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31.12.07

TRAIGO EN UNA CAJA

Dos hombres viajaban en el mismo compartimento del tren. No se conocen. Da la casualidad de que viajan juntos. Uno de ellos tiene en su regazo una caja de cartón con agujeros en la tapa. Despues de un rato pensando en lo que puede haber en la caja de su compañero de viaje, el otro hombre no puede contener su curiosidad.
Dice: “Perdone, pero no he podido evitar fijarme en su caja. ¿Es que lleva alguna especie de animal?”
El otro hombre, aunque obviamente sorprendido por la impertinente intrusión de un extraño, sonrió educadamente al responder: “Tiene toda la razón. Ciertamente hay un animal en esta caja, y más aún, debo añadir que el animal en cuestión es una mangosta.”
El primer hombre que había preguntado se quedó atónito ante la revelación. Agitado por la sorpresa, busca explicación a la provocativa confidencia de su compañero de viaje.
“¿Una mangosta? Señor, debo confesarle que esperaba que fuese un gato, o un conejo, pero no una criatura tan exótica y excepcional. El animal que menciona excita tanto mi curiosidad que debo rogarle, señor, que me cuente más. ¿A dónde se dirige con ese espécimen, si puedo preguntárselo?”
El otro hombre, el que sostenía la caja sobre sus rodillas, suspiró al replicar. “Bueno”, dijo, “es un asunto personal, ya que concierne a una tragedia familiar. Sin embargo, como sé que puedo confiar en su discreción, no me importa compartir mi relato desgraciado con usted.”
“Verá”, continúa el hombre, “esta lamentable historia habla de mi hermano mayor. Siempre ha sido lo que supongo que se llamaría la oveja negra de mi familia. Durante muchos años se ha dado a los más vulgares y comunes de los vicios, de los cuales el peor es su afición por las bebidas alcohólicas. Su alcoholismo ha llegado al punto de los últimos estertores del delirium tremens. Ahora mi hermano ve serpientes por todas partes, y ese es el motivo de que le lleve la mangosta, para que se deshaga de ellas.”
“Perdone”, interrumpe el otro hombre, confuso, “pero esas serpientes que ve su hermano... ¿No son imaginarias?”
“Cierto”, replica su compañero de viaje, “pero esta...” y señala elocuentemente la caja agujereada que tiene en su regazo... “es una mangosta imaginaria”.

Fábula que gustaba de explicar Aleister Crowley. La he extraído del número doce de la Promethea de Alan Moore. Me gusta la idea de que este blog también es una caja con agujeros.

LA FRONTERA


En los comentarios del post sobre las medusas gigantes que corretean por las costas de Japón Deka Black enseguida recuerda que la Toho rodó una película sobre una medusa gigante llegada del espacio exterior. La película es Dogora, rodada en 1964 por un Ishiro Honda en plenitud de facultades. El otro filme de Honda al que recuerdan esas medusas hermosotas, es Yog, al que habitualmente se le añade el subtítulo de The Space Amoeba pese a que el bicho es más bien un calamar. Rodada en 1970, es el penúltimo kaiju de Honda, posterior a la decepcionante La isla de los Monstruos (donde Honda quiso hacer un cuento con Godzilla, su declaración de amor a la magia del kaiju, y le salió mal) y anterior a su despedida, la extraña y fascinante The Terror of Mechagodzilla que cerró la etapa clásica. No he visto ninguna de las dos, y no sé la razón. Bueno, la falta de tiempo es una razón, claro, pero la magia que Honda imprime y la satisfacción que me produce bien que me facilitan su visionado, y más cuando la red las pone a nuestra disposición y encima gentes generosas se molestan en subtitularlas.

Yo estoy de acuerdo con Kurosawa y también pienso que Honda era grande, grandioso, maestro indiscutible del cine fantástico. Rebosantes de colorido y con un sentido de la maravilla inigualable, que traspasa el celuloide y se imprime también las fotografías y carteles. Honda se tomaba muy en serio lo de rodar a señores disfrazados de monstruos que asolan Tokio. Se lo tomaba en serio porque no es cosa de broma. Ante esas películas se pueden tomar muchas actitudes, la mayoría erróneas. La benevolencia, el desprecio, la misericordia, la risa ignorante. Cuatro reacciones posibles que me dan rabia y no merecen mi respeto. Honda era grande por sí mismo y llego a la conclusión que lo correcto es dejarse llevar y admirar la belleza imposible de sus imágenes. Les dejo algunas imágenes de Yog y de Dogora. Déjense llevar por ellas a los territorios de la fantasía sin complejos. Si despiertan magia y fascinación en su interior es que son ustedes de los míos. Están ustedes en el bando correcto. Y si no es que son ustedes unos tristes y mejor se me van a celebrar el año que muere, que nosotros celebraremos el que viene.








