4.11.06

SICÓPATAS CON CÓDIGO DE BARRAS



Hace un par de días les comentaba Death Note, una de las novedades del Saló del Manga. Escribía que dudaba en seguir con ella pero que le daría una oportunidad para comprobar si el aceptable nivel se mantenía. Con MPD-Psycho no tengo dudas: me apetece ver por qué derroteros prosigue este manga de sicópatas realizado por Sho-u Tajima y Eiji Otsuka y editado en nuestro país por Glénat. Y eso que de nuevo nos encontramos ante un estilo de dibujo que yo califico de manga modernillo, de personajes estilizados y jovenzuelos con melenilla, un estilo que , como decía, no me acaba de convencer de entrada (e incluso me irrita) pero sobre el que deberé meditar más en profundidad, al fin y al cabo aquí resulta acertado e incluso le da un plus de inquietud a un producto del todo inquietante.



Es su indispensable Pop Control Mike Ibañez trazaba el icono pop del asesino en serie como figura indisoluble y explicativa de la sociedad post-industrial. Esa misma línea parece seguir este tebeo de tono frío. E incluso diría más, parece que el grafismo propio del manga se adapta muy bien, demasiado bien, para implicitar esa idea. Que además se intuyan futuros derroteros cercanos al ciberpunk, como el hecho de que la ola de psicópatas que impulsa la trama tenga una cosa en común: todos ellos tienen un diminuto código de barras en el blanco de los ojos.

Tampoco quiero desvelar demasiado la trama, quines lo lean enseguida se percatarán que el punto de partida cruza a Hannibal Lecter (el policia con desdoblamiento de personalidad protagonista inicia el tebeo, entre flashabacks, como una especie de consultor policial entre rejas) con Seven (el detalle del regalo que recibe de un psicópata es demasiado evidente). Pero es sólo un punto de partida que acude a necesarios lugares comunes. el sicópata de ficción propio de la última década. Por otro lado, además del protagonista ambiguo (algo que siempre me gusta, la posición gris frente al blanco y negro, frente al bien y el mal como conceptos puros), debo reconocer la potencia de algunas imágenes, como esos cráneos y cerebros convertidos en macetas que protagonizan la segunda aventura, una vez se han asentado las bases iniciales de la trama. A ver cómo sigue la cosa, aunque que de momento se me hace lo bastante interesante como para darle más de una segunda oportunidad.

1 comentario:

Laura Carrara dijo...

<span>¿En quéTIENE 2 CARAS, DOBLE PERSONALIDAD, CÓMO ES' EN REALIDAD? estás pensando...?</span>