Tras la madre del cordero degollado, encontrarán a faltar algo de cultura pop de la nuestra que avale mis tesis. Lo resuelvo en un plis plas con el que considero el gran post de este especial Espíritu de Halloween en el que ando liado. Todo el camino recorrido en las once entregas anteriores era para llegar hasta aquí. Si los yanquis tienen a Jack Davis, nosostros a Alfons Figueras, Maestro entre maestros y padre de Topolino y el Dr. Mortis, aquí se le venera en grado sumo. Con Figueras se dan cita un montón de elementos que explican su genialidad. Por un lado, un dibujo que reinterpreta en clave caricaturesca el buen hacer visual del pulp, con ese regusto como a grabado añejo. Por otro, una tremenda capacidad para el humor negro, que es algo que se tiene o no se tiene. La capacidad, abajo la tienen, es desbordante. Pero, lo más importante, la pasión y el arrebato por la cultura pop. Sólo con amor de fan se es capaz de tratar tan brillantemente a los monstruos que hoy invocamos por aquí. Y Alfons Figueras lo es un rato largo (de hecho, he localizado algunos artículos en Nueva Dimensión que subiré por aquí próximamente). A continuación les dejo unos cuantos tesoros, una selección de las viñetas de humor negro que ilustraban a toda página algunas de las contraportadas de Dossier Negro, histórica cabecera española del género. Además, el particular uso de los colores que la maqueta de la revista daba a esas contraportadas realzan aún más su pureza pOp.
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31.10.07
EL ESPÍRITU DE HALLOWEEN (XI): GENE MOSS, JACK DAVIS Y LOS RITMOS RITUALES
Lo primero que han de hace ustedes es darle al tutubo. Vale. Continuamos.
Lo que acaban de ver es un fantástico montaje con el I Want To Bite Your Hand de fondo. La voz akarloffada (o lugosiana) que declama ese Quiero morder tu mano es la de Gene Moss, otro sacerdore del Espíritu de Halloween que a mediados de los 60s llenó las matinales televisivas de fin de semana con monstruos para niños. Un culpable, pues, del Bing Bang. Uno de sus shows más celebrados fue Shrimpenstein!, donde ejercía de mad doctor con muñecos. Supongo que sólo eso es suficiente para ponerlo en un altar. Andaba yo preparando estos textos la semana pasada y ayer mismo me percato que también en el imprescindible WFMU's Beware of the Blog le han dedicado un post bien hermosote hace un par de días. Allí les remito, que son más sabios y lo tienen más a mano. Por mi parte, les dejo un tutubo de su show. Pero no se vayan todavía.
I Want to Bite Your Hand era el tema que abría el Dracula's Greatest Hits, fantabuloso álbum para el encantamiento retrotrash y de derribo confeccionado por Gene Moss en 1967. Pueden descargarlo desde aquí. Yo de ustedes no me demoraría demasiado. Piensen en los niños.
Lo que convierte Los Grandes Éxitos de Drácula en preciado objeto de culto no es sólo sus musiquillas de serie bé, sino la presencia de Jack Davis... y Jack Davis es Dios (en una religión tan politeísta como la que nos ocupa, pero bueno). El fantabuloso ilustrador se encargó de embellecer la portada, la contraportada y de adjuntar una Monsters Fan Card con su imprescindible reinterpretación de los monstruos clásicos que por aquí invocamos estos días. El concepto de Arte Bé nunca tuvo tanto sentido.
Jack Davis, además de pieza básica de Mad, fue quien diseñó al Tío Creepy de la Warren. De hecho, estaba especialmente dotado para la caricatura de horror. El Dracula's Greatest Hits de Gene Moss no fue su única colaboración para la invocación del Espiritu de Halloween mediante el boogaloo encefálico. Hay, al menos, un par más:
El Zachery's Monster Mash Party, descargable aquí (Lugosi, Karloff y Chaney guarden muchos años al responsable de Mostly Ghostly Music Sharing Blaaahhhggg!!!)
