Al corro la patata
comeremos ensalada,
la que comen los señores
naranjitas y limones.
Alupé, alupé, alupé
sentadita me quedé.
Entre una cosa y otra me dejan sin poder atender las cosas importantes. Una de ellas, de las cosas importantes, es mi participación en El Butano Popular, ese proyecto de titanes que tantos piropos me proporcionó en la anterior temporada. Gracias. Desde finales de septiembre que vuelve a estar a plena máquina, y El Corro de la Patata, mi columna quincenal, no ha faltado a la cita. Primero calenté motores hablando de las fiestas mayores de Barcelona con ¡Fiesta! y luego ya directamente a saco con nuevos episodios de una crónica familiar narrada con la falta de vergüenza y sonrojo propia de mi estirpe, la estirpe de los Castañé. En esta ocasión con una historia dividida en dos partes: Cómo está el servicio y la genética y El Retorno del Vástago Oscuro. Espero que sean del agrado de todos ustedes. Muchas gracias.
1 comentario:
<span>Es que los textacos que desde el principio te has marcado para el butano son enormes. ¡Y la cosa no decae!Mil gracias por esa impagable lectura. </span>
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