21.4.14

EPÍSTOLAS LIBRESCAS (VIII): Poniéndonos al Día del Libro.



¡Buenos días, Absence!

Cómo se nota cuando se acerca el Día del Libro. He sido del todo incapaz de bajar de las 100 novedades de entre los libros aparecidos en marzo y lo que llevamos de abril. Tanta novedad hace que sea más encontrar no solo libros que merecen la pena ser resaltados, también algunos que estoy seguro de que te van a gustar. No me enrollo más que hay mucho que contar, venga lo más destacado.

Relatos hispánicos asombrosos y de terror de VV.AA., ed. Cátedra

El tipo de antología o recuperación que uno espera que vayan saliendo. Dentro de una colección pensada para los estudiantes –y, por tanto, con introducción, notas y ejercicios- se hace una antología de una docena de relatos interesantes de autores españoles que van de los más a los menos conocidos y que cubre desde el Romanticismo hasta el Modernismo. Una buena manera de encontrarse con esa tenue linea preexistente en el fantástico español.



Los niños se aburren los domingos de Jean Stafford, ed. Sajalin

Una auténtica revelación es este volumen de cuentos de la autora norteamericana, historias que muestran lo cotidiano como un medio hostil, opresivo, en el que es necesario buscar una manera de sobrevivir. Inédita en España y de gran calidad literaria, si vas a leer a una ganadora del Pulitzer mejor que sea a esta.


Nacido de hombre y mujer de Richard Matheson, ed. Gigamesh

Tras casi una década de amagar y no dar por fin en Gigamesh han recordado que hay vida fuera de G.R.R. Martin y se han dignado a publicar este primer volumen de los cuentos fantásticos completos de Matheson.



El maestro y margarita de Mijaíl Bulgákov, ed.Nevsky Prospects

Clásico clasiquísimo tanto del fantástico como de la literatura rusa. Lo pongo aquí no solo porque Nevsky demuestre siempre buen ojo y gran selección, también porque estamos ante una nueva traducción a partir de una nueva edición, la más completa hasta el momento. Lo que lo convierte en todo un acontecimiento.



La nariz de un notario de Edmond About, ed.Ginger Ape

Otra recuperación que merece mucho la pena. Novela humorística de maneras inglesas aunque escritor francés, auténtica historia sobre los problemas de identidad a la vez que sátira alocada de la vida parisina.



Piel de serpiente de James McClure, ed. Reino de Cordelia

Mientras Reino de Cordelia siga recuperando las novelas de McClure aquí tendrán un hueco para destacar no solo su gran calidad o la sutileza con la que se demuestra el apartheid sin necesidad de hacerlo obvio, también unas tramas criminales al estilo de los policías duros más clásicos.




El cazador de ratas de Alexander Grin, ed. Pasos Perdidos

Una novela rusa inesperada, ejemplo de cómo la escritura sobre una zona deprimida en los años veinte queda afectada, tanto que hay dificultades para diferenciar lo real de lo falso de manera que la narración realista va mostrando elementos alucinados en un narrador que no acaba de entender si lo que ve está pasando o si es solo parte del influjo de la situación logrando no solo un estilo diferente para el fantástico sino, además, una obra que ofrece una reflexión sobre la sociedad y la postguerra.



En un metro de bosque de David George Haskell, ed. Turner

Un naturalista se pasa un año vigilando una pequeña sección del bosque, tan sencillo como es e igual de interesante que lo que suena.



Algunas heridas nunca se curan de Nele Neuhaus, ed. Maeva

Para los que la recordamos por Blancanieves debe morir estamos ante el libro inmediatamente anterior que logra resultar más redonda como novela negra aunque carezca del pueblecito opresivo de la otra. Una gran autora en cualquier caso.



La Bestia de Paris y otros relatos de Marie-Luise Scherer, ed. Sexto Piso

Magnífica colección de artículos de la periodista Marie-Luise Scherer que pese a su origen alemán logra penetrar en todas las zonas de Paris, desde sus grandes asesinatos a los salones literarios o las firmas de moda. Un magnífico volumen que demuestra cuanto jugo se le puede sacar a la ciudad.



Podría haber empezado con este último libro, podría haber incluido alguno de los libros anteriores como seguro que estabas esperando, pero sea como fuere creo que estos cinco libros próximos entran de lleno en los intereses de la Mansión Ausente, atento:

Señoritos chulos, fenómenos, gitanos y flamencos de Eugenio Noel, ed. Berenice

El gran escritor social y analista de la cultura popular, contrario a los entretenimientos pintoresquistas populares que subvertían el espíritu artístico para lograr el éxito comercial, un ensayo que podemos encuadrar en el novenayochismo o en la actualidad.



