A ver, aunque en Sitges ha recibido tratamiento de película estrella potenciada por la presencia del simpático Eli Roth, esto es una serie bé muy serie bé, un bajo presupuesto de esos que todos alquilábamos en los videoclubs de los 80. Igual me equivoco y hay más pasta de lo que parece, pero no lo parece. Tampoco pienso que haya que se duro con ella ya que plantear una película de desastres y superviencia con poco dinero indica mucha valentía. Divertida como subproducto una vez empieza la acción, y con un bello plano final (lo mejor), se hace eterna en su prólogo, un exceso de turismo pijo en Chile que si lo que pretende es construir a los personajes, en algunos casos hace que los odiemos profundamente, aunque quizá busque que nos alegraremos con la muerte de alguno de ellos. Como punto a favor, un par de detalles gore; y en contra, que a diferencia de otras películas de factura similar, le fallan ese par de tetas que forman parte del código del derribo fílmico. En definitiva: no es gran cosa pero valoro su atrevimiento.
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1 comentario:
doncs per pròleg allargassat de turisme pijo la tonteria de sessió sorpresa.
atticus
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