Bola Extra. Los italianos, como siempre, marean la perdiz y meten mano como pueden: Godzilla es el protagonista absoluto del cartel de Dogora.

30.12.07

GUERRA QUÍMICA EN DISNEYLANDIA

Buenos días, Sr. Briggs. Este hombre es Imry Rogosh, más conocido como “El monstruo”. Está especializado en asesinatos en masa que generan anarquía social y política. Éstos son algunos ejempos de su trabajo: África del Norte, Bombay, Rio de Janeiro. Ayer descubrimos que Rogosh lleva una semana en Los Ángeles. Ha comprado un billete de vuelta para mañana por la noche. Dado el historial de Rogosh, el Secretario considera que la vida de los miles de habitantes de Los Ángeles peligra si no descubrimos y neutralizamos su plan. Dan, nuestros expertos consideran que Rogosh es indestructible, hagamos lo que hagamos. Sin embargo, su misión, en caso de aceptarla, será acabar con Rogosh lo antes posible. Destruya esta grabación como de costumbre.

Operación Rogosh, el imperdible tercer episodio de Misión Imposible, reseñado en Elitevisión.

27.12.07

LA LIBRETA DE COLOMBO Y LA ESFINGE DE LOS HIELOS

principes valientes




"Ya he leído en esos días la adaptación en viñetas de La vuelta al mundo en ochenta días dibujada por Torregrosa, que hizo, también en Joyas Literarias Juveniles, la trilogía de Verne formada por Los Hijos del Capitán Grant, Veinte mil leguas de viaje submarino y La isla misteriosa, y de esta manera subordinada, sin haber conocido todavía a Julio Verne en sus libros, estoy convencido de que ser escritor es ser un Julio Verne, quizá porque he intuido que un escritor de raza está por encima de sus libros, que a un escritor cuando cuaja ya no le son necesarios los libros, porque su obra se vuelve invulnerable y se escapa de ellos, y se va metamorfoseando en tebeos, en películas, en sellos, en plumieres escolares, en escenas publicitarias o domésticas, en nombres de restaurantes y de bares, en cultura popular, en lo que sabe la gente sin necesidad de saber demasiado."

Vaya por delante que la Navidad es una puta mierda y que Javier Pérez Andújar es amigo, o le pretendo amigo. Y que sus Príncipes Valientes han salvado, este año, mi Navidad. Llevé la novela a casa de mis suegros para iniciar allí su lectura, y ahí me recluí unas horas, en la terraza, pasando páginas mientras mi fama de tipo familiarmente ausente (“estuvo antipático”, comentaban ayer por teléfono) se acrecienta. Regresamos a casa y seguí leyendo. Y a las tres de la mañana me descubrí subido a un renqueante taburete intentando alcanzar mi ejemplar de Los Hijos del Capitán Grant en edición de Bruguera (Colección Historias Selección, 1967) para intentar perderme en sus viñetas de la misma forma en que Javier Pérez se perdió en ellas de niño. Intentando así empaparme aún más de la magia que desprende este libro fabuloso. Intentando buscar sus Minas del Rey Salomón por si acaso eran las mías.

Los Príncipes Valientes me han enamorado con su prosa, que es hermosa (y todo lo que rima es verdadero). Los Principes Valientes emocionan y declaran su amor y gratitud a la cultura popular, a las novelas juveniles, a los tebeos, a las series de televisión. Y son terriblemente sinceros, honestos, de verdad, porque son Javier Pérez hablando de las cosas que le gustan. Le veo en la tele, loando El Quijote de forma dicharachera, venciendo timidez con ilusión. Y le veo en la mesa de un bar, tomando un café frente al mercado de San Antonio y comentando tebeos de Bruguera. O frente a una tapa de pulpo mientras nombra a Pan Tau o Kojak. Leyendo Los Príncipes Valientes descubro su pasión por Colombo y me doy cuenta de que Pérez tiene mucho de Colombo. Y me asombra leer que en su libreta anotó paralelismos entre la crisis del petróleo y Los Laureles del César.

Embebido en la poesía que desprende, a raudales, Los Príncipes Valientes, busco mi infancia entre sus páginas. Y la encuentro. Yo no vivía en el extrarradio del río Besos ni era hijo de emigrantes. Desde un enorme sobre ático del Ensanche, casa de mi abuelo y de mis tíos solteros, una casa sin mujeres, observaba casi toda Barcelona. Casi toda. Del Tibidabo a Montjuich, pero no el Besós. Si acaso las tres chimeneas humeantes que son su seña de identidad. No éramos La Familia Ulises y sí una familia muy rara, que flotaba entre licores y tabaco de picadura mientras se recreaba en un cinismo acomodado plagado de humor negro y escatología. Además, yo siempre me sentí del Llobregat, río que cruzaba varias veces por semana, mientras el Besós me sonaba a lugar lejano donde Cristo perdió el gorro. Y aún así la encuentro.

