2.9.08

TUTUBOS AUSENTES: LA MÁQUINA DEL TIEMPO



El fragmento procede de Y Así la armaron los 3 superhombres en el Oeste (para mayor información, visiten la guía visual de la saga de los 3 Supermen). Les avanzo que el audio ha quedado un pelín desincronizado, pero no es algo que invalide el tutubo. El viaje temporal es un clásico scifi que ha permitido jugar con grandes paradojas y estupendos (o no) requiebros argumentales. En el pop de derribo la máquina del tiempo tiene una función más básica y primordial: por si sóla supone infinitos argumentos. Es la excusa perfecta. Si hay una máquina del tiempo, por cutre que sea, podemos situar a los personajes en cualquier contexto y acudir a los tópicos de cualquier género. Energía barata para la máquina. En el subproducto de donde procede el fragmento permite enviar a los 3 Supermen al Oeste, como bien indica el título. Aún así, no veran a los 3 eurohéroes en el tutubo, sino a los científicos inventores del artilugio. Actoralmente demuestran la clásica estridencia de la comedia mediterránea, pero prefiero centrar nuestra atención en dos aspectos:

1 - La mínima expresión tecnológica. Cosa propia (casi por definición) de la serie zeta. El Dr. Repronto lo explicaba muy bien aquí. Cuatro tuercas y un mínimo trabajo manual permite recrear uno de los más soñados artilugios scifi.

2 - El uso de materiales fílmicos de desecho. Si se fijan, el viaje en el tiempo consiste en: fragmentos documentales de volcanes, escenas (seguramente robadas) de una película de Gamera y escenas del peplum Los Últimos días de Pompeya (la versión italiana de 1959, con el cachas de Steve Reeves).

Pueden ustedes quedarse con que es cutre, que lo es, pero es más bonito pensar que con cuatro remedos uno puede entrener a la chiquillada, y hacerla disfrutar. Yo, al menos, me lo pasaba de puta madre cuando en el cine de mi barrio colocaban una de los 3 Supermen en el programa doble. Cultura popular. Y lo demás son tonterías.

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