
Desde el punto de vista de la reivindicación de la figura paterna, un post de su puño y letra agradece y comenta una reseña crítica del primer largometraje del Zovek original aparecida en el site Cinefania:
“Por supuesto que había talento y no solo histriónico, me refiero a la faceta más importante del Increíble Profesor Zovek junto a la de hombre espectáculo; la de comunicador, líder de opinión que marcó a una generación en medio de una de las crisis más profundas que ha vivido la juventud mexicana, la crisis de identidad y de valores de los años 60´s y 70´s; en medio de la sicodelia, en México no solo se vivió la "droga, sexo y rock & roll", para muchos había alternativas, una de ellas que llevaba consigo valores como el respeto por la salud integral del individuo como miembro de una familia y de una sociedad, sin que esto significara ser "ruco" o "conservador" era la de El Increíble Profesor Zovek. Muchos fueron quienes captaron el mensaje de Zovek y por eso le atribuyeron el título de Profesor, el impacto fue tal que tenemos el testimonio de muchas vidas tocadas por el ejemplo que el daba a su público, vidas que quedaron marcadas para siempre abandonando quizá las drogas, haciendo del deporte su vida o bien preparándose para ser un mejor profesionista. En verdad creemos que Zovek fue un artista que tuvo una propuesta y vivió para ella, no se limitó a ser popular, sino que tenía algo que decir y su público le escuchaba.”
“La familia se perdió desde ese momento. Empezamos a consultar grupos de espiritistas, que se acercaron a mi mamá (...), seguimos buscando la verdad, porque estábamos convencidos que la vida no termina con la muerte. Iniciamos un intenso recorrido por diversas religiones, filosofías, técnicas de control mental y espiritual, corrientes esotéricas, muy de moda en la actualidad, pero por experiencia propia, (tengo hermanos que llegaron a dar cursos al respecto de esas técnicas), experimenté que son huecas, que te dejan vacío y te provocan más daño que el beneficio aparente a primera instancia.”
No es de extrañar, pues, que una infancia tan traumática, sin la guía de un padre de familia, con ese místico periplo en busca de respuestas, plagado de charlatanes, engañabobos y gurús de tres al cuarto, tuviera repercusiones en la vida del joven Zovek Chapa, que encima recogió el legado de su progenitor, la vocación por un mundo, el del espectáculo, plagado de tentaciones y pecado. Abandonó a su mujer y a su hijo y vagó como alma en pena hasta que un buen día se descubrió a sí mismo en la iglesia, concretamente en la Congregación del Nuevo México. Y se convirtió en un fiel converso, con naturalidad, sin aspavientos.
“ No vi estrellitas, ni oí campanitas (...). Tal como si hubiera tomado un vaso.”.Hizo acto de contrición. Regresó con su esposa, pidió un sentido perdón, refundó su matrimonio y, no contento con ello, también fue a la búsqueda de su mamá y de sus hermanos para que ellos participaran también de la comunión con Cristo. Un hermoso epílogo, generoso en la auténtica valentía y un ejemplo moral que retrotrae a las enseñanzas de Zovek Padre.
Y ya que regresamos con el padre, cercano ya el final de este largo biopic no exento de poesía y fabulación, me gustaría reproducir los comentarios que sobre él realiza el vástago cristiano en la entrevista exclusiva al medio evangelista.
"Era una persona inteligente, pensante, y un lector insaciable. Conoció muchas filosofías pero nunca se fanatizó de ninguna. Muchos grupos se le acercaban para tratar de adherirlo, porque era una persona con una vida muy interesante; pero él no se dejó, fue un libre pensador. Investigó hasta el final de su vida. Entre los libros que estudió está la Biblia; la que tenemos en casa tiene varias anotaciones con puño y letra de mi padre.
Analizando lo que fue la vida privada del profesor Zovek en sus últimas días, y de acuerdo a lo que mi mamá recuerda podemos asegurar que tuvo un choque espiritual al darse cuenta de su necesidad de Dios. Se quebrantó al descubrir que a pesar del estupendo control físico y mental, seguía vacío y sin paz. Se disculpó con mi madre y con algunas otras personas. Al morir tenía solo 31 años. El avión donde viajaba cayó al despegar de una altura de 60 metros. Según los testigos que lo vieron, murió en paz."

La INTRO y GUÍA de Escapa Güey!