Me busco en las páginas de Los Príncipes Valientes porque, aunque yo viviera en un sobre ático y Pérez en un bloque, los niños no entienden de esas cosas y comparten otras más intensas: la misma tele, los mismos tebeos, las mismas novelas y los mismos gorros de Daniel Boone (que coge su escopeta y hace pum). Me busco en las páginas de los Príncipes Valientes porque Pérez, yo y tantos otros somos baby boomers del franquismo pop, que guardábamos tebeos en cajas, bajo la cama o el armario, tebeos que uno no sabía muy bien cómo llegaban o cómo se iban de nuestras manos pero que ahí estaban, tebeos que eran de lo primero a buscar cuando se iba a casa ajena, en pos de huecos ansiados y nuevos embrujos. Eran tebeos generosos que nos dejaban pasar horas en su interior y nos acompañaban mientras veíamos Todo es Posible en Domingo y mientras transitábamos de dictadura a democracia en un país que llenaba sus suelos y sus sueños de papeles y siglas.

Me busco en las páginas de Los Príncipes Valientes y me encuentro. Yo también quería ser escritor, y así lo dije siempre, y me sorprende descubrir, gracias a Pérez, que quería ser escritor porque las Joyas Literarias Juveniles de Bruguera y las películas del sábado por la tarde nos estimulaban de tal manera que queríamos ser como Verne o Salgari ya que no podíamos ser Nemo o Sandokán. También me encuentro, entre las palabras tan bien puestas de Los Príncipes valientes, como un niño fascinado por La Esfinge de los Hielos y por Arthur Gordon Pym, descubriendo, como quien descubre un tesoro secreto, los vínculos que unen a Poe con Verne, y estremeciéndome con el color del terror verdadero, que es el blanco. Y descubro, gracias a Pérez, que el Polo Norte es aventura y el Polo Sur puro pavor. ¡Tekeli-li! ¡Tekeli-li!

Los Príncipes Valientes me ha dejado, ayer y aún hoy, trastornado y somnoliento, también soñador. Me he buscado entre sus páginas y ahora me doy rabia, porque son páginas tan sinceras que me siento impostor, porque Los Príncipes Valientes son Ruiz de Hita y Javier Pérez, que es un tipo cargado de ternura al que me gusta escuchar, y la próxima vez que le vea me esforzaré en no interrumpirle como hago siempre, porque si le interrumpo no va decir nada y me va a escuchar. Y yo voy a salir perdiendo.

24.12.07

NOSOTROS SOMOS LOS WOOKIES



¿Qué? ¿Cómo? y lo que es más importante... ¿Por qué? La respuesta, en Elitevisión.

TEBEOS!!! (IV): DEJANDO SUELTA LA BEDÉ

El pasado 4 de diciembre dedicaba mi radiofónico aporte semanal sobre historieta a recorrer algunas novedades recientes pertenecientes a la llamada Nouvelle BD y ahora, con retraso, utilizo el guión como base para declarar públicamente mi amor hacia este grupo de afrancesados franceses que hacen tebeos sin parar. Y digo yo que deben de tener algo de tirón popular entre los lectores españoles ya que en pocos años su producción (originalmente más dilatada en el tiempo, aunque déjenlos correr) se adentra a empujones en nuestras librerías. A mí ya me está bien porque me resultan adictivos. Como más les leo más me gustan y disfruto de su libertad y aparente inmediatez. Desconozco como afrontan su obra y trabajo pero me da la impresión de que se plantan en su estudio y dibujan poseídos por un impulso creativo que siempre mira hacia delante y nunca se detiene. Es curioso porque releyendo el Popeye de Segar tengo la misma sensación de vértigo y pausa. Libertad creativa en manos de gente que intuye qué hacer con ella y la dejan fluir; puro deleite.

Creo que eso les conecta con la subcultura pop, tema central de este Blog Ausente. Quizá sorprenda tamaña afirmación, pero yo la veo cargada de sentido. Acepto que son muy franceses y que cargan con la patina de lo intelectual, y no diré que no, pero dibujan y escriben con pulsión febril, como si fueran autores de bolsilibros, y ahí hay un vínculo. Ahí y en su amor por los géneros, a los que se acercan de una manera tan desvergonzada que levanta mi pasión. También lo hacían los italianos de la serie bé fílmica, así que no debería extrañar que, en parte, yo los vea así, como un vendaval creativo que no se lo piensa dos veces a la hora de ser generoso en derroche imaginativo.

