Buenos días, Absence;
Parece que fue ayer y ya casi han pasado dos meses desde la última carta. No solo eso, también estamos al borde del Día del Libro así que
siempre sale alguna cosa más. Claro que si lo piensas con frialdad en
realidad no son tantos los libros que estoy seleccionando. No llegan a
cien, menos de un tercio de lo que el grupo Planeta publica
mensualmente, y si tenemos en cuenta que según el Gremio de Editores
se publicaron una media de siete mil trescientos títulos al mes es en
realidad una minucia. Pero vamos a tratar de poner las cosas más
fáciles con una pequeña selección de lo más destacado que ha salido
hasta el día de hoy.
Quizá la novela más redonda que he leído en estos dos meses sea Un
paraíso inalcanzable de John Mortimer, Ediciones del Asteroide, que
funciona como historia de la gente que vivió en Inglaterra desde los
cuarenta hasta los ochenta y, como tal, refleja los movimientos que
facilitaron el ascenso del despiadado thatcherismo. Todo ello
disfrazándolo de trama familiar que en realidad no es tan centro de la
acción como vehículo de la misma, pronto veremos ganar importancia al
resto del vecindario mientras comprobamos con los saltos temporales la
auténtica forma en que se fue preparando el presente.
Otra aproximación al pasado y sus formas de narrarlo, esta
periodística, es La banda que escribía torcido de Marc Weingarten en
Libros del K.O., que echa un vistazo al nacimiento de ese nuevo
periodismo formado por gente tan distinta como Hunter S. Thompson y
Tom Wolfe o Joan Didion y Gay Talese, una forma de narrar que
contagiaría a otros narradores a intentar ofrecer la realidad de una
manera distinta y desde puntos de vistas no conformistas ni
habituales. Este volumen sirve tanto de investigación de este no-grupo
como de celebración del mismo.
Hablando de periodistas, estoy seguro de que lo último de Jacinto
Antón, Héroes, aventureros y cobardes, en RBA, no se os habrá pasado
por alto. Y es que esta recopilación de sus artículos y entrevistas en
El País sirve para repasar las obsesiones de Antón e ir conociendo a
un montón de figuras interesantes a los que quizá la historia no había
prestado el interés necesario antes.
En cuanto a cosas poco conocidas, seguro que Jiří Kratochvil, autor
checo con sólo una obra publicada en España, merece un segundo vistazo
con su novela La promesa de Kamil Modráček, en Impedimenta, una
historia que más que sobre el terror totalitario habla de venganza,
logrando incorporar el humor negrísimo dentro de una historia bastante
dura.
Claro que si prefieres algo más comercial, adictivo y lleno de giros
de guión tienes ahí el superéxito del momentos, Perdida de Gillian
Flynn, en Roja & Negra de Mondadori. Un thriller a la americana que
explora las relaciones de pareja, los entornos y las trampas de la
comunicación, con un estilo lleno de humor socarrón. porque hacer
literatura de consumo ofrece muchas posibilidades.
Hay veces que se trata sólo de añadir un valor extra, eso es lo que
pasa con la edición de Libros del Zorro Rojo de 1280 Almas de Jim
Thompson, una novela magistral en su forma original que ahora se
beneficia de las magistrales ilustraciones de Jordi Bernet. Una
auténtica delicia en todos los sentidos.
Este sé que lo tienes y lo has leído, pero seguro que estás de acuerdo
en que es de lo más relevante que ha salido últimamente, me refiero a Marvel Comics: La historia jamás contada, de Sean Howe en Panini,
espero impaciente tu reseña pero mientras déjame que diga que es un
libro fundamental para entender no sólo el negocio de los cómics sino
también el devenir de la industria cultural a lo largo de las décadas.
¡Imprescindible es poco!
La verdad es que esto de los cómics está dando para mucho. No me
refiero a ellos, que ya sé que para ellos te vales tú solo, pero
haciendo un breve repaso, además del de Howe se ha presentado hace
poco Imágenes del desencanto. (Nueva historieta española 1980-1986) de Pedro Pérez del Solar, en Iberoamericana, que demuestra que al
final llevamos décadas de crepúsculo, y -sé que te daría apuro
mencionarlo, ya lo haré yo- Supercomic, coordinado por Santiago
García para Errata Naturae, una colección de ensayos sobre el cómic en
la actualidad que sirve para ofrecer una faceta diferente a la de los
otros dos libros.
