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31.3.09

PRECODEANDO

Como ven, estos días ni hablo, ni veo ni escucho. Estoy precodeando sin parar. Ya queda poco.

Henpecked (Mister Mystery 17)

La viñeta pertenece al número 17 de Mister Mystery de la Key, que pueden descargar aquí.

27.3.09

EL ASOMBROSO HOMBRE SIN ESTÓMAGO DE ACTIMEL


Si son ustedes lectores de los comentarios de este blog (deberían) sabrán que el Dr. Max, uno de mis más inquietos lectores, anda liado en una sana batalla conspiranoica contra el Actimel. Acabo de recibir un correo suyo con la imagen adjunta y, como ando muy liado preparando la conferencia en las Jornadas de Cómic de Castellón, paso a transcribir su mensaje:
Ahíi te mando un fotograma del video de Actimel, del que todo el mundo habla pero nadie tiene las imagenes; sólo se encuentra en video y ya he extraíido varias imagenes. Ale, ya tienes la exclusiva. Estoy preparando con un amiguete el muñeco en 3D en formato POSER para poder hacer fotomontajes con el. Si se fija bien es una especie de Dr. Manhattan de cuerpo azul translucido. Hahaha. Quiero hacer una imagen del hombre de Actimel gigante destrozando edificios y lanzando rayos por los ojos. Ya le mantendre informado. Saludos.
1ª ACTUALIZACIóN: El descubrimiento del Dr. Max ha provocado los siempre certeros comentarios de Raúl Sensato, así como un buen bitacoreo y y un buen meneo.

2ª ACTUALIZACIóN:
a) Las bolas de pinchos que llenan nuestro aparato digestivo (sin estómago) y que aterrorizan a las hijas del Sr. Calduch son una imágen a retener por el subconsciente colectivo.


b) Tampoco debemos pasar por alto cómo actimel rellena esos agujeros para que las bolas con pinchos reboten hasta el siguiente. Me encanta el detalle de la coloración fosforita cuando las blancas (y puras) bolas de actimel contactan con las violáceas bolas con pinchos. Ya saben que en Atómica la idea de la luminosidad va ligado a lo bello sin importar riesgos: lo vimos con vajillas y cremas faciales.


c) Descubro vía comentarios aquí y en Menéame que, en paralelo a esta entrada, el Actimel de Danone ha recibido el Premio a la Mentira Publicitaria más Insolente. No me extraña: es toda una metáfora que cambien la realidad de nuestro organismo para vender mejor el producto.

d) ¿Qué pinta la Universidad de Navarra? ¿Es la Universidad de Navarra nuestra universidad israelí? Recuerden que en verano los telediarios se llenan de noticias sobre ignotas universidades de Israel que realizan el más sorprendente de los hallazgos científicos; con la llegada del Otoño ya nadie vuelve a saber nada más de ello. Es un tema que fascina a mi amigo C. Rancio y que siempre he querido estudiar con más calma y hemeroteca. Por otro lado, lanzo otra pregunta: ¿es la aparición de la Universidad de Navarra en la mentira publicitaria más inolente un ejemplo de los riesgos del Plan Bolonia que tanto alboroto causa actualmente?

e) Dejo caer de repronto la idea de utilizar la barrera de defensas de Actimel como símil para explicar las políticas de inmigración del mundo desarrollado.

f) El Tutubo del anuncio, aquí.

25.3.09

LONG LIVE THE SOVIET UNION

Long Live the Soviet Union

La viñeta procede del Prize Comic #39 (finales de 1943), que era un tebeo surtido y variado. La historieta loa la lucha soviética contra el enemigo común, aunque muy poco despues harían de relevo y sustituirían al nazi como M.A.L pOp por excelencia.

Long Live the United Nations

24.3.09

RAMPAGE







Ahí lo tienen, un ciudadano estadounidense agarra una recortada y reparte muerte a su paso, un suceso frecuente desde hace décadas; aunque la culpa ahora es de los videojuegos, antaño lo fue de los comic books. Las viñetas proceden de un tebeo de 1948, concretamente el tercer número de Law against Crime. Una de las cosas que más me impresiona es que las siete viñetas, en la que nuestro berseker dispara contra otras tantas personas, forman parte de la misma página.

