En domingo de resurrección me gusta hablar de zombis y cadáveres. No me pregunten por qué. El año pasado desgrané, entusiasmado, esa obra pionera del zombismo veloz que es La Invasión de los Zombis Atómicos. Por desgracia, y como saben, estos días ando con un cohete simpsónico en el trasero, por lo que mi aportación se limita a un modesto fragmento de La Invasión de Los Muertos en el que Blue Demon hace gala de sus enciclopédicos conocimientos sobre el robo de cadáveres. De Vesalio a los Burke y Hare de Stevenson. Por cierto, ¿esa historia no pasaba en Edimburgo?
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