Los Buscadores de Tesoros: 2. La Ciudad Fría de David B (Sins Entido)


Anda que no han tardado en publicar por aquí la segunda entrega. Compruebo que, por desgracia, no hay un tercer álbum editado al otro lado de los Pirineos y seguro que eso explica en parte el retraso. Me jode saber de una nueva larga espera y me conformo pensando que al menos obligará a una relectura de los dos álbumes. No se pueden ni imaginar lo mucho que disfruto con los dibujos de David B. Me pierdo entre sus viñetas desbordantes de barroquismo naïf. Menudo sinsentido eso del barroquismo naïf, pero yo no sé como describir tamaño derroche visual, con todos esos montones de guerreros salidos de inexistentes bajorelieves sirios, asirios, mesopotámicos, persas, bizantinos y qué se yo. Y sí, me descubro deslumbrado ante sus viñetas mientras avanzo en a lectura de una aventura donde la magia del cuento del Medio Oriente medieval hace guiños al imaginario surrealista. Joder cuanta belleza, me cago en Dios.


Gus de Cristophe Blain (Norma)



Y me voy a seguir cagando en Dios porque el Gus de Blain es incomensurable. Yo a Blain ya lo admiro mucho por Isaac el Pirata pero es que con este western me ha dejado espatarrado en el sillón orejero, y en su lectura cada dos por tres me sorprendo pensando que este tío es genial. Creo que incluso en un par de ocasiones lo he exclamado en voz alta para que doña absenta se me quede mirando (aunque me abstengo de deternerme en ella porque debo seguir leyendo). Gus es un tebeo del oeste protagonizado por el pistolero que le da título y sus dos compañeros de fechorías. Roban trenes y bancos desplegando una inusitada violencia, pero pronto esta actividad se resuelve casi elípticamente y todo gira alrededor de la camaradería de la banda, al fin y al cabo uno de los motivos preferidos del western, y también en sus aventuras sentimentales.

Y es ahí donde el asunto se vuelve tan inusual como genial. Blain imagina un salvaje oeste bucólico poblado de esposas infieles y jovencitas libertinas entre las que corretean los tres protagonistas, de cama en cama y con ese naturalismo irreal y expresionista que le es propio. De nuevo un adjetivo raro, pero ya dije que no sé muy bien como explicar estas cosas. Los tres protagonistas son pistoleros feos y malolientes que se van de ligue y se enamoran en un Oeste que casi parece la corte de Luis XIV. Descansan tumbados en prados y se aburguesan en cabañas para luego salir como posesos para soltar cuatro tiros bien dados (y bien dibujados). Y si a eso suman los dibujos de Blain, joder, es que estamos ante uno de los mejores cómics que he leído en tiempo. A mí de Blain me fasinan los ojos de sus personajes, por cierto. Bueno, en realidad me fascina todo, pero los ojos de manera especial. Joder, es que es la hostia.

Socrates el Semi Perro: 2. Ulises de Joann Sfar i Blain (sins entido)



Blain colabora con Sfar en diversos projectes. Uno es este Sòcrates el Semi Perro que aúna con desparpajo dos legados de la Grecia Clásica: la filosofía y la épica heroica. Argumentalmente es puro Sfar, pero Blain se deja llevar y se suelta entre esas páginas de seis viñetas habituales en la Nouvelle Bedé sfariana. El contraste entre cristalinos azules de calma chicha y oscuras tormentas es brutal, realzando un tono entre lo dicharachero y lo trágico, entre lo liviano y lo ominoso, que parece imposible de unir con tanta frescura.

El semiperro parlanchín tiene un evidente paralelismo con el gato del rabino, aunque aquí el personaje al que servir como Pepito Grillo es Heracles, arquetipo del machote brusco sobre el que se reflexionaba mucho y bien en la primera entrega. En esta segunda se atreven con una genial secuela de la Odisea en la que Ulises entra en crisis, cae víctima del aburrimiento y abandona de nuevo a su familia en pos del viaje aventurero y la añoranza del sexo entre hombres viriles. La tragedia griega también hace acto de presencia, así como un cíclope vengativo y una predestinación del líder heroico que es una maldición.