Law Against Crime 3 (Essankay, 1948)

La portada del tebeo era obra del gran L.B. Cole, uno de los grandes portadistas de la época famoso por su uso de los colores llamativos. La ilustración es clara: un psicópata anda suelto y los urbanitas viven asustados. Otra de las viñetas de este número de Law against Crime mereció mención por parte de Fredrik Wertham en las páginas de Seduction of the Innocent:
"One picture shows a couple in an automobile, both the young man and the girl with blood streaming all over their faces from bullet holes in their heads. In the story the murderer was never caught."
Panel from Law Against Crime 3

Nota: por desgracia no tengo constancia de que el tebeo esté escaneado y localizable en la red. Las imágenes las he encontrado en el más frecuentado foro de coleccionistas yanquis, llevo semanas escarbando en su interior y está lleno de tesoros.

23.3.09

CIUDAD ESPANTO

Releo a absencito, por enésima vez, el Cuaderno de Tormentas de David Rubín. Los dibujos llamaron poderosamente su atención cuando yo ejercía mi primera lectura individual y a partir de ahí quedó arrebatado. Cuando se lo leo, que es a menudo, realizo una adaptación infantil y, por ejemplo, el jardín donde habitan las almas de los niños torturados se convierte en un jardín de juguetes perdidos, que viene a ser lo mismo, pero en metáfora y sin la crudeza que, creo, un niño de cuatro años no merece. Y sobrevuelo las escenas de sexo porque no entendería nada, al menos tal y como se muestran en el álbum. Al fin y al cabo lo que menos le interesa es la historia de amor. Cuaderno de Tormentas ya me gustó mucho cuando lo leí para mí, pero es con estas lecturas con absencito donde descubro del todo que el poder gráfico de David Rubín es imbatible y que la recreación de esa ciudad maldita y siniestra por la que transita el busca cuentos en busca de inspiración es de las que dejan huella, seguramente porque desborda imaginación y maravilla, y eso es lo que atrapa a absencito, que se ha lanzado a dibujar su propio y diminuto cuaderno, el Libro de la Mala Suerte, en el que refleja aquellas cosas malas que hay que recordar (los monstruos del lavabo, por ejemplo, aunque a él no le dan miedo). David Rubín estará en Barcelona el miércoles, presentando por segunda vez Cuaderno de Tormentas, y lo cierto es que se ha convertido en un viajero constante, quizá condenado por la propia Ciudad Espanto, así que es bueno seguirle la pista en su blog, quien sabe, quizá el Barrio de la Alegría Decapitada, el Gran canal Carnívoro o la Escalinata del Descenso Eterno están más cerca de lo que ustedes se piensan.

21.3.09

EL CADÁVER QUE VINO A CENAR

Out of the Shadows 9

Publicada en Out of the Shadows #9 (Standard, 1953), The Corpse that came to Dinner es otra de esas joyitas del horror precode que conviene reivindicar como merece, además de una buena muestra del tono coñón y a lo grandguinol presente en muchas en muchas de las historietas de lo que fue la edad de oro del tebeo de miedo.

The Corpse that Came to Dinner

Antes de desgranar la historia es obligado mencionar que, mientras es guionista es desconicido, el dibujante es nada menos que Reed Crandall, maestro del grafismo realista que brillo especialmente en el terror. Aunque su carrera ya era entonces notable, la historieta de hoy fue de sus primeros escarceos en el género, enseguida pasó a formar parte de las leyendas de la EC y años más tarde fue uno de los puntales de la Warren, con un inquietante estilo que lo acercaba a los grabados decimonónicos.

The Corpse that came to Dinner se inicia con una pareja de recién casados que, regresados del viaje de bodas, descubren que durante su ausencia se ha producido el suicidio de uno de sus más cercanos amigos, durante un tiempo rival amoroso en competición por la hoy esposa.

Al visitar el cementerio para rendirle adiós, el cadáver sale de su tumba. La pareja huye horrorizada del lugar.

Pero al llegar a casa se encuentran al muerto esperando en el sillón de la sala. Les hace responsables de su suicido por el desengaño amoroso que supuso la boda y anuncia que se quedará a vivir con ellos.

Así que tenemos al resucitado comiendo con ellos mientras dice preferir la carne humana,

gastando bromas...

o impidiendo su sueño a base de nocturnos conciertos de percusión zombi.

El punto álgido de la delirante situación llega cuando el resucitado confiesa que ha sustituido la carne guardada en la nevera por carne humana.

La pareja recién casada decide entonces poner fin a la pesadilla y adquirir un veneno vudú para zombis. Liquidado el problema deciden enterrarlo en su tumba.

Es allí donde el obligado final O'Henry hace acto de presencia. Y es que como cantaba Peret no estaba muerto, estaba de parranda: todo era una comedia macabra urdida por un amante despechado que, disfrazado de muerto viviente, había decidido hacer la vida imposible a los recién casados. El problema es que acaba enterrado vivo en su propia, y falsa, tumba.

