama, dinero, coches, chicas (muchas chicas) y alcohol (mucho alcohol, y eran tiempos de la Ley Seca). En 1921 renovaba de manera millonaria su contrato con la Paramount, y para celebrarlo nada mejor que irse de fiesta varios días a San Francisco.
Tres grandes y lujosas suites del Hotel St. Francis fueron reservadas para montar una tremebunda orgía de sexo, alcohol y charlestón. Entre las muchas chicas presentes, la mayoría recogidas de las largas filas de aspirantes a actriz dispuestas a todo que se apelotonaban a las puertas de Hollywood, se encontraba Virgina Rappe. Su apellido no podía ser más premonitorio y lo de Virginia... bueno, los testigos que declararon en el juicio dejaron claro que de virginal poco, muy poco. En el momento álgido de la fiesta Fatty y Virginia se encerraron en una habitación. Un rato más tarde él saldría maldiciendo a la muchacha y ella... en coma, y no etílico. Fallecería cinco días más tarde. ¿La causa? Peritonitis, al parecer provocada por un extrema y violenta penetración de su vagina.
El lugar de los hechos en la actualidad y la ¿víctima?
El cómico fue acusado de homicidio en primer grado por “presiones externas” y la prensa, que empezaba a enfocar la industria de los sueños y sus estrellas como una máquina de generar escándalos y aumentar ventas, destacaba las palabras violación y asesinato en los titulares y especulaba con el tamaño del pene de “Fatty”, con el exceso de su peso sobre el cuerpo de la muchacha y, sobre todo, con una botella de licor que jamás fue encontrada. Las películas protagonizadas fueron fueron retiradas de las salas, el fiscal declaró haber sido objeto de soborno por parte de los mandamases de la Paramount, los abogados lograron pasar la acusación a homicidio involuntario y los dos primeros juicios fueron declarados nulos.
La botella como extensión de un ser humano
En el tercero, el 12 de abril de 1922, a Roscoe “Fatty” Arbuckle le declaraban inocente, pero no volvió a protagonizar ninguna película y, de hecho, sus apariciones como secundario fueron más bien escasas. El 28 de junio de 1933, convertido en un desecho humano, moría arruinado y alcoholizado. Fue el protagonista del primer gran escándalo de la fábrica de sueños. Hollywood empezaba a hacer público que bajo sus letras se enterraban miserias y cadáveres, especialmente de jovencitas ansiosas de fama. Y Will H. Hays se frotaba las manos
Nota: todos los datos están sacados del Hollywood Babilonia de Kenneth Anger (Tusquets, 1985), aunque en Crimelibrery también se detalla bastante el asunto. Sobre la figura de “Fatty” Arburckle, su biografía y fotos, que vistas ahora desprenden cierto atractivo decadente, pueden visitar Arbucklemania.
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