Sin habla me quedo al leer esta noticia en la que se informa de una campaña de presión contra el Festival de Sitges a raíz de la programación de la polémica y extrema película A Serbian Movie. Ya hemos hablado aquí al respecto estos días, pero es necesario reincidir.
Tres apuntes:
1.
Respecto a la noticia en sí, decir que es algo equívoca en su titular, ya que habla de redes sociales pero en su texto podemos ver que también hay detrás asociaciones y organismos públicos.
2.
Sobre la violencia extrema de A Serbian Movie, es cierto que es brutal e incómoda, pero quienes se han dejado llevar por el escándalo lo hacen en su mayoría de oídas y guiados por el tratamiento amarillista que algunos medios hicieron de la proyección. No voy a negar lo que se ve en la película, aunque, por ejemplo y por matizar, la célebre escena del bebé es una película proyectada que le ponen al protagonista, está rodada de espaldas y el muñeco de látex que aparece de refilón canta lo suyo. No es una escena realista. Mucho más duro e incómodo es lo que sucede al final.
Tampoco discutiré si una película como ésta merece una clasificación X. Es bastante probable que así sea, pero nada impide a un festival de cine exhibir películas con contenido pornográfico si se avisa de antemano al espectador, como ha sido el caso. Respecto a la calidad de la película en sí, no les diré que es una mala porque no lo pienso, tampoco que sea estupenda. La sitúo en un término medio; pero sí me pareció interesante por diversos aspectos.
Ya que son muchos los que se rasgan las vestiduras ante la película, sin haberla visto y a rebufo, es bueno que sepan que el mensaje es tremendamente moralizante: hacer pactos con el diablo, en el mundo de la pornografía, se paga de la manera más dura posible. E incluso incluye reflexiones sobre los límites del arte. Pero más importante que eso es destacar que lo que sucede en la película tiene una explicación. Bueno es saberlo porque lo que no tiene explicación provoca mayor inquietud. A Serbian Movie no es otra cosa que una metáfora, muy evidente y subrayada, sobre la Guerra de los Balcanes y los atroces crímenes cometidos por los propios serbios. Un ejercicio de catarsis sobre los horrores vividos y realizados. El famoso bebé, por ejemplo, no es otra cosa que la recién nacida República Serbia, los villanos de la función no son otra cosa qué émulos de los criminales de guerra (desde el que da la orden hasta el que la acomete, de Karazdic a Arkan), y la familia protagonista, ese padre y ese hijo, pero también la esposa y el cuñado, no son otra cosa que la misma Serbia encarnada, que ha cometido crímenes terribles y violado, metafóricamente (o no) a sus retoños, condenándolos a un futuro de remordimientos sin fin.
¿Justifica esta explicación lo que se ve en pantalla? Bueno, también soy de la opinión de que la película se excede, se pasa de vueltas, y eso hace que los espectadores ajenos a los Balcanes y el propio escándalo morboso suscitado desdibujen sus intenciones. ¿Es necesaria esa violencia? ¿Es gratuita? Bueno, el internauta apodado El Baile de San Vito me sopla una explicación dada por el mismísimo Marqués de Sade (mentado en la polémica) en Los Crímenes del Amor (1800):
"El género era el producto inevitable de las explosiones revolucionarias que retumbaban por toda Europa. Para aquellos que estaban familiarizados con todos los males que recaen sobre el hombre a causa de lo perverso, la novela se fue convirtiendo en algo cada vez más difícil de escribir y más monótono de leer; no había nadie que no hubiera experimentado más desventuras en cuatro o cinco años de las que el más dotado novelista pudiera describir en un siglo. Por lo tanto, era necesario recurrir a la ayuda del infierno en busca de ayuda para crear obras que despertaran interés, y encontrar en el territorio de las pesadillas lo que una vez fueron conocimientos obtenidos comúnmente a través de la mera observación de la historia humana en esta edad de hierro."3.
Lo más terrible de la presión que se efectúa sobre el Festival de Sitges es que de llevarse a término supondría su final como Festival especializado (el mejor del mundo) dedicado al cine fantástico y de terror. Leamos con detenimiento esta frase:
“Piden el compromiso de no volver a incluir en su programación, sea en la sección oficial o fuera de concurso, películas o material audiovisual en las que se presenten imágenes explícitas de violencia, tortura o abuso sexual contra niños, niñas y adolescentes”.
Quien esto pide no tiene ni idea de los mecanismos del género de terror, por muchos minusvalorado pero con un enorme potencial subversivo, como con lo sucedido se demuestra. Y llevar a cabo una prohibición como la que se pide no sólo liquidaría el género, sino también otras muchas historias que hacen uso de mecanismos de este tipo para generar suspense o tensión, para motivar al espectador y meterlo dentro. Es algo que explica muy bien Stephen King en su excelente ensayo La Danza Macabra, aquí editado por Valdemar. Una de las muchas tipologías del terror puede dividirlo en terror para adolescente y terror para adultos.