Más allá del giro final, que en su búsqueda de la sorpresa entra en los peligrosos terrenos del truco o trato al escapar de lo fantástico, destaca en la historieta la irrupción de lo zombi en el ámbito de la vida doméstica cotidiana. La idea de la familia que convive con un zombi ha perdurado en películas como Deathdream de Bob Clark o el Briandead de Peter Jackson, donde se reproduce la escena de la comida familiar con muertos vivientes, y más allá de otro tema siempre presente y con punto de vista más religioso (y católico): la resistencia desprenderse de los seres queridos. Es evidente, pero, que The Corpse that came to Dinner pertence más bien a la rama de raíces protestantes, menos trágica y generosa en humor negro. Pueden leer la historieta completa aquí.

19.3.09

REX

En algún momento de mis peregrinaciones por la red me dio por acumular imágenes de Rex, the Wonder Dog. Al mirar la secuencia de imágenes se hizo evidente que debían ser trasladadas al Gran Descontextualizador, Mr. Jotacé.

CASTELLÓN BIEN VALE UNA MOZA

comiCS_09

El cartel de las Jornadas de Còmic de Castelló. Y ahí me tienen, como uno de los cabezas de cartel, junto a David Lloyd (V de Vendeta), Paco Roca (Premio Nacional del cómic por Arrugas) o David Baldeón (Robin y un montón de cosas más). Anda que no mola. Aquí pueden consultar todo el programa.

La conferencia ausente es el sábado 4 de abril a las 19:00, tras el encuentro de Paco Roca con los aficionados. Como pueden apreciar, el título es Terror Pre-código: Tebeos para aterrorizar el American Way of Life, aunque debo precisar que no sólo hablaré de terror, sino que también se comentarán algunas cosas relacionadas con los superhéroes, los romances y los Crime Comics. No se alarmen, no hay ninguna contradicción: esos tebeos no eran explícitamente d emiedo pero sus contenidos causaban terror. Y si no lo tienen claro, mediten la bizarrez de llamar a un tebeo de amores Strange Love y meterle tamaña portada.

Strange Love 001

17.3.09

pOp TUBE




Vía Vida de Perras descubro el fascinante tutubo de arriba. En un multitudinario casting de modelos se desata el caos al grito de "Hay una Bomba". A la idea del apiñamiento de falsas bellezas de pasarela y del pánico de masas especialmente histéricas se añaden las mesmerizantes imágenes, pixeladas y lejanas, chillones puntos de colorines que se mueven caóticamente pero no de manera aleatoria. Videoarte digital y Belleza zombi. Bienvenidos al siglo XXI. Apocalipsis Mañana.

the tormented

14.3.09

MUJER EN BOTELLA

mujer en botella


La viñeta procede del número 37 de Crime Does Not Pays (Lev Gleason, 1945). La historieta es un sorprendente Whodunnit dibujado por Dick Briefer, recordado sobre todo por su longevo Frankenstein para la Prize. Briefer abandonó el cómic tras el code.

PUNK



(vía dafizz y la lista brutta)

13.3.09

INFANCIAS ALTERADAS

the ten-cent plague

Aunque puede verse por otros sitios, he escaneado la esplendorosa portada de Charles Burns para el The Ten-Cent Plague de David Hadju. Para Amazon, la mejor portada de libro del año pasado. No me extraña: si hay alguien capaz de recrear la fascinación juvenil por los tebeos de horror es el autor de Agujero Negro (master piece absoluta sobre la adolescencia). Flanqueado por los retratos de su mascota, de una familia rígida y de Eisenhower, primer presidnete de Atómica, un jovencito es seducido por la violencia grotesca de los tebeos. La portada del ejemplar que lee es una reinterpretación del Weird Mysteries #11 (Key, 1954) y sobre la cama podemos ver otra del ejemplar de The Perfect Crime que, curiosamente, he escogido para ilustrar el anuncio de mi charla en Castellón.Por desgracia, no hubo ninguna cabecera llamada Zombie Romance (pero hubiera sido muy hermoso).
"Soy un ejemplo de lo que les sucede a los chicos que leen cómics de horror."
Se lo leo a Burns aquí, aunque lo cierto es que nacido como es en 1955, es decir, justo el año de puesta en marcha de Comic Code, su infancia no se ajustaría a la de la ilustración en esos exactos términos, entre quemas de tebeos y audiencias televisadas. Lo cual no quita que fuera semejante en su infancia, cambiando a Eisenhower por Kennedy o Nixon y los tebeos precode por los de la Warren y similares. Burns inició su obra gráfica al amparo del magazine Raw de Art Spiegelman, nacido en 1948 en Suecia y llegado a los EEUU dos años más tarde. La explosión precode le pillo muy joven, pero aún así le afectó.

