El próximo lunes día 20 de noviembre se cumplen diez años del incendio del Edificio Garley de Hong Kong, el más grave sufrido en la ciudad desde el final de la Segunda Guerra Mundial. En ese edificio tenía la sede la legendaria Filmark, productora de kung-fu caspa regentada por el misterioso Tomas Tang, en su último momento seudónimo del director taiwanés Wu Kuo Jen. Sobre este gran mito de la coolzetosidad ya escribí en un viejo y celebrado post. Tomas Tang murió en un incendio que acabó con él, su esposa, varios trabajadores y otras gentes del edificio. Lo que nunca me ha quedado claro es si ese incendio del Edificio Garley fue el mismo incendio del que se celebran diez años. Mis dudas provienen porque en algunos lugares (la imdb, sin ir más lejos, aunque en pop de derribo oriental no es, precisamente, lo más fiable) se data la muerte de Tomas Tang en 1993, mientras que el aparatoso incendio del Garley Building fue en 1996, y me extraña que las noticias y datos sobre el suceso no mencionen otro incendio anterior en el mismo lugar, en el número 322-326 de Nathan Road. Y más cuando fue una tragedia de causas no aclaradas del todo. Se habló de triadas chinas y hasta se investigó al ex-socio de Tang, Godfrey Ho, quien de hecho no volvió a dirigir más películas desde la fecha. Misterios Chinos. Aunque agradecería que si alguno de ustedes tiene más datos sobre la fecha de la muerte de la última encarnación del misterioso Tomas Tang me lo hiciera saber en los comentarios, más que nada porque si algún día llego a presidente de gobierno lo decretaría día de luto nacional y festivo.
Me entero, a través de este hilo de un foro al que llego por casualidad (y cuya lectura recomiendo: lugares de rodaje de la Filmark y la IFD, leyendas de fantasmas, datos sobre el paradero de esos pésimos actores occidentales que pululaban por aquellas tremendas pelis de ninjas...), que el edificio donde tuvo su sede la Filmark ha sido demolido. También la wikipedia hace mención al respecto. Es curioso porque tras el incendio no volvió a tener uso, pero resultaba complejo tirarlo abajo porque su localización, en la zona más comercial de Hong Kong, rodeado de tiendas y centros de ocio, hacían necesarias extremadas medidas de seguridad. De todas formas, este patrimonio pajero de la humanidad está dejando de existir estos días, por lo que en visitas turísticas los acérrimos fans de películas como Robovampire, Contraespionaje en la Selva o El Diablo de la Dinamita (de las que siempre les prometo post pero no encuentro tiempo para hacerlo) ya no podremos hacernos la foto pajera de rigor.
La policía científica trabajando con una maqueta del edificio
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