La cámara sangrienta de Angela Carter e ilustraciones de Alejandra Acosta, ed. Sexto Piso

Ya conocíamos en España este título, en el que Angela Carter ofrecía una versión retorcida de los clásicos cuentos de hadas, pero jamás lo habíamos visto como en esta edición gracias al buen hacer de Sexto piso y a las ilustraciones de Alejandra Acosta. Un libro que sabe convertirse en un objeto de regalo y lectura.



Jamás me verá nadie en un ring de Julià Guillamon i Mota / De boxeador a literato de Pedro Roca, ed. Comanegra

Un libro doble –o dos libros, si lo prefieres- para una historia realmente curiosa, la del exboxeador metido a escritor Pedro Roca, una persona realmente peculiar con una vida que mezcla la historia del boxeo en Barcelona con la del propio autor.



Visiones de Lo Fantástico en la Cultura Española Contemporánea (1900 – 1970) de David Roas y Ana Casas, ed. EDA

Segundo de los tres volúmenes previstos sobre el género fantástico en las distintas manifestaciones de la cultura española. Lento pero seguro van siendo recuperados estos ensayos.



Ángeles fósiles de Alan Moore, ed. La Felguera

Te he dejado para el final este libro de Moore que, como de costumbre en La Felguera, no es solo el texto que incluye, un estudio sobre la magia y sus alrededores por el gran Barbas, también diversas ilustraciones y fotografías sobre el tema que acaban de convertir esto en algo único.



Solo con esto tendríamos ya una buena selección de recomendaciones, pero es que han salido más de muchos estilos y géneros. Por ejemplo, en el fantástico que tanto nos es querido podemos encontrar libros como el magnífico Jagannath de Karin Tidbeck (ed. Fábulas de Albión), que presenta una amplia variedad de registros de la autora sueca, desde lo más cercano a la ciencia ficción a lo que juega a las características del terror; otro que hace juego es un viejo conocido, el director Elio Quiroga, que ve publicado Los códices del Apocalipsis (ed. Tyrannosaurus Book) más cercano al thriller apocalíptico pero lleno de buenas ideas de género.



Y hablando de género, nada como la recuperación de un clasicazo con Historia de la llanura esplendente de William Morris (ed. Cátedra) en su colección de Letras Populares, esta vez solo ha salido uno pero merece la pena. Y terminamos este apartado con una novedad de Valdemar en su línea Insomnia, La Joven Ahogada de Caitlín R. Kiernan, de nuevo la frontera entre lo real y lo imaginario se desdibuja en una historia de alucinaciones y puede que fantasmas.



Por cierto que no es el único género que toca Valdemar pues en estos meses ha tenido tiempo de presentarnos el Western Hondo de Louis L’Amour, que así le hace compañía al final de la trilogía de Oakley Hall que ha estado publicando Galaxia Gutemberg con Apaches.



Aunque ya sabes que a mí lo que me pierde es el género negro en todas sus variantes, sobre todo ahora que hay tiempo para cualquier cosa, como la novela teóricamente juvenil Diez de Gretchen McNeil (ed. Maeva) que presenta el clásico Diez Negritos de Christie en un ambiente juvenil cercano a las películas Slasher de los noventa. No es la única buena noticia, claro, porque RBA ha traducido uno de los pocos libros de la Comisaría 87 que permanecían inéditos El estafador de Ed McBain; y puestos a recuperar clásicos en Acantilado prosiguen con Simenon, esta vez sin Maigret, en La nieve estaba sucia.



Aunque no son los únicos nombres conocidos que continúan, que hemos tenido espacio para más Montalbano con Juego de espejos de Andrea Camilleri (ed. Salamandra); para más Tony Hill en Bajo la mano sangrienta de Val McDermid (ed. RBA); un Anders Knutas llamado Doble silencio de Mari Jungstedt (ed. Maeva) que juega con la idea de asesinatos a la vez que se celebra un festival sobre Ingmar Bergman; y con la menos conocida Flavia de Luce y el misterio de la gitana de Alan Bradley, (ed. Booket) que presenta otro de sus extrañas aventuras.




Todo eso y, además, otro James Sallis, que es siempre un lujo: La agonía del asesino (ed. RBA).



Pero sin duda el grueso lo tiene la producción internacional de eso que a falta de otra etiqueta se llama narrativa, tanto da que sea para presentar un libro magnífico propio de un goticismo alucinado como en El unicornio de Iris Murdoch (ed. Impedimenta); o que hablemos de sociedades secretas que lo que hacen es demostrar la decadencia de occidente en La Cábala de Thornton Wilder (ed. Automática); aunque apuesto muy fuertemente por que estarás más que interesado por Ritual de David Pinner (ed. Alpha Decay), el libro en el que se basaba –dentro de ese orden habitual- la gran The Wicker Man.