El otro Long Play con fantasmal arte de Jack Davis es el Music for Monsters, Munsters, Mummies & Other TV Fiends de Milton Delugg. Enternecedora muestra de lounge orquestal de serie bé. Si lo necesitan, cosa lógica, pueden pillarlo aquí. Y si se han quedado con hambre, cosa que dudo, desde el punto de vista audiovisual les recuerdola existencia de Mad Monster Party. ¿alguien me localiza algún lugar para bajar la banda sonora? Gracias.
EL ESPÍRITU DE HALLOWEEN (X): OBJETOS PARA LA IDOLATRÍA POP SEGÚN FAMOUS MONSTERS
Decía esta madrugada que por aquí tuvimos nuestro propio y pequeñito bing bang popcultural y de derribo. Nadie con buen seso crudo en el cerebro puede negármelo, pero también es cierto que fue incompleto. La invocación al Espíritu de Halloween, motor de progreso y revolución popcultural, fue incompleta porque nos faltaron la mayoría de amuletos para el culto, de objetos para la idolatría pop de bajo presupuesto. A continuación les muestro algunos de ellos y les recomiendo un par de enlaces para la identificación visual (y sonora). Materialismo histórico bien entendido.
1 - FAMOUS MONSTERS SPEAK
En 1963 se editó un vinilo con un par de historias de terror (una por cara). Frankenstein's Monster Talk y Dracula's Return. Dos relatos originales repletos de efectos y sentido de la maravilla. Vale, están en inglés, pero es que son taaan disfrutables que casi tienen la consideración de mantra obligatorio para el día de hoy. En este post de Scar Stuff pueden ampliar información y, muy importante, descargar los mp3. Empieza el ritual.
B - ESTAMPITAS DE SANTOS INOCENTES
Indispensable y jugosísimo Set de Flickr dedicado a las Famous Monsters Trading Cards de 1963. Se complementa, además, con una selección de anuncios para la venta por correo.
C - MÁS CACHIVACHES Y ANUNCIOS
A través de Famous Monsters podían también adquirirse chapas, máscaras, artículos de broma y todo tipo de juguetes macabros. Aquí les dejo los anuncios de algunos de ello y llamo poderosamente su atención sobre el último de ellos, ni más ni menos que un genuino y oficial traje de astronauta. Definitivamente: el futuro ya fue.
EL ESPÍRITU DE HALLOWEEN (IX): FAMOUS MONSTERS OF FILMLAND Y LA MADRE DEL CORDERO (DEGOLLADO)
El meollo del asunto, en esto del Espíritu de Halloween, está en Forrest J. Ackerman y Famous Monsters of Filmland, su mítico magazine para la Warren . Obviamente es un árbol en el bosque y no una flor en el camino. No me he preocupado de mirar la historia de la tradición de Halloween en los EEUU. Es obvio que tiene sus añitos. Ya comenté el año pasado que, en realidad, vincular la noche de víspera de difuntos al cuento oral de horror es cosa vieja que ya se daba en Europa. En España también. De hecho, el Espíritu de Hallowen existe desde que el hombre descubrió el fuego y reunió a la tribu a su alrededor en noches de luna llena. Hay cierta desconfianza ante la celebración de Halloween, el reparo ante una fiesta que consideran importada, comparable al vomitivo San Valentín o a la Navidad consumista. Algo hay, claro (la Sociedad Borderline todo lo pervierte), pero si me dan a escoger me quedo con la Víspera de Difuntos de largo y sin dudar. Halloween son, básicamente, niños celebrando el terror, niños declarando su fascinación por los monstruos. Pocas cosas hay tan hermosas como esa. A los niños el terror les atrae y fascina. Es necesario acercarles a los monstruos. Y no se preocupen por las pesadillas, las tendrán igualmente, o incluso más sin ellos. Así que la Noche de los Muertos es, probablemente, la fiesta de guardar más cercana al espíritu que impregna la pop culture.
