8.3.08

LUCES Y SOMBRAS DEL KRAKOVIA SOUND

A principios de la década de los 70 el funk y la disco music irrumpieron con fuerza en una Polonia oprimida por la dictadura comunista. Ritmos de occidente que, aunque tenían como principal vía de entrada los puertos de la costa Báltica, explotaron en forma de humilde movimiento musical en las ciudades del interior, concretamente en la bulliciosa Krakovia, dando lugar al hoy célebre Sonido Krakovia. El Krakovia Zdrowy, como se conoció popularmente, fue una revolución lúdica de breve recorrido pero jugosos resultados. Música de baile de raíz negroide contaminada con folk polaco, uso de sintetizadores caseros, letras mayormente en inglés, versiones y plagios, una pizca de nacionalismo, el común catolicismo de muchos de sus componentes y la carencia de chicas en los grupos fueron sus principales características. El régimen comunista hizo, más o menos, la vista gorda, una actitud que acabó por perjudicar a las bandas. A finales de los 70 el movimiento sindical independiente consideraba una verguenza nacional la existencia de estos combos festivos y el político en la clandestinidad Aleksander Hall afirmaba que eran opio popular promovido por el Soviet Supremo. La mayoría de los grupos se disuelven y la historia corre un tupido velo sobre su existencia. Sólo ahora, 30 décadas más tarde, algunos coleccionistas de vinilo polacos y, sobre todo, alemanes, reivindican el Krakovia Zdrowy. A continuación, el Blog Ausente rinde tributo a algunos de los grupos más importantes de funk polaco.

The Gert Jonnys. Liderados por el orondo cantante Grzegorz Rokita, seria injusto no destacar la presencia de los Hermanos Stuhr, Jerzy y Zvi, guitarra y bajo respectivamente. The Gert Jonnys representan la faceta más gospel del movimiento, cosa lógica si tenemos en cuenta que el grupo se forma al amparo del movimiento juvenil católico de la ciudad. La mayoría de niños nacidos en la zona el verano de 1975 se consideran hijos de la balada I Love Marysienka, y son los únicos que triunfan con una canción en polaco: Podczas pewien dziewczyna powiedzieć nazywam się (Cuando una chica dice mi nombre). El tono excesivamente meloso hace que muchos los consideren ajenos al Sonido Krakovia, y lo cierto es que sobrevivieron a la desbandada. En la actualidad Grzegorz Rokita es un sacerdote que exhibe orgulloso sus fotos junto a Juan pablo II mientras el mayor de los hermanos Stuhr, Jerzy, es un destacado miembro del partido conservador Ley y Justicia (el PIS).

Los Ivan Henrys ya son otra cosa. Hay quien los considera los Rolling Stones polacos, y no anda errado, aunque el adjetivo también revela su mayor defecto, el abuso y notable dependencia, cercano a la fotocopia, del combo de Richards, Jagger y compañía. Aún así, temas como Gimme More, Irena, Gimme more o Little Pretty Zofia son auténticas llamaradas de combulsión r'n'b contaminadas de un guitarreo funk casi instintivo. Nunca estuvieron demasiado bien vistos por un público excesivamente católico que no entendía la arrolladora sexualidad de su lider, Adam Has. EL grupo se disuelve cuando Adam, tras un escándalo sexual con una menor, cruza el Telón de Acero deseoso de triunfar en el mercado anglosajón, cosa que obviamente no consiguió. Murió de sobredosis en Berlin Occidental convertido en una piltrafa punk.

Garvis son, sin duda, el exponente más puro del Sonido Krakovia. Funk sudoroso, algo minimalista pero muy pegadizo. Lo cierto es que los Garvis hacen gala de una arrolladora fuerza vital, de un empuje capaz de levantar a un muerto, seguramente porque no es un grupo a la sombra de un lider sino que es fruto de la afortunada unión de cinco genios del ritmo. Empezando por Miroslaw Gajos, un ingeniero que abandona su profesión para fabricar un sorprendente sintetizador casero, semejante a un moog, que bautiza como Gajoszer; Wladyslaw Radziwilowicz, un guitarrista espectacular; Jan Kalmus (bajo) y Staszek Trela (batería) conformando una sección rítmica que era pura músculo; y qué decir de Andrzej Borek, para muchos el James Brown polaco. Yo sólo les digo una cosa, bájense de la mula su Greatest Hits y escuchen el demoledor Pierogi ruskie. Desgraciadamente Garvis, una banda llamada a triunfar en Occidente, murieron en un accidente de tráfico cuando viajaban a Bratislava para actuar como cabezas de cartel de las fiestas de la localidad. El único superviviente, Trela, sigue vinculado a la música como agitador de la escena Trash Metal Polaca, además de ser un reputado productor y mánager de grupos como Sapać o Czarny Niedziela.

Lennes, junto a los Eddies, simbolizan el fenómeno fans a la polaca. De hecho, siempre se jugo a la rivalidad entre ambos grupos. Escuchados ahora, los Lennes resultan un poco desalentadores dado que la mayoría de sus temas son plagios bastante descarados: Holidays in Krakovia es el Love Train de the O'Jays y Romanela Swing el Honey Bee de Gloria Gaynor. Aún así, el amaneramiento y una curiosa sobreproducción que supera la precariedad con imaginación doméstica, les conceden una simpática carga emocional cercana al pop más despreocupado. El grupo se hundió en la miseria víctima del rechazo de sus fans ante los rumores sobre una posible relación homosexual entre Mordecai Garocha y Josef Lipska, cantante y bateria respectivamente. Aún hoy la frase Arcykapłan usunąć pracy Lennes (literalmente "Ponte un disco de los Lennes") es una frase hecha de cargado carácter homófobo.

Y para cabar los Eddies, seguramente los más comerciales pero no ajenos a chispazos de genialidad funk. Al fin y al cabo suyo es el himno del Sonido Cracovia, el brillante y contagioso Funky Poland, sin olvidar su célebre instrumental (tan irónico como incomprendido) Krystyna and Ewa are Jumping in the Factory. Para muchos, un extraña comunión entre el folk polaco y Booker T and the MG's, en el que predominan un instrumento tan tradicional como la mazurria polaca junto al virtuoso órgano de Marek Kondrat. En 1978, en un concierto en la portuaria ciudad de Gdańsk, Kondrat pierde un ojo por el impacto de un proyectil metálico lanzado por un sindicalista de los astilleros. El suceso simboliza el fin del Krakovia Sound.

No hay comentarios: