1.8.10

MAD MAX EN CAMELOT Y PHILIP K. DICK EN BARCELONA

Ando estos días recuperando bastante literatura hispana de ciencia-ficción. Aquí el género, tradicionalmente, se ha movido mucho más desde el relato breve que la novela (sin tener en cuenta el bolsilibro, que por su tamaño, intenciones y celeridad de lectura casi podríamos colocar en el primer grupo). Para luchar contra mi pérdida progresiva de memoria, dejo aquí algunos apuntes sobre dos novelas, una de las cuales me ha entusiasmado y la otra me parece un ejercicio de riesgo solventado con soltura.


El señor de la Rueda de Gabriel Bermúdez Castillo (Albia, 1978)

Esta es la que me ha entusiasmado. Me zampé sus 210 páginas de letra comprimida en apenas un día, absolutamente atrapado. La novela, de lo más destacable de nuestra ciencia-ficción, plantea una historia de caballería que homenajea el género que volvió loco a Don Quijote, ya saben: castillos, torneos, dragones, amoríos con doncellas de piel blanca como la leche. La diferencia estriba en que esto sucede en un planeta plagado de eternas carreteras donde los caballeros tienen robots como escuderos (los mecanoservus) y conducen camiones que llaman patitos y que se van tuneando con los puntos ganados en torneos hasta transformalos en castillocars. Les parecerá un delirio, pero la cosa funciona desde el primer momento. Es una sociedad cerrada y en eterno movimiento donde palabras como “parar” o “detenerse” son el mayor tabú. La trama, siguiendo las aventuras del caballero Sir Pertinax le Percutens, avanza gracias a una contaminación externa y a la resolución de lo que sucede realmente. Ya les digo que lo he disfrutado un montón mientras pensaba en Norman Spinrad (no me pregunten por qué) o en una adaptación cinematográfica en clave de euroexplotación de Mad Max (peli, por cierto, que se estrenaría al año siguiente). Una joya a descubrir.


El Enfrentamiento de Juan Carlos Planells (Miraguano, 1996)

Aunque no está al nivel de la anterior (cosa harto difícil), he leído esta novela con mucho interés. Planells, un excelente estudioso del género, se atreve con las realidades paralelas, un subgénero siempre complicado, y encima por partida doble. Ambas, conectadas por portales accidentales, se sitúan en unas Barcelonas bien diferentes a la nuestra. En la Barcelona A se acude a un clásico de este tipo de historias: el Tercer Reich ganó la guerra y toda Europa está bajo su control; remite, así, al clásico El hombre en el castillo de Philip K. Dick e incluso el propio Juan Carlos Planells aparece en el relato. En la Barcelona C el punto de mira se coloca en Farenheit 451 de Bradbury: Reagan ha impulsado, a nivel mundial, la prohibición de escribir nuevos libros. Esta segunda realidad, leída hoy, resulta más forzada, pero se acaba entrando en el juego. Por cierto, Planells como personaje también aparece, veladamente y sin citar, pues no hay duda que se trata del escritor de best-seller clandestinos.

Tamaño desbarajuste dimensional funciona porque el libro está repleto de persecuciones, tiroteos y tramas paralelas, además del desdoblamiento de personajes que saltan de una dimensión a otra donde habitan sus émulos. Me hace gracia ver que todos se llaman Maria Assumpta, Mercè y todo tipo de nombres propios de la zona, provocando un encontronazo con mi realidad que se agradece lo suyo. También hay un cierto eco, remarcado con citas de la Nova Cançò, de los movimientos de oposición a la dictadura franquista, en una especie de hipérbole que convierte a los “grises” de la época en villanos de la Gestapo o en pérfidas agentes secretas femeninas adolescentes adictas al sexo bizarro. Como lo leen. Y con personajes así no hay quien pueda poner ningún reparo a la novela, claro.

2 comentarios:

Dr.Max dijo...

Dicen que al principio de Paseo de Gracia esquina con Plaza Catalunya hay un portal dimensional en el que han desaparecido varias personas. Lo oi en la radio hace un tiempo ya. Puede que en esa Barcelona-realidad alternativa El Gato Perez aun viva y siga actuando en la sala Celeste original que nunca se cerró. Esta realidad ya me esta tocando mucho las gonadas ultimamente y ya no aguanto mas tanta ordinariez y garrulerio. Lo ultimo es que Disney ha comprado la Marvel, tenemos 40 canales digitales TDT y en todos hay teletienda, Belen Esteban y concursitos de mierda y los Chinos ya controlan el 70% de los bares de mi barrio. Si ven proximamente a un tipo en el Paseo de Gracia con una brujula, un pendulo radiestesico y unas varillas de cobre de zahori buscando un portal dimensional, sere yo. >:o

Dr.Max dijo...

Y para rematarme del todo, leo en Ultimate Avengers que Craneo Rojo es el hijo secreto del Capitan America. Osea que he decidido no leer nada mas de las nuevas sagas Marvel-Disney hasta que los actuales guionistas se jubilen o les ajusticien publicamente.
Ahora dedico mi atencion a cosas mas serias como "Los Agentes de Atlas" con  Gorilla-Man y el Robot Humano, la vieja serie de Godzilla by Marvel (solo la localice en ingles) y tambien encontre algunos numeros de Showcase traducidos: de Sea Devils, Challengers of Unknown y de Rip Hunter Time Master. Y para frenar mis nervios tambien baje Robot Monster 1953. Como ve sigo sus consejos de antiguos posts Ausentes para mi terapia.  Esque cada vez que pienso en lo de Craneo Rojo me dan retortijones de tripas.