Y es que teniendo eso, las historias que nos recuerdan el final del Imperio en La tía Jolesch, o la decadencia de Occidente en anécdotas de Friedrich Torberg (ed. Alba) o la comedia trágica de tema apocalíptico –por acción u omisión– en Apocalipsis para principiantes de Nicolas Dickner (ed. Siruela) seguro que te conmueven un algo.



Como decía, será por libros, si es que tenemos de todo. Si quieres la historia de una gente que se fue y volvió y cómo en todas partes le trataron diferente te puedes coger Americanah de Chimamanda Ngozi Adichie (ed. Literatura Random House); o puedes probar con la diferencia entre lo nuevo y lo clásico en la divertida Mi abuela rusa y su aspiradora americana de Meir Shalev (ed. Ático de los Libros); irte al melodrama de familia rota en el contexto deprimido con En esta misma tierra de Erskine Caldwell (ed. Navona); o a la aventura en el mundo del trabajo –con pésima portada que flaco favor hace– Aprendiz por casualidad de Vikas Swarup (ed. Suma de Letras);




y eso incluso sin entrar en obras más memorialistas como el viaje en barco de Buscando un pájaro azul de Joseph Wechsberg (ed. Automática) o el viaje en busca de conocimiento científico de Peste & Cólera de Patrick Devrille (ed. Anagrama).



También puedes entrar en esa mezcla de novela de espionaje y desolación como El fragor del día de Elizabeth Bowen (ed. Impedimenta) o más introspectivo aún en Los Lanzallamas de Rachel Kushner (ed. Galaxia Gutenberg).



Un poco de todo, ya ves. Incluso tienes carreras y nazis con Kompressor de Timothy Carl (ed. Macadán) o el regreso de algunos nombres venerados como Todo lo que hay de James Salter (ed. Salamandra) y, claro, el último Pulitzer con El Jilgero de Dona Tartt (ed. Lumen).



Además de las recuperaciones, claro. Que si se continúa La banda de la tenaza con ¡Hayduke vive! de Edward Abbey (ed. Berenice) que sigue con su ecoterrorismo y su denuncia de los intereses privados campantes; o una continuación casi-apócrifa y actual con Regreso a la isla del tesoro de Andrew Motion (ed. Tusquets);



aunque yo casi prefiero recuperaciones más puras como el gran Leonardo Sciascia hablando de la dictadura de Pinochet y la creación de monstruos en El hombre del pasamontañas (ed. Piel de Zapa); el viaje agradable y amable inteligentemente contado en Abril encantado de Elizabeth von Arnim (ed. Alfaguara); o, por supuesto, la magnífica contraposición de la evasión de entonces y el recuerdo desde el ahora en la brillante y desoladora W o el recuerdo de la infancia de Georges Perec (ed. Menoscuarto).



No solo internacionales, claro, también hay recuperaciones españolas como las de la poesía burlesca La rebelión de las musas de Jorge Llopis (ed Espuela de Plata) o las de un extraño club de gente con cierta afición en Las confesiones de un bibliófago de Jorge Ordaz (ed. Pez de Plata) a las que podemos añadir la recopilación de obras de teatro El centro del mundo de Angélica Liddell (ed. La Uña Rota) y el ajuste de cuentas con las jornadas literarias y su fauna en Ávidas pretensiones de Fernando Aramburu (ed. Seix Barral).



Además de la ficción hay un hueco también para el ensayo que campa a sus anchas en todas sus versiones, ya sea con un volumen recuperando todas las reflexiones dentro de unas obras completas como es el caso Ramonismo VI.Total de Greguerías (1927 – 1960) de Ramón Gómez de la Serna (ed. Galaxia Gutenberg) o de una recopilación de textos variados de diferentes autores como pueden ser La apariencia de las cosas de John Berger (ed. Gustavo Gili), Textos de Álvaro Siza (ed. Abada) o La evidencia de las imágenes de E. H. Gombrich (ed. Sans Soleil)...




e incluso una reflexión sobre las características del arte en el caso de De lo lúdico y lo serio de Johan Huizinga (ed. Casimiro) o la historia de un viaje que toma el pulso no solo a una disciplina sino a casi un continente con Viaje musical por Francia e Italia en el s. XVIII de Charles Burney (ed. Acantilado).