En los atómicos 50's, entre Suptnicks paranoicos y felicidades retrofuturistas, se produjo el gran bing bang de la cultura pop. Bólidos, rock and roll y muchísimo terror. Los tebeos de horror y monstruos inundaban los supermercados, los autocines proponían uno tras otro programas dobles pensados para adolescentes y los niños de Peanuts pedían caramelos entre calabazas. Lo cierto es que el infausto mad doctor llamado Wertham al menos en una cosa no se equivocaba: todos esos horrores eran consumidos vorazmente por los niños. Porque a los niños les gusta, y mucho, la sangre y la monstruosidad. Les interesa más la bruja que no el beso del príncipe, porque eso, el beso, es lo impostado.
En esos mismos 50's la naciente televisión recuperaba con nocturnidad y alevosía los clásicos de la Universal mientras, a primera hora de la tarde, Herrman Munster demostraba que la familia es una institución social generosa en monstruosidad de andar por casa. Bueno, en realidad, no sólo se recuperaban los clásicos, también su decadencia impregnada de belleza (los seguidores de este blog saben que esas decadencias son hermosas). Y no sólo de la Universal. En los años 30 se crearon iconos del horror de portentosa visualidad que aún hoy perduran. Se gestaron los monstruos de la modernidad pOp, el espiritu de Halloween que yo invoco. Y ahí, en 1958, apareció la revista de Forrest J. Ackerman, Famous Monsters of Filmland. Se nutría, básicamente, de todos esos monstruos pos-expresionistas nacidos de la crisis para disipar el hambre, y de la serie bé fantaterrorista y de plexiglás que campaba a sus anchas por las calles de Oklahoma (bueno, vale, y de la Hammer). Pero, y hé ahí el meollo del cordero degollado, Famous Monsters era una revista para niños, o, al menos, éstos constituían su gran nucleo de lectores. Niños adictos a las emociones, arrebatados por la monstruosidad. Niños que crecieron con sus pelos, que se hicieron jipis, punks y psicobillis. Sin Lugosi, Karloff o Chaney no hubieran existido ni 1968 ni 1977. Y llegaron a la juventú en parte, gracias al Famous Monsters de Ackerman.
Obviamente, les estoy hablando de algo que sólo conozco de oídas pero... ¿saben una cosa? Yo defiendo que ese Espíritu de Halloween que arrasó los EEUU en los 50's también pasó por España décadas mas tarde. Probablemente viajaba junto con las bombas atómicas de Palomares. Y la mayor prueba de ello es que Famous Monsters of Filmland tuvo edición española. Famosos Monsters del Cine, se llamaba, apareció a mediados de los 70 como hermana pequeña de Vampus, Rufus y Vampirella, pero aún así aguantó sus cuarenta números o más. Y la comprábamos los niños, claro. Yo era uno de esos niños. Y no vean cómo disfrutaba con ella. En España, el bing bang de la pop culture vía terror icónico fue más modesto, claro, pero nos trajo la democracia y la Movida. Porque cuando Lugosi, Karloff y Chaney aparecen a la vista de todos, expuestos en los quioscos, es que algo va a pasar. Es el espíritu de Halloween, que arrebata a los niños, que los cuela en el cine de barrio para ver a Naschy haciendo de licántropo por la Sierra madrileña. E incluso diría más, el fenómeno perduró lo suficiente gracias a La Bola de Cristal y la explosión del vhs de alquiler, abarcando, así, un par de generaciones como mínimo.