corcholis

La viñeta pertenece a Breakdowns, el álbum cuya edición española recomendaba efusivamente hace pocos días. El contacto de Spiegelman con los tebeos anteriores al code se produjo con inmediata posterioridad. La anécdota no deja de resultar curiosa: como a Art le gustaban los tebeos, su padre (todo lector de Maus sabe que entre otras cosas era un rácano de mucho cuidado) se los compraba a peso en el trapero. Y claro... ¿qué tebeos tenían la consideración de ser (aún más) basura en 1957? Los prohibidos. Los que atentaban contra la América soñada. Los subversivos.

spiegelman y el precode

Como ven, esta viñeta de Breakdowns! debe ponerse en paralelo a la portada de Burns con la que he abierto esta entrada, con la diferencia de que esta sí recrea una infancia alterada por los tebeos precode (aunque inmediatamente posterior a la histeria). Spiegelman, en este caso, no recrea las portadas sino que reproduce algunas de las más clásicas y conocidas.

Ayer fui breve en mi anécdota sobre la alarma social. Obviamente había que ponerla en paralelo con la reactivación de la caza de brujas del videojuego. Si a un joven aleman le da un yuyu berserker y propicia una matanza, la culpa es del Counter Strike como antaño lo fue de The Perfect Crime. Pero siempre podemos darle la vuelta al calcetín: Spiegelman y Burns fueron niños de infancia alterada por los tebeos de horror y hoy son artistas clave de la cultura contemporánea; y de los que subvierten, como debe de ser. Estoy seguro de que más de un padre de familia se prestaría a quemar su obra en piras públicas, aunque posiblemente le haría más ilusión hacer lo mismo con los videojuegos porque le respalda la certeza de que son la causa del M.A.L. Mi certeza es otra: el poder de seducción del horror ficticio en clave pOp no produce monstruos sino mentes intelectualmente inquietas, y dentro de pocos años un joven fascinado por los videojuegos creará obras de arte definitivas (y definitorias) del siglo XXI.

Bola Extra: unos tutubos a través de los cuales se puede ver fragmentado un corto de propaganda anti tebeos de los 50s. Las imágenes de los niños falsamente perturbados son impagables. Los tutubos corresponden a fragmentos del documental Comic Book confidential (1988) y de la presentación de Ten Cent Plague a cargo de David Hadju.






12.3.09

AGENDA POLÍTICA Y ALARMA SOCIAL. UN EJEMPLO

En mayo de 1955 el legislativo del estado de Nueva York aprobó una ley que declaraba ilegales y prohibía la venta de todos los cómic books que incluyeran la palabra Sex en su título, para alegría de las numerosas asociaciones civiles y columnistas de prensa que venían reclamándolo desde hacía meses. La palabra Sex no aparecía ni había aparecido nunca en el título de ningún tebeo de la época. Cosas de las alarmas sociales generadas mediáticamente.

From Teen-Age Romances 34 (1953)
Viñeta de Teen-Age Romances #34 (1953)

11.3.09

EL CUNNILINGUS CONTRA EL COMIC BOOK

Leo en The Ten-Cent Plague de David Hadju (lectura más que recomendada, regresaré a él por aquí en cuante lo finiquite) que el mediático y amarillista La seducción del inocente (que también estoy leyendo, en paralelo) de Fredric Wertham no fue el primer libro en cargar contra los comic books. Algunos años antes, en 1949, Gershon Legman también fue a por ellos con Love and Death. No era el primer libro de su autor, que unos años antes ya había publicado una intensa soflama a favor del cunnilingus: Oragenitalism: An Encyclopaedic Outline of Oral Technique in Genital Excitation. Hadju cita todo esto de pasada, como quien no quiere la cosa, pero que alguien que se dedica a defender y propagar el sexo oral cargue luego contra la industria del tebeo me resulta poderosamente excéntrico, y me imagino al tipo como si se tratara de una mezcla entre William Mourton (el padre de Wonder Woman, recuerden) y Fredric Wertham, así que me he puesto a tirar del del hilo a ver qué salía. Esta tarde tenía una entrada ya redectada, pero lo he borrado todo porque he sido incapaz de dejar de escarbar y Legman ha resultado un tipo fascinante: inventor del primer dildo vibrador, homófobo que situaba en el Tercer reich el origen de la liberación gay, pionero de la papiroflexia en Occidente, recopilador de chistes guarros y creador del lema "Haz el amor, no la guerra". Un shock demasiado grande que me ha obligado a abortar el post previsto y dejarlo para un futuro en el que tenga más tiempo.

