Una de las películas de las que más se había hablado con anterioridad. Primero expectación cuando se supo que incluía un desnudo integral de Scarlett Johansson. Después, cuando una imagen de esta corrió por las redes sociales generando una estúpida polémica, de patio de vecinos, sobre las bondades de su cuerpo. Finalmente, ya entrados en materia fílmica, como se trata de una película rarita pasa lo habitual: decepción para muchos, bastante crítica airada y algunos, pero menos, defensores a ultranza. En este reparto de opiniones yo me sitúo en la equidistancia, y mira que odio es zona de nadie. Me gusta la banda sonora, la belleza de algunas imágenes, y el encuentro con el hombre deforme me mete dentro de la historia, pero aún así, me obliga a vencer su tedio y parsimonia narrativa, y al hacerlo le veo planos que sólo buscan alargar el metraje porque la historia, en realidad, no da para sus casi dos horas.
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