8.6.07

HACIENDO EL NINJA ( PALABRA DE GODFREY HO)


"Conocí a Alphonse Beni en el mercado del film de Cannes. Era un distribuidor de Camerún que cuando vió nuestras películas exclamó:
"¡oh, Godfrey, esto es fantástico! ¡Quiero hacer este tipo de películas!"
"¿quieres hacer películas?"
"¡Y quiero ser la estrella!"
"Perfecto. Me das el dinero, filmamos, te quedas con los derechos para África o Francia y figuras en cabeza del cartel".
Así hicimos Black Ninja, una película realmente mala. Pero era él quién pagaba, quería ser una estrella ¿Y por qué no? Así es el negocio".

En la maravillosa y extasiante web francesa Nanarland.com se han pasado todo un mes hablando de cine de ninjas y como colofón final han publicado una extensa entrevista exclusiva con el gran Godfrey Ho, que como sabrán los zinéfagos exquisitos y los viejos lectores del Blog Ausente es un nombre imprescindible para entender el cine de derribo. En la entrevista Mr. Ho habla de sus inicios en la Shaw Brothers, de su asociación con Joseph Lai, de su periplo norteamericano (¿recuerdan?), de los actores con los que trabajó y de su actual trabajo como profesor de cine en Hong Kong, ocupación ésta que no deja de ser una burla al destino. No se me ocurre mejor profesor, la verdad, así que recomendaría a los estudiantes de Comunicación Audiovisual que cuelguen sus licenciaturas españolas y viajen a Hong Kong para ponerse de inmediato bajo su tutela. También es cierto que nuestro hombre pasa de puntillas cuando le dejan caer que las mafias chinas visitaban sus rodajes o cuando le preguntan si fue él quien dirigió Robovampire, que es una forma de sugerir si el fue el verdadero Tomás Tang, Mr. Ho se limita a decir que no sabe nada de esas películas y que busquen en los créditos a ver si le localizan. Desde el punto de vista ausente el misterio Tomas Tang es tan o más importante que saber si el grial artúrico se oculta en Montserrat.

La emoción ante tamaña entrevista ha sido tal que me he puesto a traducir fragmentos sin pedir permiso a sus autores, cosa que, realmente, me convierte en un bloguero sin escrúpulos. Me autojustifico pensando que tratándose de Godfrey Ho, maestro apandador y del corta y pega, tomar un 35 % de la entrevista de manera escasamente literal y alterar el orden de su discurso no deja de ser un acto coherente. Indigno pero coherente. Así que les dejo con el escratching sobre Ho.



Entré en el mundo del cine con veinte años enchufado por un jefe de montadores de la Shaw Brothers. Hice labores de script, vigilando la continuidad de las escenas de acción en las películas de Chang Cheh, que en aquella épocaera su director más famoso y conocido. Tras un año ascendí a asistente de realización y poco después John Woo se unió al equipo como segundo asistente. Yo trabajaba en el plató y Woo se dedicaba a la sala de montaje. Siempre estuvimos bajo órdenes de Chang Cheh, que tenía una personalidad muy fuerte y era el jefe, con su puro, siempre berreando y perdiendo la paciencia por nada. Una noche, me emborraché en una fiesta de fin de rodaje y acabé insultándole en inglés. Su mujer se lo tradujo todo, así que me perdió el respeto. Pero aguanté las humillaciones porque Cheh era un maestro y yo deseaba aprender. John Woo se marchó al cabo de un año y yo seguí ese mismo camino poco tiempo después. Pedí dinero a mi padre y monté una productora junto a otro montador de la Shaw que también había trabajado en Francia. "Vayamos a filmar allí!", dijo. Pensé que funcionaría como una especie de gimmick, ya que entonces era muy raro ver este tipo de películas rodadas en escenarios europeos. Una vez en París, la persona encargada de la dirección se reveló incapaz de dirigir la menor escena. Así que ocupé su lugar porque yo también era productor de la película y el presupuesto era muy escaso.

Conocí a Joseph Lai buscando algún distribuidor que supiera vender Paris Killer en el extranjero. El filme obtuvo beneficios y Ocean Shores adquirió los derechos para vídeo. En esa época ni Lai ni yo sabíamos lo que era el vídeo. Nos ofrecieron 5.000 HK$ por los derechos de explotación en vídeo para todo el mundo y firmamos encantados. Más tarde lo sentimos porque Ocean Shores ganó mucho dinero.