El terror para adolescentes clásico son todas esas películas de psicópatas masacrando a la juventud y que parten de esa obra maestra que es La Noche de Halloween. Películas en las que inquietudes relacionadas con el sexo se encarnan en asesinos despiadados. Scream jugaba muy bien desvelando esas claves: en una película de este tipo quien fornica muere. Si un adolescente no puede ser asesinado o torturado no hay terror adolescente.
Pasemos al terror para adultos. Superado el miedo al sexo, hay que buscar otros miedos. Uno de los recursos más habituales, sino el que más, es utilizar a los niños. Quienes tenemos hijos somos víctimas fáciles para el contador de historias de terror, y el propio Stephen King ha jugado con ellos hasta la extenuación. Hacemos nuestras las amenazas a la infancia y sufrimos cuando algo le pasa a un niño en la ficción por puro instinto primario. Si se prohibe asesinar o torturar niños, ya no existe uno de los mecanismos claves para el terror dirigido a adultos (y, como decía antes, como treta del cuentista es algo que trasciende al género mismo). Habrá quien me diga que con la amenaza es suficiente, pero si por convención e imperativo social sabemos que nunca le va a pasar nada a un niño, ya no hay amenaza, tensión o suspense. Ya no hay terror.
He titulado esta entrada Una historia de miedo. Una posible sería aquella en la que las historias de miedo quedaran cercenadas de raíz, que es lo que se pretende sin querer (y movidos por una buena causa, eso no lo niego). Liquidado el horror ficticio, aquel que nació oralmente en noches oscuras alrededor de la primera hoguera, sólo nos queda el terror real y el miedo de verdad. Sin posibilidad de catarsis y evasión. Sin escape.
Nota: la ilustración clásica de Caperucita Roja está sacada de aquí.
¡Oh! Gran post.
ResponderEliminar¿No se pueden pedir firmas para prohibir a los que recogen firmas para vetar las pelis violentas en Sitges?
<span>Bravo, secundo punto por punto todo lo dicho. Bueno, tal vez el paralelismo entre la película y la sociedad serbia sea una coartada del propio director, unos lo pueden ver así y otros simplemente verán una película sin ningún mensaje. Por lo demás, todo muy claro.
ResponderEliminar</span>
Pues no hay mucho más que decir. Hubiera sido interesante hacer dos "Serbian Films": La que se ha hecho y otra recopilando relatos de lo que se hizo en los Balcanes y recreándolos punto por punto. Tal vez después de que ésta gente tan indignada (¿si no se les obligó a verla a lo Tratamiento Ludovico por qué les molesta tanto que exista?) prefiriera ver la escena del bebé sabiendo que ha sido producto de una mente calenturienta a ver otras escenas de bebés sabiendo que pasaron en realidad.
ResponderEliminar<span>Y una vez mças, se ve claramente la dictadura de lo políticamente correcto, de lo bien pensante para evitar todo síntoma de subversión, no vaya a ser que algunos individuos se hagan peligrosos y piensen. Y joder, con tanta polémica creo que tendré que pasar de esperar a verla sin ser en ripeo de screener para poder leer todos estos artículos sin sufrir más spoilers!
ResponderEliminarPor cierto, me sumo a la petición de firmas para prohibir recoger firmas. Y también a la recogida de firmas para evitar esa misma petición de firmas. Igual que ellos no tienen derecho a prohibirlo, nosotros no tenemos derecho a prohibir su derecho a prohibirlo.
De todos modos, esto no da pie a nada más que a ir más allá en la ficción y provocar aún más, aunque solo sea por lo divertido de molestar a los bienpensantes.
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"También piden el compromiso de no volver a incluir en su programación, sea en la sección oficial o fuera de concurso, películas o material audiovisual en las que se presenten imágenes explícitas de violencia, tortura o abuso sexual contra niños, niñas y adolescentes; la consideración de las imágenes de abuso sexual contra niños, niñas y adolescentes como pornográficas, su condena y denuncia, <span>al margen de que se trate de una víctima real o simulada</span>".
ResponderEliminarEsta última parte de la frase me parece clave... no se puede meter en el mismo saco un acto real que uno simulado. El real es un crimen, y como tal debe ser perseguido; si el festival proyectase una película con una violación real sí estaría incurriendo en un delito gravísimo. Mientras sea algo simulado, por muy repulsivo y brutal que sea, la única objeción que podemos poner es pensar que el director ha de estar bastante poco tocado, pero ya está.
Por otro lado, puede ser comprensible la reacción de ciertos padres, y creo que ha de entenderse y respetarse su postura. Por ejemplo, si mi hijo hubiese sido víctima de violencia sexual, seguramente mi posición respecto a ciertos temas cambiaría y se haría bastante más radical.