Ya lo ven, Famous Monsters fue un fenómeno cultural vital y viral, aunque si lo dices en voz alta te miran raro. Ya hace tiempo les enlacé esta galería con todas sus portadas, aunque no es la única página donde recorrerlas: aquí incluso las resoluciones son algo mejores. Una colección de emocionantes traslaciones pop de los iconos del terror del siglo XX dibujadas por gigantes de la talla de Albert Nuetzell, Basil Gogos, Gray Morrow, Vic Prezio, Ron Cobb o Ken Kelly. Háganse un favor y piérdanse entre los monstruos en un día tan señalado como hoy, invóquenlos y, sobre todo, piensen en los niños. Impriman las portadas en cartones recortables y vayan a distribuirlos a las puertas de los colegios. El futuro de la humanidad depende de ello. ¿Saben que Famous Monsters vuelve ha editarse desde hace un par de años? Definitívamente: están pasando cosas. Y dicho esto, les emplazo al próximo post de esta serie, donde seguiremos hablando de Famous Monsters of Filmland. Y viendo cosas muy bonitas.
30.10.07
EL ESPÍRITU DE HALLOWEEN (VIII): FJA's MONSTERAMA
Las siete hermosas fotos con las que he querido intruducir la serie El Espíritu de Halloween durante el día de hoy han sido escaneadas del Forrest J. Ackerman's Monsterama, magazine de 1992 con el que el padre de todos los coleccionistas pajeros de la serie bé intentó recuperar el espíritu que presidía la imprescindible Famous Monsters of Filmland. Editaba, por cierto, Fantagraphics. Desgraciadamente, los 90 carecían del sentido de la maravilla que, décadas antes, permitió la existencia durante cuatro lustros de una revista dedicada al culto del horror pop. El espíritu de Halloween, aquel que hoy he querido invocar con todos ustedes, había muerto por el camino, aunque como buen espíritu puede salir de su tumba la noche de muertos menos pensada. Y ahí estamos. Monsterama no pasó de su número dos. Les dejo las portadas que certifican su corta existencia. Sobre el Espíritu de Halloween y Famous Monsters of Filmland seguiremos hablando mañana, a ver si tengo tiempo de subir todo lo previsto.
EL ESPÍRITU DE HALLOWEEN (VII)
En Halloween, las chicas malas se aferran a sus muñecos y te miran a la cara.
FOTO: Modelo ignota y turbadora posa con un muñeco de The beast with 1.000.000 eyes! (1956)
EL ESPÍRITU DE HALLOWEEN (VI)
La Noche de Halloween las buenas chicas echan una canita al aire; se van con los tipos malos y juegan al bondage. También comen castañas y boniatos.
FOTO: promocional del mítico serial de la Republic The Crimson Ghost (1946)
EL ESPÍRITU DE HALLOWEEN (V)
En Halloween, al monstruo de Frankenstein le gusta cantar canciones irlandesas junto a su ciego amigo violinista. Beben mucho vino dulce mientras festejan una amistad que se remonta a 1935.
FOTO: del rodaje de un 16mm. amateur realizado durante el 70 cumpleaños del gran Forrest J. Ackerman.
EL ESPÍRITU DE HALLOWEEN (IV)
La tarde previa a la noche de Halloween, el monstruo de Frankenstein siempre queda con su amiga Josefina para tomar un cafelito.
FOTO: Boris Karloff y Josephine Hutchinson en un descanso del rodaje del clásico de la Universal (a recuperar con urgencia) Son of Frankenstein (1939)
EL ESPÍRITU DE HALLOWEEN (III)
En Halloween, los monstruos radioactivos tienen los isótopos muy sensibles y necesitan cariño, por eso les molesta mucho que las jamonas de platino pierdan el tiempo hablando con sus amigas por teléfono en vez de prestarles atención.
FOTO: The Hideous Sun Demon (1959)
EL ESPÍRITU DE HALLOWEEN (II)
Nada más despertar, los horribles monstruos con escamas que siembran el terror las más húmedas noches de Halloween repasan la prensa diaria en busca de noticias sobre ellos. Y es que también tienen su pequeño ego, y de paso aprovechan para consultar la previsión climatológica.