Y es que la crítica cultural siempre tiene cosas interesantes, tanto
sacando una recopilación de escritos como los de Hugo Ball en Dios
tras dadá, ed. Berenice, en el que lo mismo te analiza la "teología
política" de Carl Smitch que te habla de conceptos ideológicos; como
con En la cuerda floja de lo eterno. (Sobre la gramática alucinada de
Egon Schiele) en Acantilado, en el que Carla Carmona analiza al
pintor austriaco no sólo por sus obras, también en relación con su
época y conemporáneos; y, finalmente Poesía, pop y contracultura en
España de Antonio Orihuela, de nuevo en Berenice, en la que recorre
la contracultura del 62 al 82 en todas sus manifestaciones, sea en
cómics, canciones, libros o acciones.
Que salgan cosas interesantes en ensayo no significa que no haya
novelas, claro, y si bien lo más destacable de un autor español puede
haber sido En la orilla de Rafael Chirbes en Anagrama, la verdad es
que el campo internacional está sembradísimo. Desde la novela que me
dejé descolgada la última vez, El arte de la defensa de Chad
Harbach en Salamandra, una novela cuyo tema basebalístico central está
evitando que se le dé la oportunidad que merece, al regreso de varios
clásicos como John Irving con Personas como yo en Tusquets, en una
de sus historias de aprendizaje; o Peter Carey que en La naturaleza
de las lágrimas, Alfaguara, habla del amor, las relaciones y la
creación y mantenimiento de los autómatas; Michael Chabon en Telegraph Avenue de Mondadori, explora la amistad, el matrimonio y
los negocios, especialmente si son culturales y, por tanto,
amenazados; Jeffrey Eugenides en La trama nupcial, Anagrama, se
ocupa incluso más de cerca de lo que podríamos llamar "las relaciones
humanas" y Cees Nooteboom sigue a lo suyo en Carta a Poseidón,
Siruela, y bien que hace, por supuesto.
Mucho bueno en el lado femenino también, regresa Alice Munro con Mi
vida querida, Lumen, una de sus brillantes colecciones de cuentos; y
también de cuentos y también en Lumen llega Un día es un día de
Margaret Atwood, esta vez reuniéndolos en un formato que permite
unirlos como un todo. Por terminar con Lumen, han sacado una edición
ilustrada por Becca Stadtlander de Un cuarto propio de Virginia
Woolf que es una auténtica preciosidad.
Dentro del grupo Random House,
en Mondadori, hay un hueco para Maria Semple y Dónde estás, Bernadette, a ratos simplemente cómica, en otros más experimental,
pero sorprendentemente perspicaz siempre. Y ya que estamos, termino
con Sue Towsend, la autora tras Adrian Mole, que presenta su última
novela, La mujer que vivió un año en la cama, en Espasa, sobre una
mujer que decide que ha llegado el momento de decir "Hasta aquí". Y
yéndonos al pasado, Molly Keane con Buen comportamiento en
Contraseña, realiza un fresco de esas familias en decadencia que tiene
lo justo para aparentar mientras a su alrededor todo se desploma.
Ya que estoy con cosas que se caen, al final Minotauro no pudo
recuperar Dr. Bloodmoney, seguiremos esperando, pero sí ha rescatado
también de Philip K. Dick, La invasión divina, una de esas obras
alucinatorias y alucinantes, esta vez con tema "religioso". Y es que
la novela fantástica va viento en popa. Fíjate en Alba Editorial que ha
aprovechado para sacar en Rara Avis dos volúmenes fundamentales, La cabeza del
profesor Dowell de A.R. Beliaev y una antología llamada Pioneros de
la ciencia ficción rusa con historias cortas de Apujtin, Infántiev,
Briúsov y Montslov;
y mientras en RBA siguen creando poco a poco su
colección, rescatando a Robert Scheckley y su Trueque Mental,
presentando iniciativas como Mongoliad o un libro que vas a amar
instantáneamente: Osama, de Lavie Tidhar, que juega con la
metaficción, las novelas pulp y los atentados terroristas. Si esto no
te gusta no sé ya qué puede hacerlo. Además de lo cuál en Valdemar
siguen con Lovecraft, rescatando esta vez en Más allá de los eones sus obras en colaboración. Y en La Factoría de Ideas han llegado ya a
la décima entrega de Harry Dresden, Un pequeño favor. Y si no
conoces la saga no te preocupes que en DeBolsillo están reeditando las
primeras.
