13.3.09

INFANCIAS ALTERADAS

the ten-cent plague

Aunque puede verse por otros sitios, he escaneado la esplendorosa portada de Charles Burns para el The Ten-Cent Plague de David Hadju. Para Amazon, la mejor portada de libro del año pasado. No me extraña: si hay alguien capaz de recrear la fascinación juvenil por los tebeos de horror es el autor de Agujero Negro (master piece absoluta sobre la adolescencia). Flanqueado por los retratos de su mascota, de una familia rígida y de Eisenhower, primer presidnete de Atómica, un jovencito es seducido por la violencia grotesca de los tebeos. La portada del ejemplar que lee es una reinterpretación del Weird Mysteries #11 (Key, 1954) y sobre la cama podemos ver otra del ejemplar de The Perfect Crime que, curiosamente, he escogido para ilustrar el anuncio de mi charla en Castellón.Por desgracia, no hubo ninguna cabecera llamada Zombie Romance (pero hubiera sido muy hermoso).
"Soy un ejemplo de lo que les sucede a los chicos que leen cómics de horror."
Se lo leo a Burns aquí, aunque lo cierto es que nacido como es en 1955, es decir, justo el año de puesta en marcha de Comic Code, su infancia no se ajustaría a la de la ilustración en esos exactos términos, entre quemas de tebeos y audiencias televisadas. Lo cual no quita que fuera semejante en su infancia, cambiando a Eisenhower por Kennedy o Nixon y los tebeos precode por los de la Warren y similares. Burns inició su obra gráfica al amparo del magazine Raw de Art Spiegelman, nacido en 1948 en Suecia y llegado a los EEUU dos años más tarde. La explosión precode le pillo muy joven, pero aún así le afectó.

corcholis

La viñeta pertenece a Breakdowns, el álbum cuya edición española recomendaba efusivamente hace pocos días. El contacto de Spiegelman con los tebeos anteriores al code se produjo con inmediata posterioridad. La anécdota no deja de resultar curiosa: como a Art le gustaban los tebeos, su padre (todo lector de Maus sabe que entre otras cosas era un rácano de mucho cuidado) se los compraba a peso en el trapero. Y claro... ¿qué tebeos tenían la consideración de ser (aún más) basura en 1957? Los prohibidos. Los que atentaban contra la América soñada. Los subversivos.

spiegelman y el precode

Como ven, esta viñeta de Breakdowns! debe ponerse en paralelo a la portada de Burns con la que he abierto esta entrada, con la diferencia de que esta sí recrea una infancia alterada por los tebeos precode (aunque inmediatamente posterior a la histeria). Spiegelman, en este caso, no recrea las portadas sino que reproduce algunas de las más clásicas y conocidas.

Ayer fui breve en mi anécdota sobre la alarma social. Obviamente había que ponerla en paralelo con la reactivación de la caza de brujas del videojuego. Si a un joven aleman le da un yuyu berserker y propicia una matanza, la culpa es del Counter Strike como antaño lo fue de The Perfect Crime. Pero siempre podemos darle la vuelta al calcetín: Spiegelman y Burns fueron niños de infancia alterada por los tebeos de horror y hoy son artistas clave de la cultura contemporánea; y de los que subvierten, como debe de ser. Estoy seguro de que más de un padre de familia se prestaría a quemar su obra en piras públicas, aunque posiblemente le haría más ilusión hacer lo mismo con los videojuegos porque le respalda la certeza de que son la causa del M.A.L. Mi certeza es otra: el poder de seducción del horror ficticio en clave pOp no produce monstruos sino mentes intelectualmente inquietas, y dentro de pocos años un joven fascinado por los videojuegos creará obras de arte definitivas (y definitorias) del siglo XXI.

Bola Extra: unos tutubos a través de los cuales se puede ver fragmentado un corto de propaganda anti tebeos de los 50s. Las imágenes de los niños falsamente perturbados son impagables. Los tutubos corresponden a fragmentos del documental Comic Book confidential (1988) y de la presentación de Ten Cent Plague a cargo de David Hadju.






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