Hay un montón de películas filmadas en Corea en los 70 en las que consto como director. En realidad las filmaban directores coreanos pero para su explotación pusimos mi nombre en los créditos. Era imposible que yo pudiera dirigir más de 6 o 7 películas al año. Conocía el guión y supervisaba el proyecto. Un poco como Chang Cheh en la Shaw Bros. Era un imperativo de los propietarios de la IFD, que entonces eran dos: Tomas Tang, que murió en un incendio años más tarde, y Joseph Lai. Yo trabajaba para ellos, les asesoraba y les hice millonarios. Al cabo de unos años se separaron. Tang fundó la Filmark y entró en competencia directa con IFD. Eran rivales. Si trabajabas para IFD no podías hacerlo para Filmark y a la inversa.


A finales de los 70 la industria entró en un periodo de recensión. Propuse a Joseph Lai producir nuestras propias películas con actores extranjeros reclutados de cualquier sitio. “¿Eres americano? ¿Quieres divertirte? ¡Venga! ¿Eres francés? ¡Excelente!". No importaba de donde venían siempre que no fueran chinos. Así creció la IFD. Producíamos 5 o 6 películas de ninjas al año. Una fórmula con la que se ganó mucho porque fueron muy populares. La presencia de rostros occidentales resultó un gran truco del agrado de los compradores de derechos. Fuimos los primeros.

Al principio mi tarea en la IFD era la de dirigir películas, pero llegó un momento que el doblaje y la distribución me ocupaban todo el tiempo. ¡Era la edad de oro! Joseph Lai me enseñó cómo distribuir una película. Íbamos juntos a las grandes citas del mercado y era fácil firmar 30 o 40 contratos de golpe. Ahora ya no es así. Eran otros tiempos, había compradores de todas partes, de Turquía, de Francia, de Alemania … El mercado estaba en plena explosión. Era un gran negocio.


Hacíamos dos películas a la vez. Un director de segunda unidad rodaba la parte asiática, mientras yo supervisaba las escenas con los actores extranjeros y me encargaba del montaje, aunque a menudo Joseph hacía cambios por su cuenta. Los rodajes duraban dos semanas. Un periodo corto. Luego lo empalmábamos todo en la sala de montaje. La parte de los actores occidentales con las dos partes asiáticas, porque había dos, la nuestra y la que sacábamos de películas que IFD compraba en Tailandia y otros países.

El mercado de vídeo solicitaba este tipo de productos baratos. Los distribuidores turcos, por ejemplo, nos compraban los derechos por 5000 $. Es un cine de productores y distribuidores, a los que sólo interesa ganar dinero, no de realizadores, que son artistas. Habitualmente firmaba con mi nombre las películas que dirigía, pero no siempre fue así por culpa de los distribuidores. Joseph Lai quería que se cambiara mi nombre para que no fuera siempre el mismo. Utilicé los seudónimos Benny Ho, Godfrey Hall y Ho Chi Keung. El resto que me atribuyen no son míos.


Casi todas las películas se rodaban sin sonido porque era mucho más barato. Luego se añadía los efectos y los diálogos. Las bandas sonoras siempre eran las mismas porque utilizábamos música de dominio público, sin derechos. En ocasiones las sacábamos de cualquier sitio. Hoy tendríamos que comprar los derechos a la Warner Bros, pero en aquella época no había reglas.


Reuní un equipo de dobladores pero su numero era insuficiente, así que iba a la Chungking Mansion, un gran edificio con habitaciones de alquiler barato para extranjeros: "¿Está de paso? ¿Quiere ganar dinero para un par de días? Por una hora te doy 50 billetes y no te preocupes si no has doblado nunca, que de eso me encargo yo.” Es por eso que las versiones inglesas son tan divertidas. También reclutábamos ahí a los actores occidentales. Necesitaba caras occidentales para hacer el ninja. Apenas tenían una línea de texto y después se iban. Luego los especialistas hacían las escenas de combate con el rostro tapado, pero se necesitaban caras extranjeras, tantas como pudiéramos encontrar. Aunque todo eso importaba poco. A nadie le preocupaban ni el argumento ni . Lo único importante era la acción. Era lo que realmente buscaba el público… y lo que encontraba.