Y quien habla de esto habla de ciencias, que ahí está Michio Kaku hablando del cerebro y su posible evolución con El futuro de nuestra mente (ed. Debate); otro que habla del futuro pero de forma distinta como puede ser La cuenta atrás de Alan Weisman (también en Debate); o la reflexión sobre el tratamiento de datos La señal y el ruido de Nate Silver (ed. Península) que tiene una versión ilustrada y agradable con ¿Qué hace mi gato cuando no estoy? de Caroline Paul (ed. Ariel). Además de la propia reflexión sobre lo que la interacción entre especialistas en diferentes áreas pueden conseguir con El pensador intruso de Jorge Wagensberg (ed. Tusquets).



Pero vamos a ir mirando también a los que son un poco inclasificables por muy claro que lo pongan como en el Discurso sobre el hijo-de-puta de Alberto Pimenta (ed. Pepitas de Calabaza); otros pueden engañar algo más por tratarse de un volumen de una especialista que, sin embargo, lo mismo te pone un poema que una reflexión o una descripción como es India de Chantal Maillard (ed. Pre-Textos) y, por supuesto, tenemos obras más sociales, ya sean en el pasado con el magnífico antecesor que fue Algodoneros de James Agee y fotos de Walker Evans (ed. Capitán Swing); o más recientes con un formato igual de cuasi documental, y bastante humor, en Historias desde la cadena de montaje de Ben Hamper (ed. Capitán Swing); además de las reflexiones sobre un modo de transporte y su impacto social con Biciosos de Pedro Bravo (ed. Debate) o el repaso a la historia de las protestas y los intelectuales –o al revés- en Nosotros, los abajo firmantes de Santos Juliá (ed. Galaxia Gutenberg).




Pero vamos a la parte de historia que anda entretenido el asunto, aunque sea solo con la Primera Guerra Mundial, que aquí seguimos recibiendo libros entre los que destacan sin duda El avión rojo de combate del propio Barón Rojo Manfred von Richthofen (ed. Macadán). No solo eso, claro, también están las crónicas desde primera línea en Campos de batalla de Enrique Gómez Carrillo (ed. Ediciones del Viento) o las memorias de los combatientes de uno Cuadernos de guerra [1914-1918] de Louis Barthas (ed. Salto de Página) y otro lado La guerra (Un soldado alemán en la gran guerra 1914-1918) de Ludwig Renn (ed. Forcola); además de los libros sobre lo que tuvimos que ver nosotros España en la Gran Guerra: espías, diplomáticos y traficantes de Fernando García Sanz (ed. Galaxia Gutenberg)



y, por supuesto, el magnífico tapiz dibujado por Joe Sacco en La gran guerra (ed. Literatura Random House).



Pero no solo de esta guerra hablan en los libros de historia, que para algo tenemos la nuestra propia en la que caben miradas como el magnífico repaso que se le da a la Legión Condor y las motivaciones de los soldados alemanes en La guerra como aventura de Stefanie Schüler-Springorum (ed. Alianza) o a la utilidad de la Guerra Civil como campo de pruebas para una guerra cercana en La guerra moderna en España, edición de James W. Cortada (ed. RBA) lo que nos lleva a esa Segunda Guerra Mundial omnipresente ya sea para elogiar a los técnicos que ayudaron a ganarla Ingenieros de la victoria de Paul Kennedy (ed. Debate) o para explicar como era la vida entonces en, por ejemplo, una ciudad franca que parecía la Casablanca de Europa en La ruta de Lisboa de Ronald Weber (ed. Tusquets).




Unamos todo y demos el primer hueco en las biografías a la monumental Manfred von Richthofen, El Barón Rojo de J. Eduardo Caamaño (ed. Almuzara), un primer punto que le permite compartir espacio con un personaje tan fascinante como Cixí, la emperatriz de Jung Chang (ed. Taurus) y otro tan completamente diferente como la famosa Boxcar Bertha de Ben Reitman (ed. Pepitas de Calabaza).



Y también escritores tenemos, claro, desde memorias de autores nuestros Vida. Días de mi vida de Juan Ramón Jiménez (ed. Pre-Textos) hasta una biografía muy completa recuperada como Los frutos amargos del jardín de las delicias de Monika Zgustová (ed. Galaxia Gutenberg) que sirve para conocer mejor al este año centenariable Bohumil Hrabal, un autor al que merece la pena conocer más y mejor.



Vamos ya terminando, no te preocupes. Aunque antes tenemos que pasarnos por Japón, que sirgue de moda, ya sea mediante la publicación de un libro clásico sobre los ninja con Bansenshukai de Fujibayashi Yasutake (ed. Kairós) o con un libro de estampas con casi un siglo como es Cosas de Japón de Basil Hall Chamberlain (ed. Satori), y ya más cercano en el tiempo las confesiones narradas a su médico de las Memorias de un yakuza de Junichi Saga (ed. Altair).