No son los únicos con recuperaciones, en la novela negra pasa también,
gracias a lo cual podemos disfrutar en Serie Negra de RBA de la Libertad
condicional de Jim Thompson, de Dios salve al primo de Donald
Westlake, de Los Malignos de Ross MacDonald o El traficante de Ed
McBain. Por cierto que también en RBA han sacado El manuscrito
Godwulf de Robert B. Parker, el primero de los libros protagonizados
por Spenser; aunque lo más destacable para mí sea El pato mexicano, otro libro del enormísimo James Crumley, un autor que merecería más reconocimiento en España. Y ojo que no sólo RBA recupera, que también Akal tiene un par de novedades interesantes, como Plan B de Chester Himes y, sobre todo, la brillante La muñeca ciega del italoruso Giorgio Scerbanenco, un autor al que nunca se reivindica lo suficiente.
Por lo demás, variedad. Tenemos a la noruega Anne Holt
ofreciendo en 1222 su particular versión del clásico grupo de
extraños aislados con asesinatos; tenemos en Dos tumbas, Plaza &Janés, el final de la última saga de Pendergast de manos como siempre
de Douglas Preston y Lincoln Child; tenemos el regreso de Galileo, el
investigador a la Colombo del japones Keigo Higashino en La
salvación de una santa en Ediciones B y, por supuesto, Malvados, en
Tusquets, es un nuevo John Connolly, esta vez sin Charlie Parker, con
un formato más tradicional e igual de brutal, y también en Tusquets El cementerio vacío de Ramiro Pinilla, su segunda novela policíaca
puro divertimento ambientado en la posguerra Aunque sospecho que te
puede gustar incluso más Don de lenguas de la ya habitual al género
Rosa Ribas, acompañada esta vez por Sabine Hofmann. Se trata de una
investigación en la Barcelona de inicios de los cincuenta por parte de
una joven periodista, una trama que será menos importante que retratar
con pocos maniqueísmos la situación de vencedores y vencidos y el
particular concepto de justicia que se seguía. Publica Siruela.
Otra obra que seguro que te gustará es Eso no puede pasar aquí de
Sinclair Lewis, en Machado, en la que el Premio Nobel, superpone una
ucronía totalitaria a los Estados Unidos post-crack del '29, una
sátira negro petróleo sobre el periodismo, las dictaduras y el modo de
vida americano. Hud, el salvaje de Larry McMurtry en Gallo Nero es
una muy original revisión de los ideales de las obras del oeste a
través de los enfrentamientos dentro de una saga familiar. Mi primo,
mi gastroenterologo de Mark Leyner en Pálido Fuego en el que se
satiriza la impostura moderna y modernista, o quizá se la mire con
cariño, ambas a la vez en ocasiones, lo indudable es que se trata de
un libro que se nutre de la cultura pop y el posmodernismo. Mientras Bestseller de Alessandro Gallenzi en Alba, se ocupa de satirizar
el moderno concepto editorial. De hacer pasta, vaya.
Para
contrarrestar toda esta acidez siempre puedes optar por Kioto, un
libro aparentemente folletinesco pero fundamentalmente introspectiva y
delicada, centrada en la misma la naturaleza y con el cuidado
preciosismo habitual de Yasunari Kawabata, en Emecé, o los cuentos de Los sueños de diez noches del gran Natsume Soseki, en Olañeta,
preciosas piezas mínimas de un autor que ve publicado también una
colección de haikus en Satori con el título Sueño de la libélula. O
la encantadora novela británica Todas las criaturas grandes y
pequeñas de James Herriot, en Ediciones del viento, sobre la vida de un veterinario rural, un libro encantador y
muy amable. De manera que cuando ya hayas logrado esa paz de espíritu
puedas echarle un ojo a El partisano Johnny de Beppe Fenoglio, en
Sajalin, un retrato sobre la guerra que demuestra no sólo sus horrores
sino también sus necesidades. Y también está El festín de John
Saturnall, claro, publicado por Galaxia Gutenberg y escrito por
Lawrence Norfolk, reúne en sus páginas parte de novela histórica con
el placer de comer, y el de cocinar.