La Mazmorra – Amanecer: -84. Despues de la lluvia de Sfar, Trondheim i Blain (Norma)



Aprovecho mi voluntaria inmersión para atacar mi arco preferido de La Mazmorra, serie sobre la que ya escribí. Poco puedo añadir más allá de insistir en lo mucho que me gusta este folletín de capa y espada que es Amancer. Tan sólo apuntar que se saltan unas cuantas entregas (de la –97 a la –84) sin que se note y reafirmando mi idea de que el impulso creativo con el que trabajan les obliga a tener siempre la vista hacia delante, sin mirar atrás. Y también apuntar lo mucho que me gusta esa siniestra ciudad que Blain dibuja, plagada de torres y escaleras que caracolean entre nieblas y oscuridades expresionistas.

Las increíbles Aventuras sin Lapinot: 10. Las Aventuras del Universo de Lewis Trondheim (Norma)



Esta lectura, en cambio, me ha dejado a medio gas. Desconocía que nada tenía que ver con Lapinot, cuya última aventura me dejó maravillado. Pensaba, iluso de mí, que la cosa retomaría al grupo de amigos y, en cambio, me encuentro con el ya conocido Trondheim autobiográfico y reflexivo, que sí, que vale, que está bien verle desnudar sus contradicciones y su aparente antipatía, pero que para eso La Maldición del Paraguas es mucho mejor por ser menos anecdótica. Además, el retraso con el que nos llega esta serie le hace mucho daño pues sus apuntes sobre una actualidad que tiene más de un lustro, y que es localista, resta enteros y envejece mal. Además, qué coño, metido como estoy en los reinos de la imaginación este aterrizaje no me venía de gusto.

Las Olivas Negras: 2. Adán Harishon de Emmanuel Guibert i Sfar (Kraken)



Guibert es el encargado de ondear el estandarte de la linea clara entre las huestes de la Nueva bedé, aunque su magistral trabajo en El Fotógrafo aportaba mucho más que eso. La historia de Sfar reincide en abordar el judaísmo, esta vez en clave mucho más histórica, ambientada en la Judea ocupada por el Imperio Romano. Mira con sorna viejas tradiciones culturales y persiste el tono de aventura casual y cotidiana que tan bien domina. Uno no puede evitar pensar en La Vida de Brian al ver al grupo rebeldes judíos que luchan como pueden contra la invasión. Es un buen tebeo, pero estar rodeada de genialidades le hace algo de daño, a qué negarlo. Eso sí, la magia persiste y está ahí.

El Minúsculo Mosquetero de Sfar (Norma)



Reconozco que el primer álbum del mosquetero menguado y trasladado a una dimensión diminuta me dejó con la sensación de obra menor. Tenía su gracia ver como se enfocaba el asunto desde una perspectiva peculiarmente satirírica sobre el machismo inherente a todo héroe que entre duelo y espadazo ejerce el salto de cama vestido de época (cosa que emparejaba con el primer Semiperro). Y así, con ese recuerdo, me enfrento a los ábumes segundo y tercero y me quedo sin palabras. El segundo, La filosofía en la Bañera, es la hostia. Sfar se desparrama visualmente y sus viñetas empequeñecen como el protagonista para narrar una serie de aventuras que aúnan fábulas submarinas, gorgonas, jamonas cosacas y hembras que sólo entregan su amor ante la labia filosófica. Es impresionante y desde ya uno de mis Sfar favoritos. El tercero, Con el Amor no se juega, mantiene el tono estupendamente con una historia en la que el protagonista emula a Crusoe y pracitica el surf y el sexo con nativas caprichosas. La libertad, la frescura, el dejar fluir la aventura siguen ahí, para gozo y disfrute del adicto en el que me he convertido.

Y es aquí donde retomo mi introducción. Les hablaba de escarbar en la nueva bedé para localizar subcultura pop. Una idea arriesgada, pero sólo hay que pasar lista: gorgonas, pistoleros con gabardina, encapuchados con capa y espada, mosqueteros, cíclopes, califas, cosacos, héroes mitológicos, monstruos, náufragos, legionarios romanos, sortilegios y sexo. Todos desfilan ante nosotros como quien no quiere la cosa y pensando en sus cosas, sin límites porque la imaginación no los tiene, y sacudidos por la pulsión creativa de sus creadores. Como Godzilla. Como las vampiras de la Hammer. Como los argonautas de Harryhausen.