Todo eso y, además, la ficción. Ya sea española como en La nube rasgada de Sergio Vega (ed. Quaterni) o de los propios japoneses que lo mismo ponen en orden un hecho histórico lleno de movimientos en la corte y batalles Fūrinkazan (風林火山) La epopeya del clan Takeda de Yasushi Inoue (ed. Sexto Piso) que escriben su propia historia picaresca y de viajes en Viaje por el Tôkaidô de Ikku Jippensha (ed. Quaterni), todo hasta llegar a uno de sus clásicos post Hiroshima, La estación del sol de Shintaro Ishihara (ed. Gallo Nero). ¡Están en racha!




Acabemos los ilustrados, ya sea en adaptación al cómic como Vida y opiniones de Tristram Shandy, caballero de Laurence Sterne adaptado a cómic por Martin Rowson (ed. Impedimenta); la versión humorística y un punto irreverente –aunque no sabemos aún cómo de acertado– La jornada de un periodista americano en 2889 de Julio Verne (ed. Gadir); o una aproximación engalanada en La fiesta de la señora Dalloway de Virginia Woolf (ed. Lumen) a la que podemos unir una nueva entrega de las creaciones de Edward Gorey con El murciélago dorado (ed. Libros del Zorro Rojo) que tiene una historia real y aterradora detrás. Y no sale Gorey pero si otra enorme cantidad de gente interesante en Pioneros del cómic de VV.AA. (ed. El Nadir).



A veces se une lo ilustrado y lo juvenil como en el precioso Los libros de A de Josep Lluis Badal e ilustraciones de Zuzanna Celes (ed. La Galera) que es uno de los volúmenes más bonitos de estos dos meses. También muy bonito aunque no se le saque suficiente partido a Skottie Young es el más sencillote El galáctico, pirático y alienígena viaje de mi padre de Neil Gaiman (ed. Roca) o si preferimos algo más ilustrado de uno de mis autores favoritos puedes ir a por El cuentacuentos de Saki con ilustraciones de Isabelle Vandenabeele (ed. Barbara Fiore) y si quieres algo ilustrado pero más libro puedes ir a por ¿Cuándo la vio por última vez? de Lemony Snickete ilustraciones de Seth, (ed. La Galera).




Todo lo cual nos lleva a dos novedades magníficas y algo comiqueras: las viñetas de Darth Vader y su princesita de Jeffrey Brown (ed. Planeta DeAgostini). Y, por supuesto, el magnifiquísimo, superrecomendado, estupendo y muchos más elogios que no caben aquí Hilda y la cabalgata del pájaro de Luke Pearson (ed. Barbara Fiore).



Para el final te he dejado dos cosas, una es algo que conoces muy bien, una moda reciente, la Houdinixplotation que puede ser leve, solo soltando su nombre como en el repaso al mundo de la magia y sus ramificaciones aplicables en Engañar a Houdini de Alex Stone (ed. Debate), o un nuevo texto recuperado que se une a los de Capitan Swing y La Felguera contando, eso sí, con grandes ilustraciones de Iban Barrenetxea: Traficantes de milagros y sus métodos de Harry Houdini (ed. Nórdica)



La otra es recordar que, por supuesto, todo esto son solo novedades de los dos últimos meses. Hay también más libros, todos recomendables, en anteriores Epístolas, empezando por la inmediatamente precedente. O incluso en libros más antiguos. ¿Has pensado en recomendar para este Sant Jordi ese admirable libro que es Mentiré si es necesario?



Espero que en la Mansión Ausente todo esto os sirva, ya me contarás.

Un abrazo, Jónatan.

Jónatan Sark (¡visítenle en El Receptor!) es lector compulsivo y librero vocacional. No se me ocurre mejor persona en cuestión de recomendaciones literarias y conocimiento de la actualidad editorial afín a mis gustos. Si no has tenido suficiente (cosa que dudo) con estas recomendaciones, prueba en las entregas anteriores. 

Entregas anteriores:
Epistolas librescas I
Epístolas librescas II (Especial Día del libro 2013)
Epístolas librescas III
Epístolas librescas IV
Epístolas librescas V
Epístolas librescas VI  
Epístolas librescas VII

A continuación, un mosaico Amazon con los libros recomendados. Si te apetece comprarlos desde aquí, me llevo una pequeña comisión que se invierte íntegramente en mi adicción a la lectura. Gracias.























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