11.12.11

WE WANT THE AIRWAVES

Toca enlazar los audios de las últimas semanas del espacio dedicado al cómic del Cabaret Elèctric. En esta ocasión se trata de dos entrevistas. La primera al divulgador y coleccionista Jordi Riera Pujal sobre su catálogo El còmic en català, editado por Glénat, y la segunda al autor italiano afincado en Barcelona Claudio Stassi, que nos presenta Por eso me llamo Giovanni, una novela gráfica centrada en la figura del Juez Falcone, asesinado por la Mafia hace ahora veinte años. Edita Norma.

30 de noviembre de 2011: Jordi Riera y su catálogo El Comic en català (Glénat)
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Jordi Riera, coleccionista y divulgador inquieto, como demuestran su blog o su colaboración en Comicat, es el responsable de un exhaustivo trabajo de catalogación de todo el cómic editado en catalán tras la Guerra Civil y hasta la actualidad (que cuenta también con una versión online más modesta). El libro, profusamente ilustrado, me llevó a gastarme algunos euros buscando cosas en segunda mano. Esto es así. En concreto ejemplares de La patrulla dels Castors en su edición a cargo de Anxaneta. Yo es que soy muy fan de Charlier, guionista de Blueberry o de Barbarroja, y lo editado en España de esta estupenda serie está sólo en catalán (excepto un par de álbumes que sacó Novaro). No es una rareza, ya que la escuela franco-belga juvenil tuvo una gran tradición editorial en catalán, seguramente por la enorme influencia del semanario Cavall Fort, que estos días cumple su cincuenta aniversario.

Mi relación con Cavall Fort como lector siempre fue ambigua por pura envidia. La revista, plagada de historietas procedentes del semanario Spirou, sólo podía adquirirse mediante suscripción, algo a lo que mi familia se negaba en redondo. Así que yo, lector de Strong (que se nutría de los mismos contenidos) cuyos primeros tebeos franco-belgas fueron Z contra Zorglub y Umpapah y los piratas (en ediciones de Jaimes Libros de finales de los 60 que aún conservo) veía con envidia a los afortunados suscriptores de esa revista que publicaba la obra de Peyo o Franquin. De hecho, la suscripción revela hoy un problema: el quiosco nunca fue territorio para el cómic en catalán y una prueba se hace evidente hojeando el catálogo realizado por Jordi Riera: uno ve los clásicos franco-belgas, mangas y novelas gráficas, pero los superhéroes de grapa brillan por su ausencia.



7 de diciembre de 2011: Claudio Stassi y Por eso me llamo Giovanni (Norma)
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Vaya por delante que Claudio Stassi es un tipo simpatiquísimo que me cae la mar de bien. Dicho eso, y recomendando el audio enlazado porque salió interesante, comentar que Por eso me llamo Giovanni adapta un libro homónimo en el que se explica la historia del juez Falcone, que lucho desde la ley contra la Mafia y que por eso murió en un tremendo atentado hace ya veinte años. Es, por tanto, una novela gráfica con tema, no una historia de ficción, aunque no se limita a ser tan sólo una biografía al uso, ya que el relato se construye a partir de otro, el de un padre que explica a su hijo qué es la Mafia y quién fue Falcone. Esto dota la lectura de un estupendo ánimo divulgativo sin que se resienta la pasión volcada en el relato, cosa que es de agradecer y alabar, aunque por otro lado planteó, sin duda, a su autor un tremendo reto: construir gráficamente un relato donde el eje es una larga conversación entre dos personas. Sepan que sale bien librado. El libro ofrece otra lectura: la historia de los héroes de verdad, y para ello juega en diversas ocasiones con el contraste con un héroe de la ficción: Spider-man.

Durante la entrevista radiofónica Claudio nos explico su relación con Maria Falcone, hermana del juez y presidenta de la fundación que lleva su nombre, así como los problemas que supuso su implicación como narrador con la historia del juez Falcone. Su primera visita a Barcelona, por ejemplo, fue un maniobra para escapar del desasosiego que le causaba dibujar la parte final de esta novela gráfica; por mucho que ya contara con la experiencia previa de Brancaccio, otro cómic sobre la Mafia (desde un punto de vista cotidiano), no hay que olvidar que Claudio es de Palermo.

Durante la lectura tuve una sincronía. Es curioso como por azar en un breve margen de tiempo uno lee cosas que se relacionan entre sí. La parte final de la autobiografía Hoy es el último día del resto de tu vida de Ulli Lust se sitúa en una Palermo en la que los jefes de la Mafia se encierran en mansiones por miedo a las redadas judiciales. Es la misma Palermo de los 80s en la que Falcone golpeaba a la cúpula de la cosa nostra, el corazón de la alcachofa.

1 comentario:

G. Lagaffe dijo...

<span>Eeeeh, yo coleccionaba Spirou en castellano y lo compraba en quioscos cuando tenía dinero. Debemos de ser de otra época o así...
</span>