La novela histórica tiene cosas interesantes, empezando por Una reina
en el estrado de Hilary Mantel en Destino, que continúa con la
Inglaterra de los Tudor centrándose esta vez en la historia de Ana
Bolena; Adrian Goldsworthy abandona los tiempos romanos en Soldados
de honor, en La Esfera de los libros, pasándose a los casacas rojas
durante la Guerra de Independencia luchando contra las tropas
napoleónicas; y a medio camino entre la historia y el western se
encuentra Centauros del desierto, de Alan Le May en la colección
Frontera de Valdemar, la novela de la que saldría la película y que es
todo un referente de las historias del Oeste.
Tentado he estado de pasarla a este párrafo y que encabezara las
novelas de aventuras, igual que no sabía bien dónde colocar El tiempo
de los héroes de Javier Reverte, en Plaza y Janés, sobre el final de
la Guerra Civil y la salida del gobierno republicano de España
centrado en la figura del General Juan Modesto, sí lo tengo más claro
con Imperium del suizo Christian Kracht, en Ediciones B, sobre los héroes de antaño,
las aventuras coloniales y la locura imperialista. Lo que nos lleva a
un libro que, sospecho, puede que ya tengas entre tus manos: Bioko de Marc Pastor, en Planeta, con una aventura que podríamos definir
también como colonial o sinsentido de la isla de Fernando Poo, a
finales del Siglo XIX.
Todo este trasiego colonial e histórico me hace recordar que entre las
biografías destacadas de estos dos meses A la sombra de Corto, la
segunda parte de las más-o-menos memorias de Hugo Pratt, edita Confluencias, esta vez con un formato más de entrevistas. Aunque para
entrevistas nada como el libro que saca Gallo Nero de Hunter S
Thompson, se trata de El último dinosaurio, una recopilación de
alguna de sus mejores entrevistas que seguro que te complace. Igual
que Vida y obra de un pionero del cine en Casimiro, las memorias de
Georges Melies en un pequeño libro delicioso. o Yo fui el camello de
Keith Richards de Tony Sánchez en la editorial Contra, una biografía
desde dentro de los Rolling Stones que resulta completamente creíble
mediante las anécdotas de los problemas que iban causando y como lo
solucionaban como podían mientras seguían hacia delante. Una intimidad
tan enorme que sólo la puedo comparar a la de otro de la recopilación
de cartas íntimas entre Emilia Pardo Bazán y Benito Pérez Galdós que
acaba de publicar Turner, Miquiño Mío, una demostración de ternura y
de movimientos subterráneos en las letras españolas. Lo que me lleva a
la recién creada editorial Siberia que acaba de publicar las Cartas
de Amor de Dylan Thomas. ¡La intimidad ya no es lo que era!
Pero volvamos por un momento a la historia porque Alba ha sacado En
el piso de abajo. Memorias de una cocinera inglesa de los años 20 de
Margaret Powell, todo un repaso a cómo vivían los sirvientes. También
muy interesante el repaso que Ben Macintyre hace en La historia
secreta del Día D, Ed. Crítica, a los espías dobles que ayudaron al
bando aliado a ganar la guerra, en una suerte de extensión de todas
esas historias, entre cómicas y turbias a las que ya se había acercado
en su anterior libro. Aunque para historias sórdidas, y llenas de
vicisitudes, sin duda Historias(s) de la Fórmula 1, T&B, de José
Ramón Lorenzo, un repaso hilarante al dentro y fuera de la competición
automovilística.
Sé que parecen muchos libros, pero hay tanto que mostrar y que
elegir... Por ejemplo, en Antifragil, Nassim Nicholas Taleb, Paidos, el de
los cisnes negros, hablan del desorden y los beneficios que pueden
llegar a tener. Y, casi como en un espejo, Acantilado acaba de
publicar la Ortodoxia de G. K. Chesterton, uno de esos pequeños
ensayos llenos de reflexiones por el enorme autor inglés.
