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11.10.13

CRÓNICAS DE SITGES 2013 (IV): RIGOR MORTIS






Si vengo a Sitges cada año es para ver películas como ésta, que quizá no veré nunca y menos en pantalla grande. Sin darme cuenta, ya estoy escribiendo esto de la misma forma que escribí con la anterior película de Juno Mak vista en Sitges: Revenge: Love Story, de cuya doble lectura moral no está tan lejos esta propuesta que por género no puede estar más alejada. Rigor Mortis lleva a cabo una necesaria fusión entre la vieja tradición china de terror y fantasía, con la recuperación de los entrañables vampiros chinos, y la ya decana (porque tiene más de una década) tradición de los fantasmas japoneses mundialmente famosos (e influyentes) desde The Ring. Es una buena fusión, y en cuestión de efectos especiales y poder visual la peli es estupenda. Pero tampoco se me despisten. Rigor Mortis remite al clásico Mr. Vampire (ahí está Chin Siu-ho en el reparto, además de otras leyendas vivas del viejo Hong Kong como Richard Ng y Hoi-Pang Lo) e incluso a piezas más oscuras y bizarras como The Omen o el Black Magic de la Shaw, pero no es sólo una película de fantasmas, efectos y sangre sobre un tipo (un actor fracasado, nada menos) que decide suicidarse en un cochambroso bloque de apartamentos donde habitan fantasmas (también suicidas) y vecinos taoistas. Hay mucha tragedia y la película destila también un aura de tristeza, lo cual embellece el asunto. Y encima con escenas tan crudas como la de la vieja y el niño albino. Lástima que al final le añaden un muy forzado epílogo, del todo inecesario, que me dicen que es el tipo de imposición que se pide para su estreno en China.


Zona de Spoilers
Al final, el epílogo que sobra viene a decir que todo ha sido el sueño de un muerto. Lamentable. Me dice Domingo López, que de cine oriental sabe más que nadie: "de nuevo, el peaje para poder estrenar en China, donde prohiben estas cosas... A menos q resulten ser sueños o alucinaciones". Visto así, que allí donde se prohiben los fantasmas sin explicación racional ésta sea que se trata de la ensoñación de un suicida reciente tiene su gracia, su ironía y su acierto.

Bola extra: una reflexión
Antaño, el hogar de monstruos y fantasmas eran viejos caserones alejados del mundanal ruído. En los últimos años proliferan las películas que hacen del bloque de apartamentos suburbial y casi inhabitable el lugar idóneo para el terror y la violencia. Lo hemos visto en películas inglesas (Citadel, Tower Block, Attack the block), francesas (La horda) y de Hong Kong (Dream Home y este Rigor Mortis). Es cierto que ahora las ideas y zeiltgeists recorren el mundo de una punta a otra, pero también que este paisaje del terror es hijo de nuestro miedo más cercano: una crisis que también recorre todo el mundo.
 
 

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