23.12.07

EL CROSSOVER PRIMITIVO Y STEAMPUNK QUE NUNCA FUE


En plena moda de jamonas primitivas perseguidas por tiranosaurios, la Hammer quiso dar un paso más e intentó llevar a cabo un proyecto bello: Zeppelin versus Pterodactyls. Crossover de fuerte aroma pulp que pretendía unir el steampunk propio del transporte aerostático con uno de los más evocadores legados de la paleontología. Desgraciadamente, los efectos especiales requerían de una inversión que la productora británica no pudo reunir. Curiosamente, fue la rival Amicus quien unos años más tarde realizaría el simpático tríptico La Tierra Olvidada por el tiempo (1975), En el corazón de la tierra (1976) y Viaje al Mundo Perdido (1977) inspirado en las obras de Edgar Rice Borroughs, al fin y al cabo verdadero padre del fracasado proyecto de la Hammer. Que la Amicus triunfara donde no pudo ésta, y al margen de la posible competencia entre las dos productoras británicas, fue un pequeño momento de justicia pop pero aún así uno no deja de admirar la hermosa insensatez de proponer un proyecto que es concepto puro, y como concepto puro va y lo estampan en el título. Porque todo lo demás daba igual. Tan sólo Pterodáctilos y zepelines. ¿Quién querría más? También se desprende una cierta tristeza al pensar que no fue posible, una tristeza que impulsó a que alguien, en el Tutubo, tomara prestados pedazos de seriales de los 40 para invertarse un serial previo que tampoco existió. El buen gusto y la elegancia de sus creadores se confirma al final prometiendo un Capitán Nemo interpretado por Terence Stamp. Bella firma que despeja atisbos de fake y realza el acto de amor acometido.

AUSENTE EN POP


Javier Molinero hace arte pop para tiempos pop. Porque sin duda vivimos tiempos pop, y a mis post de esta semana me remito: amazonas vírgenes, monstruos submarinos y supervillanos. Una semana infernal, por cierto, tan infernal que he tardado más de una semana en agradecer la ilustración que Javier subió el otro día bajo el inteligente título de A mí lo que me gusta es El Blog Ausente. Y a mí me gustan sus dibujos, en blanco y negro o en color, repletos de chicas sexy que mascan chicle o saborean piruletas. Chicas que han hecho cosas muy malas y por eso te miran con complicidad y alevosía.

19.12.07

LA FELICITACIÓN AUSENTE

navidad 07 - 1


Y sí, como persona cabal odio la Navidad, auqnue mi participación en determinados eventos grupales pueda hacer pensar lo contrario. Por cierto, tan bella felicitación navideña está sacada del imprescindible Celtiberia Show de Carandell.

navidad 07 - 2

17.12.07

DOSCIENTAS

La Brigada de Amazonas Vírgenes que protegen a Gadafi se compone de 200 jamonas entrenadas para matar y morir por su lider. Una veintena de ellas le acompañan en su primer viaje a España. 300 espartanos no tendrían nada que hacer contra ellas.

15.12.07

MANEELY Y EL HORROR PULP: LA SELECCIÓN

Como les prometí, continúo la reivindicación de Joe Maneely que tiene como punto de partida mi texto para el número cero de Interzona. Seleccioné diversas viñetas que me parecían bellas y definitorias del trabajo de este grandioso dibujante durante la edad de oro del tebeo de horror yanqui (1949-1954). Obviamente no todas podían aparecer en la revista, así que la mayoría ni siquiera las envié junto al texto y de las que envié sólo una lo decora (las otras dos ilustraciones que aparecen son las dos espectaculares portadas ya vistas por aquí). El resto las guardé pensando, precisamente, en hacer con ellas este post que, de hecho, tiene entidad propia más allá de su carácter complementario respecto al texto impreso. Así que no me demoro.

3 -cuando el vampiro llama_WEB

En la historieta de horror clásica la primera viñeta tiene una importancia vital. Normalmente ocupa media página y debe suponer un impacto introductorio. A menudo es una especie de resumen flashback que se guarda varias cosas bajo la manga. La que tienen aquí arriba procede de la edición española en Escalofrío Presenta (Vertice) de When The Vampire Calls, publicada originalmente en Adventures Into Terror #10 (1952) y luego recuperada en los 70 como complemento de la revista Marvel en blanco y negro Vampire Tales. En esta ocasión la introducción es bastante potente, con el cadáver desangrado en primer plano que sirve para una historieta narrada en primera persona.

4 - love story_WEB

Otra grandiosa viñeta inicial, en esta ocasión procedente de Love Story, publicada en Spellbound #14 (1953) y sacada de su publicación como complemento en un tebeo Vértice (no apunte cuál). La historieta narra el enfrentamiento conyugal a base de vudú de una pareja de exploradores y la viñeta es ideal para admirar muchas cosas, entre ellas ese nervioso e inquietante rayado de fondo o la aptitud de Maneely para dibujar seres humanos cargados de maldad, uno de sus rasgos más definitorios, que yo he bautizado como Rostros Aviesos.