También reflexiones aunque mucho más peculiares son las de Si
amaestras a una cabra llevas mucho adelantado de José Luis Cuerda, que
se autodenomina El Sun Tzu de Albacete para explicar esta selección de
aforismos e ilustraciones que acaba de publicar con Martínez Roca, y
de director a director de cine, porque Libros del Silencio acaba de
publicar Fuego en las entrañas, una rareza que Pedro Almodóvar creó
en los ochentas con la participación de Javier Mariscal y que resulta
todo un ejemplo de esa época, mostrando a un joven director
contracultural y pop que venía de rodar su primera película.
Lo que me lleva a hablar de reediciones, desde las que traen una nueva
versión por sus ilustraciones como la versión de Las flores del mal de Charles Baudelaire con ilustraciones de Eduardo Arroyo que acaba de
sacar Abada hasta las recuperaciones de textos raros del autor, como El anticristo de Joseph Roth en Capitan Swing o El año del
jardinero de Karl Capek en Olañeta, e incluso las que inician una
ambiciosa labor de recuperación como Henry y Cato que es el inicio
de una Biblioteca Irish Murdoch en Impedimenta. O la reedición más
sencilla, la de El bosque del cisne negro con la que Duomo vuelve a
poner a nuestro alcance esta obra descatalogada de David Mitchell tras
el éxito de su Alas de las nubes.
Y voy a meter un dedito en las aguas de infantil porque hay dos
novedades interesantes, para más mayores Desastre & Total en Molino,
la incursión de Stephan Pastis, el autor de Pearls before swine, en
la literatura infantil, mitad diario mitad policíaco pero todo
cataclismos. Y A todos los monstruos les da miedo la oscuridad de
Michaël Escoffier y Kris Di Giacomo, en Kokinos, que habla de
monstruos, de miedos infantiles también, pero sobre todo de monstruos.
Todo esto para el día 23, pero hay cosas muy interesantes que no han
podido llegar a tiempo como Sobre mi madre del Pulitzer Richard
Russo, en Alfaguara, una historia intimista y claramente biográfica; o 1688 de Steve Pincus, en Acantilado, sobre lo que el autor califica
como la primera revolución moderna, un auténtico tochazo histórico; o El cazador sordo de James McClure, con nuevas aventuras en Sudáfrica
en las que el género negro sirve para que veamos que por detrás había
una sociedad llena de problemas. Aunque sospecho que a ti el que más
te lamentará que no haya llegado a tiempo es La conspiración
mundial, un nuevo libro editado por Obelisco en el que el siempre
popular David Icke nos cuenta sus teorías reptilianas y de dominación
mundial.
Todo lo cuál nos lleva a un libro que ya está en las estanterías y que
he decidido reservarte para el final: La muerte del espía con bragas de José Fernando Mota Muñoz y Javier Tébar Hurtado, en la editorial
Flor del Viento, que a partir de un hecho real va rastreando la
presencia de espías, servicios secretos, militares, policías y demás
redes de defensa, control y desconfianza en la Barcelona de posguerra.
Muy didáctico, como te puedes imaginar.
Como ves Sant Jordi siempre anima a la publicación de libros, igual
que a su compra y, a veces, a la lectura. Así que... ¡Feliz Día del
Libro!
Un abrazo,
Jónatan.
Jónatan Sark es lector compulsivo y librero vocacional. No se me ocurre mejor persona en cuestión de recomendaciones literarias y conocimiento de la actualidad editorial. Si no has tenido suficiente (cosa que dudo) con estas recomendaciones, prueba
aquí y
aquí. A continuación, un mosaico Amazon con los libros recomendados. Si te apetece comprarlos desde aquí, me llevo una pequeña comisión que se invierte íntegramente en mi adicción a la lectura. Gracias.
2 comentarios:
Agotado estoy sólo de leer tu magnífico post. Me he quedado con los de RBA, Los maléficos es magnífica, y probaré a Crumley. Me ha interesado el de los espías con bragas. Saludos y muchas gracias por el esfuerzo,
Un trabajo inmenso.
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