5.11.04

SOCIEDAD BORDERLINE PUNTO SEIS : LEA TEBEOS

En 1954 el psiquiatra Frederic Wertham publicó el sensacionalista tratado La seducción del inocente. En él se culpabilizaba a la industria de los comic-books de ser la causa de una juventud rebelde y de la violencia de la sociedad. La preocupación de muchos padres acabó por desencadenar una comisión de investigación del senado norteamericano. Los tebeos eran un demonio que se había infiltrado en el seno de la feliz familia de los 50 y atacaba a sus retoños. Aunque sobrevivieron esta caza de brujas (con la triste aplicación de la autocensura), lo cierto es que los cómics quedaron marcados para siempre con el estigma de lo peligroso. En la actualidad han perdido gran parte del respaldo popular pero también se han convertido en un extraño reducto, una subcultura alejada de los mass media que cobija en su interior buenas muestras de libertad creativa (ya sea a través de la autoedición o incluso bajo el sello de las grandes editoriales). Así que mejor aprovechar mientras dure. Por mi parte paso a recomendar un autor, un personaje y una obra independiente hecha aquí.



Nacido en Glasgow en 1960, podemos calificar a Grant Morrison como unos de los gurús del poder de la imaginación y un autor de culto que curiosamente combina su papel de infiltrado en colecciones de éxito (en la actualidad se ocupa de los X-Men, tras el éxito de su JLA (13) ) con obras más personales. Criado, como tantos otros, al amparo de revistas británicas de los 80, como 2000 AD (Zenith) o Crisis (The New Adventures of Hitler), pronto dio el salto a los EE.UU. con una exitosa visita al manicomio donde se interna a los enemigos de Batman (Arkham Asylum) y recuperó un superhéroe olvidado, Animal Man, a base de filosofía new age (y un final cercano al Philip K. Dick de El hombre en el castillo). Además de alguna historia unitaria (Mata a tu novio, El misterio religioso) el aviso más serio se produjo con Doom Patrol (La patrulla condenada) un grupo de culto al que dotó de extraños personajes y enfrentó, entre otros, a hombres tijeras que recortan la realidad o a una Hermandad Dadá a la búsqueda del cuadro que se comió París. El terreno estaba preparado para Los Invisibles.



Se hace difícil hablar de la que es considerada la obra más personal del guionista escocés. La edición española ha avanzado a trompicones, con largas interrupciones cuando la historia tan sólo empezaba a tomar forma. Los invisibles son una célula anarquista, un comando de activistas revolucionarios de estética cool liderados por King Mob que lucha contra un raza de invasores seres dimensionales que tiene a la humanidad bajo control, aunque ésta no lo sepa. Muchos han opinado que The Matrix es un plagio de esta obra. Lo sea o no, Grant Morrison también la concibió como una experiencia mágica, además de psicodélica, para él mismo: cuando en el tebeo devoran el rostro de King Mob, la cara del escritor fue atacada por un insecto; cuando el mundo del personaje se desmoronó, la novia del autor escocés le abandonó para luego acabar muriendo de una extraña infección; cuando el guionista decidió que el protagonista tuviera pareja, él mismo conoció a una de idéntica a la presentada en el tebeo (14). La última creación de Grant Morrison se llama El asco y versa, entre otras muchas cosas, sobre una organización secreta dedicada a limpiar, sin que nos demos cuenta, la basura que generamos.

Buena parte de las obras más personales de Morrison han sido editadas al amparo del sello Vértigo de la DC Comics. No son las únicas obras de calidad que han publicado, ni mucho menos, pero dentro de nuestra temática de futurismo paranoico que ya está aquí bueno es recomendar el Transmetropolitan de Warren Ellis y Darick Robertson. La historia de un periodista cabronazo (inspirado en el demoledor Hunter S. Thompson (15) ) enfrentado al presidente de los EE.UU. (El Sonriente, que en realidad tiene a Blair como reflejo) en un futuro cercano superpoblado y neurótico: inteligencias artificiales drogodependientes, alucinadas modas (cirugía estética alienígena), proliferación de sectas y religiones a cual más alucinada, brutal estratificación social, televisión omnipresente y mucha basura.



¿Y todos estos tebeos han de ser de ingleses y venir desde los EE.UU? Pues no necesariamente: la sociedad borderline española también ha inspirado buenas viñetas y el ejemplo que hemos escogido es Dinero, Revista de poética financiera e intercambio espiritual realizada por Miguel Brieva y editada por Ediciones Doble Dosis. Coge prestada la imaginería feliz de los 50, el futuro inocente que soñaban para final del siglo XX y la palabrería propia de la propaganda ideológica, Dinero es un maravilloso catálogo de eslóganes cínicos para el capitalismo hiperdesarrollado de nuestros días. Miguel Brieva también colabora en Recto, (dos números editados números hasta la fecha) junto a otros dos tipos a los que es bueno seguir la pista: Miguel B. Nuñez y Paco Alcázar.



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(13) La Liga de la Justicia de América, el supergrupo de la DC del que forman parte iconos del comic-book como Superman, Batman o Wonder Woman.

(14) Grant Morrison explica todas estas experiencias en el libro de entrevistas de Mark Salisbury Los secretos de los guionistas de comic book (La Factoría de Ideas, 2001).

(15) Hunter S. Thompson es el periodista politoxicómano que escribió, entre otras cosas, esa especie de libro de viajes lisérgico y autobiográfico que es Miedo y asco en Las Vegas, obra cumbre del periodismo gonzo.

ANOTACIÖN ANUMÉRICA: Era mi intención no comentar cosas hasta el final, postear el artículo tal y como salió y luego añadir anexos y demás. De todas formas conviene indicar (al margen que es el apartado donde más se nota que el limite de espacio obligaba a recortar e ir rápido) que la edición de Transmetropolitan está a punto de acabar en nuestro país, que Norma parece decidida de nuevo a publicar Los Invisibles, de la que sólo es posible encontrar el primer gran arco o volumen, quedando pendientes otros dos, y, finalmente, que Miguel Brieva es bastante más conocido que hace año y medio. Recto, por cierto, ya tiene un reciente tercer número (aquí, a mi lado, presto a ser leído y reseñado en breve, o eso espero).

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