The Little Black Box 1 w

Black Box p1

No deja de ser curioso que Maneely dibujara dos historias con el mismo título: The Little Black Box. Y en el mismo año, 1952. La primera apareció en el Mistery Tales #1 y la segunda, que es con la que yo me quedo, en Suspense #17

The Man Who Lived Again p1 w

Publicada en el segundo número de Suspense (1950), esta me parece muy divertida y llena de dinamismo, además de aparecer un platillo volante, que es objeto que embellece toda ficción pop de los 50's.

The Tough Guy p1 w

The Tough Guy, historieta sobre el exceso de esteroides y buena muestra para comprobar la carencia de bondad de los seres humanos que dibujaba Maneely en los tebeos de horror. La historieta se publicó en Journey Into Mystery #8 (1953).

Your Name is Frankenstein! p1 w

Para acabar con las viñetas introductorias, la visión clásica y canónica del monstruo de Frankenstein aparecida en Menace #7 (1953).

6 - Donde_WEB.

Si en la historieta de horror la viñeta inicial es importante, la final aún más. Una vuelta de tuerca sorpresiva que debe combinarse con una imagen que quede grabada a fuego en la mente del lector. Yo no sé ustedes, pero el final de When the Vampire Calls que tienen aquí arriba me parece una maravilla de iconografía vampírica.

Today i am a man - Beware 03 - reprint_WEB

En Today I Am a Man (en Beware #3, 1954) el cazador de androides protagonista descubre que él también es un androide. Me suena de algo.

Dead Man's Escape - Adventures into Terror 11

Y en caso de duda, pulpo gigante. El pulp de derribo no se anda con tonterías. La viñeta procede de Dead Man's Escape (Adventures into Terror #11, 1952).

The little black box - suspense 1_WEB

Entre la viñeta inicial y la final se desarrolla la historia (de cajón, vamos, menuda obviedad acabo de soltar). El panel narrativo de cuatro viñetas es muy habitaul en los tebeos de horror de la época. Probablemente formaba parte del libro de estilo de la Atlas. Aquí tenemos a la vieja bruja de The Little Black Box colándose en una habitación hacha en mano. Genial.

5 - the little black box - suspense 3_WEB

Otra genialidad procedente de la misma historieta. Un asesino se introduce en un dormitorio. Narrado bajo el punto de vista subjetivo del matarife, Maneely se adelanta en un par de décadas a una secuencia clásica del giallo y los slasher.

-the little black box - suspense 2_WEB

Sin movernos de The Little Black Box (que a estas alturas se descubre como una auténtica master piece), un panel de viñetas animal y descriptivo del inquietante ambiente nocturno de un cementerio. Les recomiendo que comparen con el inicio del clásico de la animacióm The Skeleton Dance.

the specimen v1

Brutal plasmación gráfica de un recuerdo en clave flashback. Procede de The Specimen (Mystery Tales #9, 1952).

specimen v1

Una de las cosas que más me gustan de The Specimen es que plantea una venganza a cargo de Sea Monkeys, los bichejos que se vendían por correo en esos mismos tebeos, en una variación de la clásica historia del humanoide anfibio con ánimo procreante.


The Room Without A Door - strange tales 5 - 08_WEB 7 - En la casa fantasma_WEB


Y para acabar, algunas viñetas sueltas que redondean este recorrido por el arte de Joe Maneely como dibujante de tebeos de miedo: criminales en fuga, ancianas brujas y espectros resucitados. Bonito ¿eh?.

If the shoe fits - strange tales 8_WEB

12.12.07

INTERNET, O LA HERMANDAD DE SATÁN


Sufro mientras intento reubicar el tiempo y mimo que El Blog Ausente requiere pero que la rutina se empeña en expulsar. Mientras, encuentro consuelo y vitaminas tan poderosas como descubrir la existencia de un tiranosaurio nazi en tebeos de la Hillman como Clue Comics. La Golden Age tiene estas cosas y muchas más, y los últimos meses he ido descubrieno una serie de tebeos añejos que si no fuera por internet y las descargas directas jamás hubiera imaginado siquiera de su existencia. Se amontonan en mis discos duros esperando análisis y lecturas detalladas que igual y nunca llegan. Pero bueno, me conformo con ese pedeefe de la historieta con dinosaurios gigantes nazis que That's My Skull ha tenido la generosidad de recuperar (y El Emperador de los Helados la bondad y acierto de recomendar).


Mientras observo, absorto, estos bellos titanes darse de hostias cargadas de ideología (verdegamada versus violenta), recibo muy oportunamente un correo de Andres HH instándome a ver el trailer que les dejo justo abajo. Como bien dice en su post, ya lo habían colgado Crazy Japan o Contrarutina, blogs muy queridos por aquí pero que no he visitado estos últimos días. Y a estas alturas de la semana el tutubo ha perdido todo lo que tiene de novedad. Soy muy poco dado al repique blogueril, pero si miran el trailer (cosa que recomiendo efusivamente si aún no lo han visto) lo entenderán.



