SEÑORES DEL M.A.L. y TERRORISMO INTERNACIONAL

Es evidente que el éxito de El Caballero Oscuro en las salas estadounidenses va vinculado a la figura del Joker. Morbo necrófilo al margen, es interesante el poder de fascinación que ha despertado un villano caótico en un país que desde el 11-S vive sumido en el caos político y económico, no sólo por el atentado a las Torres sino también por la pésima gestión del que es ya considerado por sus propios compatriotas como el peor presidente de los últimos 50 años. Es por esta connotación sociopolítica que interesa recuperar las siguientes viñetas, pertenecientes a la saga Una Muerte en la familia (diciembre de 1988), una de las aventuras más exitosas y mediáticas de las protagonizadas por Batman en las últimas décadas (y mira tú, también con elemento necrófilo de por medio).

Veamos, en el tramo final de la saga el Joker es abordado por unos agentes secretos muy especiales:

El Joker exclama "Glup".
¿Quién es capaz de causar tanta sorpresa y congojo en un archivillano como él?

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¡El mismísimo Ayatolah Khomeini!, auténtica encarnación del M.A.L. en su papel de Líder Supremo de la República Islámica de Irán de 1979 hasta su muerte, medio año más tarde a esta aparición pOp. En su carácter de villano internacional no hay que olvidar los 444 días que duró la crisis de los rehenes (dos por ciertos: uno, se llevó por delante a un presidente como Carter; dos, no está de más recordar la Mascarada en Oriente Medio). Tampoco la larga guerra irano-iraquí, que fortaleció el régimen de los ayatollahs (por puro nacionalismo, muy bien explicado en el Persépolis de Satrapi) mientras los EEUU armaban a Saddam Hussein para hacer la guerra indirecta (y estoy resumiendo, que el tema tuvo jugosas ramificaciones que recomiendo repasar). Como ven, el presente se explica con el pasado y expande ramificaciones pOp. A lo que iba, la encarnación del M.A.L. de hace veinte años (mucho menos fantasmal que Bin Laden) tenía una misión para el Joker...


Ni más ni menos que convertirlo en el nuevo embajador de Irán en las Naciones Unidas. El M.A.L. se alía y el villano recibe el estatus de diplomático intocable, cosa que como ven jode lo suyo a Superman y Batman. Es buen momento para apuntar que supone el regreso del Joker a suelo americano tras haber asesinado a Robin, el adolescente que suele acompañar al Hombre Murciélago (en concreto se ha cargado al segundo Robin de una cronología formada, hasta ahora, por tres). De eso va, precisamente, la saga Una Muerte en la familia, por lo que la alianza entre el Joker y los fundamentalistas islámicos resulta, contextualmente, mucho más dramática: ambos estaban en la cúspide de Lo Más Peor.

Dos detalles más que no hay que olvidar:
1 - A Robin lo han asesinado, en realidad, los lectores. De ahí que considere esta saga como necrófila y mediática: una encuesta popular decidió cual sería el final del Chico Maravilla.
2 -No está de más destacar el nuevo escenario de toda esta historia: la hoy olvidada y desacreditada ONU.

Leámos con atención el discurso del Joker en la Asamblea General:

¡Les une la locura! (la referencia al pescado no la pillo, por cierto).

Obviamente, la alianza entre un régimen del M.A.L. y un archivillano de tebeo no podía llevar buenas intenciones. El plan Irán-Joker no es otro que la aniquilación de todos los asamblearios allí reunidos. Un acto de terrorismo contra el mundo, a gran escala y con armas químicas (ya saben el veneno del Joker que te deja sonrientemente muerto) en el centro del Orden Mundial. La aniquilación de la ONU. No deja de ser curioso que la puntilla a la Organización de las Naciones Unidas la diera, veinte años más tarde, el hijo del vicepresidente del Irangate acusando a su antiguo aliado contra el M.A.L de no haber consumido todas las armas de destrucción masiva que le había vendido veinte años antes. ¿Entienden ahora la fascinación despertada por el Joker fílmico?