FOTO: promocional de Ghost of Dragstrip Hollow, drive-in aipero de 1959 que mezclaba guateques, carreras de coches y monstruos de serie bé.
29.10.07
EL ESPÍRITU DE HALLOWEEN (I)
Mr. Hyde, encarnación pura del monstruo lúdico que habita nuestro interior, se mira al espejo antes de salir de casa en busca de caramelos.
FOTO: Boris Karloff en Abbott and Costello Meet Dr. Jeckyll and Mr. Hyde (1953)
GÓTICO AMERICANO
La Familia Manson posa al completo y para la posteridad en las puertas del Spahn Ranch mientras el espectro de Tom Mix recorre el lugar.
¿SUEÑAN LOS JUSTICIEROS CON SÁTRAPAS DE LA GALAXIA? (CON UN ANEXO DE CABEZAS)
Reencontrarme con el Nexus de Mike Baron y Steve Rude gracias al reciente primer volumen del integral de Norma no ha podido ser más gratificante. Recuerdo que me encantaba cuando lo editó Tebeos SA hace... ¿20 años? pero se quedó a medias y solo lo taste de nuevo con un TPB que Norma editó hace ya un tiempo. TPB que por cierto se reedita en este primer tomo, acompañado de la primera serie en blanco y negro de la que era continuación. Vamos, que este excepcional comic book siempre se editó por aquí mal, incompleto y desordenado. Por eso el reencuentro tiene el gusto de descubrimiento total de un tebeo fresco, trepidante, original y con más chicha de la que aparenta. Pero sobre todo la frescura. Permanece impoluto en sus virtudes. Ni siquiera la existencia de una URSS intergaláctica perturba su modernidad, o incluso al contrario, realza el toque retropulp. Y eso sin tener en cuenta que la excelencia y elegancia del dibujo de Rude aún está por explotar del todo en la serie (ya verán, ya).
El punto de partida es bello de por sí. Nexus es un justiciero galáctico, más por determinismo que por voluntad propia. Sueña con los dictadores y genocidas que pueblan la galaxia y parte, al día siguiente, en su búsqueda para asesinarlos. Nuevo Orden Mundial sin complejos, fácil de trasladar a la geopolítica actual. Otra de sus virtudes es la riqueza de secundarios, que transportan Nexus más allá de su cabecera unipersonal. Nexus es más que Nexus, son sus ayudantes, sus tiranos reincidentes, sus intrigas terrestres, sus razas alienígenas y, por encima de todo, es Ylum, el planeta poblado de rencorosos supervivientes.
Entre ellos destacan las cabezas voladoras, separadas de su cuerpo y utilizadas como generadores energéticos por dictadores y criminales espaciales. Una vez liberadas se convierten en incordiantes moscones que claman venganza mientras revolotean alrededor del protagonista. Ya no las recordaba, pero desde luego son uno de los secundarios estrella de la serie, que conectan con toda una tradición de derribo de la ciencia-ficción, presentes en Futurama (seguro que Groening leyó Nexus con pasión), con antecesores directos como la b-movie The Brain That wouldn't Die pero también mad-ciencia pajera soviética: en 1928 el Dr. Sergei Brukhoneko mostro en el Tercer congreso de Fisiólogos Soviéticos como había conseguido separar la cabeza de un perro de su tronco y mantenerla con vida, respondiendo a diversos estímulos. Les dejo tutubo de muestra. Séan felices y cuiden sus troncos.
28.10.07
MÁS ALLÁ DE LA GÉNESIS DE LA CULTURA POP DE DERRIBO
"Creo que la subcultura del tipo B es la exteriorización del segmento esquizofrénico --borderline-- del incosciente colectivo. Y, claro, en nuestra cultura se trata de una enfermedad, pero en otros contextos se toma como un paso previo al contacto con "otras esferas".
Plim, en un interesante y rawiano aporte en los comentarios de mi viejo post sobre migrañas.