LAS DIABÓLICAS DE HITLER (Y OTRAS MUESTRAS DE NAZIPULP HISPANO)

Andaba yo recorriendo un tenderete de libros de segunda mano cuando me topé con Las Diabólicas de Hitler. Como resulta lógico, aquella jamona de la portada, armada con metralleta y fusta, con su escueta cazadora nazi, mostrando muslo y pechuga, con su capa roja y su cinturón con calavera, conmovió profundamente mi sensibilidad de serie bé (o zeta) y de fan de Hessa (hace ya demasiado que les debo un buen artículo sobre ella). El precio interior, en lápiz, en la esquina superior, marcaba 30 euros, así que lo dejé en su sitio mientras meditaba en lo mala que es la usura para la difusión de la subcultura de derribo. Eso sí, nada más llegar a casa miré su precio en iberlibro y demás sitios de mercadeo. Obviamente estaba bastante más barato, pero aún ando con la duda de si hacerme con él o no; al fin y al cabo, de entrada me interesaba por la ilustración de sobrecubierta. Anoté el nombre del autor para seguir tirando del casual hilo: Karl Von Vereiter.


Siguiéndole la pista a Karl Von Vereiter descubro que fue médico, que como escritor se ganó el sombrenombre de "El testigo del Horror Nazi" y que su libro más celebrado, Yo Fui Médico del Diablo, en el que relataba su experiencia (no voluntaria) en los campos de exterminio, es motivo de honda impresión entre muchos lectores, especialmente sudamericanos. Pero claro, a mí lo del doctor alemán que primero autobiografía el horror y luego acomete un nazipulp con jamona y bajos instintos no me cuadra. Y más cuando doy con una sinópsis de Las Diabólicas de Hitler:

"Versa sobre la vida de una kapos, vigilantes femeninas de las SS encargadas de los campos de concentración judíos, seleccionadas por el mismo Heinrich Himmler por su sadismo y sangre fría para acabar con las vidas de los prisioneros. El libro empieza a tomar interés, ya que según la trama son seleccionadas para formar "tripulaciones especiales" de los novísimos tanques konig tiger, se narran los entrenamientos, y de manera muy vívida los combates en los que toman parte y los "encuentros sexuales" que mantienen tanto como con SS "normales"... como con los prisioneros que van capturando; obviamente los rusos tienen fines poco agraciados como la castración y cosas parecidas. Al final "en vísperas de la batalla de Berlín", cada una de las protagonistas va cayendo en forma "heroica" y Heide o Heidi es la que supuestamente narra los "sucesos reales" que vivió como sonder-komando.

Pues sí, definitivamente, lo del batallón de carros de combate pilotados por promiscuas hembras arias bello lo es un rato, pero desafía toda verosimilitud, y más cuando veo que Von Vereiter, de profusa bibliografía concentrada en el tiempo, sólo consta editado en nuestro país, de la mano de Ediciones Petronio, y en Francia. Eso sí, algunos de sus títulos son hermosotes y casi desearía ser yo su autor: Las Vestales del III Reich, La Cruz Gamada en el Vientre, Las Vírgenes de Kiev, El reino de la Bestia, Yo Ví Matar a Hitler, Los Prostíbulos de Reich, La Cólera de los Dioses Nazis, Quirófano Sangriento, El Búnker de las Endemoniadas (!!!), SS: Nunca Esperes Perdón, Los Médicos Malditos de las SS, Las Hienas de Ravensbruck. Buff. Demoledor ejercicio de nazismo pOp. Por tener, tiene hasta un Salón Kitty: Burdel SS, adaptación presumiblemente apócrifa y exploit de la película de Tinto Brass que generó la breve y zafia moda italozetosa de gore y erotismo fílmico en los campos de exterminio (cuya portada, encima, se inspira en Portero de Noche).

Y googleando con Von Vereiter llego al secreto del asunto: era el seudónimo bélico de un honrado y profesional escritor de bolsilibros hispano: Enrique Sánchez Pascual, padre del también escritor Enrique Sánchez Abulí, uno de los mejores guionistas de cómics españoles, creador de Torpedo y excelente traductor. Sánchez Pascual es, sobre todo, reconocido por sus novelas de ciencia ficción pulp (escritas para Bruguera y Toray en su mayoría) y propietario de una larga lista de seudónimos: Alex Simmons, Law Space, H.S. Thels, W. Sampas, Alan Comet, Alan Starr, Lionel Sheridan... y Karl Von Vereiter. Como éste último, su carrera de escritor especializado en la IIª Guerra Mundial tiene tres ramas bien evidentes: la de historiador (incluyendo una colección de nueve volúmenes) y la doble vertiente de novelista, ya sea en plan Sven Hassel o como explotador de bajos instintos siguiendo la tradición mediterránea, en la que entrarían todos esos inspirados títulos de derribo listados en el párrafo anterior. Por cierto, Enrique Sánchez Pascual consta como traductor en los créditos de los libros, en un guiño de creador que no renuncia a dejar huérfanos a sus creaciones populares.

Les dejo a continuación una galería de protadas que he ido compilando estos días. Me faltan algunas de la lista de antes, que prometen ilustraciones jugosas, y la calidad es casi siempre deficiente, así que si alguno de ustedes localiza alguna que no dude en enviármelas. Al final de la galería les dejo una curiosa bola extra.
















La Extra Ball que les prometía son estas fotos encontradas en un foro de fanáticos de la IIª Guerra Mundial, campo de coleccionismo freak que es todo un variopinto universo (ahora minoritario, pero que tuvo sus tiempos de gloria) que va de las maquetas a las acampadas en el prado, pasando por la compilación de conocimientos y estéticas. Pues bien, uno de esos aficionados realizó un diorama en el que se muestra al Dr. Von Vereiter (que es figura ficticia, como seguro sabe el artesano de la maqueta) acercándose a un quioso para comprar la prensa del día con las noticias del frente.