23.12.07
EL CROSSOVER PRIMITIVO Y STEAMPUNK QUE NUNCA FUE
En plena moda de jamonas primitivas perseguidas por tiranosaurios, la Hammer quiso dar un paso más e intentó llevar a cabo un proyecto bello: Zeppelin versus Pterodactyls. Crossover de fuerte aroma pulp que pretendía unir el steampunk propio del transporte aerostático con uno de los más evocadores legados de la paleontología. Desgraciadamente, los efectos especiales requerían de una inversión que la productora británica no pudo reunir. Curiosamente, fue la rival Amicus quien unos años más tarde realizaría el simpático tríptico La Tierra Olvidada por el tiempo (1975), En el corazón de la tierra (1976) y Viaje al Mundo Perdido (1977) inspirado en las obras de Edgar Rice Borroughs, al fin y al cabo verdadero padre del fracasado proyecto de la Hammer. Que la Amicus triunfara donde no pudo ésta, y al margen de la posible competencia entre las dos productoras británicas, fue un pequeño momento de justicia pop pero aún así uno no deja de admirar la hermosa insensatez de proponer un proyecto que es concepto puro, y como concepto puro va y lo estampan en el título. Porque todo lo demás daba igual. Tan sólo Pterodáctilos y zepelines. ¿Quién querría más? También se desprende una cierta tristeza al pensar que no fue posible, una tristeza que impulsó a que alguien, en el Tutubo, tomara prestados pedazos de seriales de los 40 para invertarse un serial previo que tampoco existió. El buen gusto y la elegancia de sus creadores se confirma al final prometiendo un Capitán Nemo interpretado por Terence Stamp. Bella firma que despeja atisbos de fake y realza el acto de amor acometido.
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