Mañana accidentada la de hoy en el Auditori de Sitges. Tras levantarme a las 6 y media de la mañana para acceder a la reserva de entradas online para prensa (se abre a las 7 de la mañana y antes de un minuto ya no quedan) me he acercado al pase de las 8:30 de The Congress, que llega con el cartel de una de las favoritas y tras algunos premiso en el Festival de Austin. La película adapta Congreso de Futurología de Stanislaw Lem, todo un clásico de la ciencia ficción. Es curioso ver a Robin Wright interpretándose a sí misma como actriz a la que una gran productora de Hollywood pide escanear y quedarse con la propiedad de su copia digital. La película da luego un salto a la animación, muy visual y rupturista, y eso mola, sí, pero no acaba de amalgamar bien con la melancolía de la primera parte.
The Congress tiene su interés pero los problemas técnicas han hecho acto de aparición. La película se ha interrumpido por problemas con el DCP, el cacharro digital de proyección. Tras reanudarse la proyección unos 15 minutos más tarde, el percance se ha repetido de nuevo. Lo cual llevaba a acumular un peligroso retraso de 30 minutos nada más comenzar la jornada. En el Auditori de Sitges se proyectan películas todo el día, y un retraso afecta las sesiones siguientes y va haciendo una bola.
La siguiente película del día era Open Grave, producción norteamericana del español Gonzalo López-Gallego. Es curioso porque tiene un principio muy muy similar al de la tailandesa Modus Anomali, vista el año pasado, aunque luego no tiene nada que ver. Película de supervivencia con personajes amnésicos, empieza muy bien pero cuando se desvela lo que sucede (y que lleva la película a un subgénero muy de mi agrado) todo se llena de incongruencias (esa china muda que desconoce el idioma, por ejemplo). Además. los problemas técnicos han vuelto ha aparecer. Tras esta tercera interrupción del día ya se ha anunciado la supresión del pase de la siguiente película, la argentina Mala. Y la cuarta interrupción se ha suspendido la proyección de Open Grave a cinco minutos del final. A las 14:45 ha comenzado la siguiente pelíucla, y espero que nodo esté funcionando como debe.
El suceso nos ha regalado, por otro lado, nos ha regalado la imagen más inquietante de Sitges 2013, el Auditori con más de 500 espectadores, a oscuras, iluminado por la luz de centenares de dispositivos de telefonía móbil. Sólo hubiera faltado que alguien proyectara una copia de la desparecida y maldita La fin absolue du monde para que estallara la tragedia.
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