8.10.16
CRÓNICAS DE #SITGES2016 (III): THE NEIGHBOUR
Marcus Dunstan es un nombre ligado a la saga Saw como guionista y director de una pseudo explotación de esta, The Collector, que no estaba mal. Vamos, lo que se dice un tipo que lleva un tiempo picando piedra de género en la mina con cierta dignidad. Su nueva película juega sus mejores cartas en que es muy entretenida, va directa a lo que tiene que ir, y en que es extremadamente sencilla. De hecho ahí juega un poco al engaño, pero con gracia. Vale, la escena inicial es frenética, con ese montaje de cámara nocturna, rayado de celuloide y caña sónica, pero en realidad poco tiene que ver con lo que sigue y apenas se explica, pero bueno, no me quejo y mete en tensión. También juega al equívoco de ser un survival & torture porn que luego no es, sugiriendo cosas que luego no son porque todo es más sencillo de lo que parece por voluntad propia, y eso está bien. Y ese momento catártico con himno patriótico desvela un subterráneo matiz político a quien quiera verlo, porque ese vecino tan americano y tan familiar que mata conejos con su rifle no deja de ser una alegoría de la american gothic que votará a Trump dentro de unos días. Así que entre una cosa y otra, lo cierto es que pasé un buen rato con ella, y eso siempre es de agradecer.
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