Quitanieves
En El señor Quitanieves lo conduce Homer, que llega a convertirse en hijo predilecto de Springfield e incluso consigue el honor de recibir las llaves de la ciudad. Según la típica filosofía estadounidense, estos honores conducen a la envidia y a la competitividad: su amigo Barney, autonombrándose " El rey de los Quitanieves " lo desafía con un vehículo extraordinario, tal vez como revancha del hecho de que cuando eran jóvenes (escena que se muestra en flashback) fue Homer quien lo inició por el camino de la cerveza hacia su perdición, el borracho hoy por todos conocido. Pero más allá del espíritu pionero yanqui, emerge el bastante asentado sentido cívico del norteamericano medio que, ante las catástrofes naturales, suele acudir en ayuda, no solo de sí mismo, sino también de la comunidad, perfectamente consciente de la importancia del bien colectivo y de las deficiencias de los servicios públicos y sus gestores.
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