Supongo que a muchos lo primero que les vendra a la cabeza es Planet Terror. Y pensarán bien, ya que al fin y al cabo ese es el tipo de efecto dominó que mueve sin freno y eternamente el pOp de Derribo. Si un año tienes a una jamona con la pierna amputada, al siguiente a una japonesita manca, de la misma manera que a Tiburón le siguió Susan George en pelotas cazando tintoreras junto al inquietante Hugo Stiglitz. El problema, o lo que hay que decir, es que Planet Terror es sólo la ficha inmediatamente anterior que cae sobre esta, pero la hilera es larga y se hunde en tiempo inmemorial hasta nuestros antepasados de las cavernas. Cualquiera que haya leído tebeos de Jodorowsky habrá, al menos, intuído la poderosa simbología que se oculta tras el héroe tullido, pues todos los héroes de verdad deben ser tullidos. Aunque sean héroes tan poco reconocibles a primera vista como el Alonzo de Garras Humanas. Y cualquiera que se halla adentrado en el cine oriental de espíritu pulp sabrá de luchadores mancos, espadachines mancos, samurais ciegos, o ciegos y tuertos, y hasta de una luchadora sordomuda que usa sus katanas como retrovisores. En definitiva: todos ellos conforman un icono pop tan poderoso y evocador como Godzilla (y por eso cuentan con su propia sección ausente). Si le suman colegialas, yakuzas, ninjas, sierras mecánicas y un argumento basado en el rape and revenge entenderán porqué One-armed Machine Girl debe tener presencia por aquí: es un orgiástico festival de símbolos.


Y ahí andaba yo, hundido en mis meditaciones alrededor de los dinosaurios nazis y las heroínas tullidas de última generación cuando he caído en la cuenta que debía comentar que Frunobulax, a quien tuve el honor de conocer en persona hace unos días, se está tomando la molestia de escanear los primeros Mondo Brutto, ese fanzine que admiro y al que considero una de mis máximas influencias (o eso me gustaría). Ya he comentado varias veces lo orgulloso que estoy de mi modesta participación en números recientes, y aunque hace un par que falto a la cita, espero poder remediarlo en breve. Y para ir terminando: como colofón a la primera temporada de las Reflexiones de Repronto, se han subido unas fotos del equipo que lo ha hecho posible. Ni qué decir tiene que salgo muy guapo y apuesto. Y todo, absolutamente todo, del tiranonazi rex al Mondo Brutto, y de la oriental manca al Dr. Repronto, está diabólicamente interconectado entre sí. Esto es La Hermandad de Satán. Alabado séa.

LA ENAJENACIÓN QUE DESAFIÓ AL MUNDO (LV)

¿Que tiene que ver Crimen y castigo, una de las obras cumbres de la literatura universal, análisis magistral de la mente de un criminal y sus remordimientos, con la descripción morbosa y pormenorizada (otra mas , y van…) de las actividades de un psicopata, tan de moda actualmente?. Nada.
Comentario de un lector a la divertida descontextualización que sobre un artículo de Rosa Montero sobre violencia televisiva y Dexter realiza Hernán Casciari en su Espoiler. Y recuerden: a la Bella Durmiente la violaron mientras dormía.

10.12.07

Y AQUÍ PUEDE VER UNA PARTICULARMENTE MISERABLE ILUSTRACIÓN DE UN ZOMBI

miserable zombi


Les hablaba el sábado de Raving Maniac, la historieta en la que Stan Lee arremetía contra la corriente de opinión generada por el psiquiatra Fredric Wertham, el verdadero maníaco delirante del título. Les dejé las dos últimas páginas (de cuatro), y en blanco y negro. Guzzi, pieza fundamental de Universo Marvel y una de las personas que conozco que más sabe sobre los monstruos de la Atlas y sus ediciones españolas (y cuya ayuda me ha sido básica no sólo en el texto publicado en Interzona, sino también en el extenso dossier sobre los héroes de la IPC que escribí para MondoBrutto), me envía la historieta entera y a color, lo cual está muy bien porque podemos ver un Maneely más cercano a la caricatura. Me encantan las cuatro viñetas de monstruos de la segunda página, muy del estilo Jack Davis (aunqeu inmediatamente anteriores a la explosión de éste) y demostrando el sanísimo humor con el que guionista y dibujante se tomaban, entonces, los delirios del psiquiatra (maníaco delirante).