Actores que han trabajado conmigo, como Richard Harrison o Bruce Baron, afirman que sus contratos no fueron respetados; que firmaban para rodar una película y luego descubrían su nombre en varias. Haciendo el ninja efectuaban misiones que se podían pasar de una película a otra en la sala de montaje. Yo no quería hacerlo, era cosa del productor, que así lo ordenaba. Richard Harrison dice que yo le traicioné. No fue culpa mía, no tenía ningún control. Mi patrón me forzaba a hacerlo. Richard había firmado el contrato con el productor, yo sólo era un intermediario. Es a él a quien debe culpar. Es cierto que había sido contratado para dos o tres películas y que el productor las triplicó en la sala de montaje. Eso enfureció a Richard Harrison. En este tipo de cine la moral no existe, por eso yo también lo abandoné. Sólo se busca el beneficio a corto plazo sin preocuparse de que sea lo correcto.

Mi relación con Lai fue estrictamente profesional. Simplemente trabajaba en su equipo. Siempre me prometió una parte del negocio pero jamás cumplió su palabra. Eran promesas verbales típicas de chinos, sin valor. Un día, mi mujer me hizo ver que Lai se enriquecía a mi costa. Pensando en mi futuro fundé Filmswell para producir y distribuir películas. Lai fue abandonando el negocio de la producción porque las mías eran mucho mejores que las suyas y el mercado empezaba a estar saturado. Lai comenzó a producir dibujos animados que se hacían en Corea del Sur y China porque salían más baratos. Eso demuestra que todavía estaba dispuesto a invertir y participar en la creación de películas. Antes de que yo emigrase a los Estados Unidos para rodar películas como Honour and Glory con mi propia compañía le dije: " tío, podrías hacer películas americanas, podrías hablar con Imperial o Cannon”. Además, su hermano era el dueño de Intercontinental y tenía muchísmos contactos con el extranjero. Podría haber producido series B americanas pero no hizo nada, tenía miedo lanzarse. Yo hice tres: Honour and Glory, Undefeatable y Manhattan Chase. Y estuvo bien.


Tai Yim tenía una productora en Washington, la Action Star, y una escuela de artes marciales con muchos alumnos bien entrenados. Me puse en contacto con ellos. "Sabéis kung fu y sois muchos, pero no sabéis hacer una película. Yo sé. Hagámosla juntos". Cynthia Rothrock todavía resultaba atractiva en taquilla, así que me puse en contacto con ella y le propuse hacer algo con nosotros. Estuvo de acuerdo y la contraté por una semana para rodar Honour and Glory. Después decidí hacer con ella una película entera, Undefeatable. Cuatro semanas de rodaje. Fue más caro pero pudimos venderla bien en el mercado americano y los derechos de vídeo funcionaron muy bien. A Cynthia aún la conocida en cualquier parte del mundo. Era la única actriz estadounidense que sabía pelear. Luego hice Manhattan Chase pero el mercado del vídeo había entrado en quiebra y no se pudo vender en EEUU. Fuí allí a a rodar series b por su mercado, y sin él perdía más de la mitad de los posibles ingresos. Además, con actores occidentales luego resultaba más difícil vender el producto en Hong Kong. Así que abandoné el proyecto de una cuarta película.


Hay dos versiones de Undefeatable, la internacional y la titulada Bloody Mary Killer, montada para el mercado asiático con escenas añadidas protagonizadas por Yukari Oshima y Robin Shou. Quise orientalizar la historia y funcionó. Conseguimos venderla en Taiwán a buen precio. Habría sido difícil sólo con actores americanos. Prefiero la versión china porque en Estados Unidos rodamos de manera muy simple y estática, sin dinero ni tiempo para movimientos de cámara.


No sabía que el combate final de "Undefeatable" está considerado un clásico en Internet. No era demasiado malo. Quise un estilo más americano que oriental y dejé a los actores utilizar armas y pelear cuerpo a cuerpo. Tenía a mi disposición esos dos grandes colosos y quería que se sintiera toda esa potencia física, que era bastante para la época. Habían aprendido artes marciales con Tai Yim y estaban capacitados para dar gran variedad de juego, con un nivel de ejecución era comparable al de los ciertos actores chinos.

1 comentario:

MorphineSJ dijo...

<span>Tal vez te interese la serie que Dark Maze está produciendo para internet. Ninja the Mission Force:</span>
http://blip.tv/ninjathemissionforce/ninja-the-mission-force-teaser-trailer-5664820

Es una especie de homenaje a Godfrey Ho