«Entre los meses de abril y septiembre de 1284, un pequeño pueblo arrasado por las plagas en el centro de Alemania es presa del terror: la peste negra está en pleno apogeo en Europa Central. Hay enfermedad y hambre por todas partes... y los niños están desapareciendo, uno por uno.No he podido constatar ningún dato al respecto de esta versión del cuento del Flautista de Hamelin, un relato que siempre me pareció inquietante y perverso y cuyos orígenes populares son inciertos. Así que debo aceptar que es más fruto de la poderosa imaginación del guionista Paul Jenkins que otra cosa. El extracto procede de su tebeo The Agency, realizado junto a Kyle Hotz y aquí editado por Norma.
Un lugareño, un amigo del pueblo llamado Horst Hruber, trabaja como exterminador de plagas. Se le toma por un hombre amable que a veces entretiene a los niños del pueblo con sus flautas.
En secreto, Hruber usa su amable personalidad para atraer a los pequeños hasta su cabaña en el bosque, donde los tortura y asesina.
Allí, tras librarse de las infortunadas almas, Hruber arranca la carne de los cadáveres y la consume. En total dieciocho niños son víctimas del caníbal encantador musical de ratas».
Respecto al cómic en sí, no es una maravilla ante la que quitarse el sombrero pero sí una aceptable historia que mezcla ciberpunk con psicópatas o distopías capitalistas con dementes religiosos. Cuenta, además, con los dibujos de Hotz, un artista cuyo estilo siempre me seduce y al que le sientan muy bien los coloreados de ánimo pop.
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