30.1.06

BREVE REFLEXIÓN ALREDEDOR DE LA MUJER Y EL TRAJE GORILA



Más o menos ya se intuía en algunos de sus comments anteriores. Si han estado siguiendo con interés los fastos de la Semana Internacional del Traje de Gorila, creo que con alguna honrosa excepción queda flotando una pregunta que en realidad oculta otra que ya planteé hace tiempo. ¿Somos los varones los únicos que nos disfrazamos de gorila con alegría y alborozo? Mis dos textos del día de hoy, sobre películas de serie bé y sobre portadas de magazines adultos con gorila dejan bastante claro que el gorila juega un papel de alterego del macho humano, sublimación retroerótica con testosterona del animal que el varón de la sociedad borderline quiere llevar dentro. Nuestro gorila interno quiere ser el jefe de la manada (sólo hay que observar un atasco de tráfico rodado corriente y moliente para certificarlo) del mismo modo que parece que nos otorga el poder sexual completo (como si fuera una especie de viagra con pelos). Este rol social injusto puede estar expulsando a la hembra del placer de ser y sentirse gorila, algo mucho más lúdico y festivo de lo que la sociedad borderline explicita a través del pop de derribo. Cierto es que la hembra humana toca de pies en el suelo y relativiza pajereces tan extremas como la que ha unido a tantos blogs estos días. Pero también es cierto que la hembra humana DEBE tener un papel importante en el interior de un traje de gorila. Y por si tienen alguna duda: ellas, disfrazadas de gorila, pueden seguir siendo hermosas. Tan sólo un ejemplo: ZIRA.

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