En fin, que creo que tienen todo el derecho a enviar cartas, firmar manifiestos y pedir cambios; el mismo derecho que tienen los programadores del festival de Sitges a proyectar las películas que le vengan en gana. No creo que haya más misterio.
La entrada de este blog, como siempre, interesantísima.
¿Así que no podríamos ver ni cosas como esta? http://www.imdb.com/title/tt1172571/ :p
ResponderEliminar<span>http://elbutanopopular.com/historias-de-amor-y-apocalipsis/97/cancer/</span>
ResponderEliminarUna cosa que señalas aquí, y que casi nadie comenta, es el caracter profundamente moralista de la pelicula. El cine de terror, eso lo sabemos, suele ser moralista, incluso más que sus propios críticos.
ResponderEliminarCreo que era Jordi Costa en la lista brutta el que comentaba (antes de haberla visto) que podría formar parte de esa tradición profundamente disruptiva que partiría un poco de Sade, pasaría por Los Cantos de Maldoror y llegaría a fenómenos contemporáneos como Whitehouse. La intención de Costa era reivindicar un espacio de exención, o al menos aplazamiento del juicio moral, útil para testar los límites del arte y de nuestra propia tolerancia... o, lo que es lo mismo: que son artistas, el sentido común recomienda dejarlos a su aire. Me imagino que, si ya la ha visto, no seguirá pensando igual; en realidad, el único 'artista' lautreamontiano que hay aquí implicado es de ficción y se llama Vilknus Vilknus. ¿Y quién es Vilknus Vilknus? El malo de la película, poco menos de el diablo.
Vaya, no sólo he escrito 'Vilknus' cuando quería decir 'Vukmir', sino que, leyendome, da la impresión de que en la Lista Brutta nos pasamos el día mesandonos las barbas, fumando opio e intercambiando listezas. Nada más lejos de la realidad, bueno, excepto por lo del opio, tal vez.
ResponderEliminar<span>Perfecto!. He añadido tambien este enlace.
ResponderEliminar</span>
Hace relativamente poco tiempo en la ya de culto cadena de TV Intereconomía se hizo esta interesante observación: en lo que llevamos de gobierno zapateril, se han llevado a cabo desde el ejecutivo más medidas prohibicionistas que en todo lo que llevamos de democracia. Aquí en Ibiza, sin ir más lejos, el Pacte Progresiste nos ha quitado los afterhours así porque sí y se persigue implacablemente a los hosteleros con multones y cierres de locales. En Catalunya la jodída ley cívica. A nivel nacional que si ley antitabaco, que si se retrasa la jubilación, que se prohibe el botellón (algo que se ha hecho toda la puta vida), canon digital y leyes antipiratería... En fin, que tiemblen los de Sitges, que los antecedentes no auguran nada bueno.
ResponderEliminarPor cierto, voy a intentar descargármela antes de que Sinde and Co prohiban el p2p... Aunque seguro que la peli será un coñazo, las defensas de ella que he leído tiran más por la anticensura que por la calidad del film.
A mi la "película", por usar alguna palabra, me parece una insensatez pero no menos insensato resultaría prohibirla. Obviamente.
ResponderEliminar<span>Tan sólo por matizar. El canon digital se crea en la etapa Aznar y se amplia en la actual, así que ahí el tema es compartido. Respecto a la prohibición de A serbian movie, me temo que también. Detrás del escrito de protesta está la Confederación de Padres Católicos CONCAPA, que no me parecen muy de la cuerda del actual gobierno. En este caso concreto se han unido los políticamente correctos de la izquierda con los intransigentes católicos de la derecha.
ResponderEliminarhttp://www.hoycinema.com/actualidad/noticias/Padres-catolicos-piden-retirada-pelicula-Serbian-film.htm</span>
<span>¿En qué estás pensando...?</span>
ResponderEliminar<span>como dicen los anglosajones llego tarde a la fiesta... mis discupas...</span>
<span>quisiera comentar un par de cosas, lo llevo pensando bastante tiempo para mi el cine fantastico y de terror es algo mas que violencia grafica y regodeo en el sufrimiento de otras personas, por muy ficticio que todo sea, mi ideal de terror fantastico seria a lo Stephen King o en plan Twilight zone, unos entornos cotidianos invadidos progresivamente por lo sobrenatural, los sajones tambien lo llaman, aunque incluya elementos no necesariamente sobrenaturales quiet horror, otra definicon seria terror psicologico, que tampoco necesita exclusivamente elementos sobrenaturales, son tendencias mas literarias que cinematograficas, algunos de los pocos ejemplos recientes de este tipo de terror en cine serian la magnifica The broken y Dead silence, que quereis que os diga pero para mi el terror fantastico es algo mas que una mujer cubierta de sangre dando gritos...</span>
<span>por cierto absence voy a mandarte un privado para comentarte algo que de vez en cuando observo en tu blog</span>