9.10.08

SINCRÓNICAS DE SITGES (V): EDEN LAKE

La violencia ficcionada es una necesidad. Llegué a Sitges buscando evasión y Eden Lake me entrego catarsis ruda, pulsando instintos primarios: violencia y deseo de venganza. Yo lo agradezco, aunque quede feo decir que he sentido una breve liberación viendo escenas de violencia explícita. La película britanica no esconde sus aromas setenteros (no es exactamente una rape and revenge, peor casi) en la que una pareja urbana en busca de la idílica paz rural se enfrenta al problema rural habitual en el cine de terror; pero también se agarra a la realidad, al imperio del chándal white trash y a la alarma social (sector delincuencia juvenil). todo muy básico, pero con elementos de interes. Y violencia, que nunca es gratuita.

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