Les dejo, eso sí, algunos apuntes sobre los tebeos que hacía este hombre y que localizo en Puddles of blood, breve artículo publicado en Time en 1948 sobre la violencia de los tebeos como causa de la delincuencia juvenil, que menta un congreso de psiquiatría dedicado al tema que contó con ponencias tanto de Wertham como de Legman, quien aportó los siguientes datos:
“Every year 500,000,000 comic books are printed; the average city child reads ten to a dozen a month. If there is only one scene of violence a page, this gives him a diet of 300 scenes of beating, shooting, strangling, torture and blood per month. Every city child who was six years old in 1938 has by now, Legman figured, absorbed an absolute minimum of 18,000 pictorial beatings, shootings, stranglings, blood puddles and torturings-to-death from comic books alone.”
Por si acaso alguno de ustedes no anda ducho en inglés, les hago las cuentas de Legman: un niño lee doce tebeos al mes, si cada página incluye una escena violenta, al cabo de cinco años ese niño habrá absorbido 18000 imágenes violentas. Una exageración como una casa ya que parte del erróneo supuesto de que todos los tebeos eran violentos. Aún así, lo que me parecía una muestra de proto corrección política por parte de un marxita amigo del sexo oral tiene más chicha de lo que aparenta, pero debo dejarlo aquí porque no puedo extenderme al respecto. A ver si encuentro un hueco pronto.

7.3.09

¿DÓNDE ESTÁ MI MOCHILA VOLADORA?


Tardé lo mío en pillar la frase que el Dr. Repronto escribe en la pizarra.

Dónde está mi mochila voladora


En paralelo: recuerden la realidad de Atómica.

6.3.09

CALIBRE 22 COMO UNA OLLA

Golden bullet

El falo como símbolo es un icono muy poderoso y el pOp (Freud mediante) lo sabe. Su presencia es rastreable hasta el infinito ( ¡y más allá!) y los hallazgos numerosos. Aún así, la imagen de arriba me arrebata: una llamada publicitaria en la que la bala (de cobertura dorada) remite al falo. Prueben a abrir la imagen en grande en la oficina, notarán a su espalda miradas sorprendidas y se convertirá usted en un adicto al sexo que consulta por internet utensilios para entretenimientos lúdicos (de pareja o solitarios).

La pistola y el rifle como extensiones viriles son un clásico de lo pOp pero la munición, por su tamaño, quedaba excluida. El acierto del anuncio de la golden bullet de calibre 22 es aumentar ese tamaño hasta convertirlo en un símbolo fálico tan potente como los cohetes y misiles a los que son tan dados a atar a las doncellas en los tebeos precodes y en el pulp. Mujeres hermosas obligadas a agarrarse al falo para ser lanzadas al espacio, lugar donde verán las estrellas. ¡WoW!.

wings comics 91

Otro de los elementos de nuestro anuncio de calibre 22 es su destino: el público varón (Bueno, eso era antes de Sarah Palin, pero bueno). Si bien el artículo para el hogar puede tener como perfecto destinatario al target masculino que busca qué ofrendar a su pareja (remito al enlace anteriro), la idea de convertir un juego de sartenes, ollas y cacerolas en otra llamada fálica me parece ya el máximo exponente del delirio publicitario. Más largo que twinkler, ya saben.

longer than twinkle


Bola extra: Mr. Sensato saca el dedo de ET de la chistera. Aquí ya tengo poco que decir más allá de que ese dedo se inspira en un dedo tan divino como sixtino. Así que... eh... bueno... algo.

4.3.09

WATCHMEN ES KISTCH Y WATCHMEN 2 SERÁ LA REHOSTIA

Ayer pude ver la esperada adaptación fílmica de Watchmen, de estreno inminente. Así que voy al grano y me mojo: Watchmen película mola, y utilizo el término coloquial expresamente, porque mola, o me ha molado, básicamente porque para durar lo que dura yo me lo pasé bien durante la proyección, me distrajo y a ratos incluso la diversión fue importante. A partir de ahí se abre toda una discusión sobre si Watchmen debe limitarse a ser únicamente divertida… aunque para muchos avanzo que no será ni eso, y ya les informo, por si acaso tenían esperanzas, que van a llover hostias por todos los lados y que la polémica que se avecina va a ser la mar de divertida, y por las equivocadas razones de siempre. Continuemos.

Olviden cualquier esperanza, si la tuvieron algún día, de que la película pueda alcanzar la gloria y el ímpetu del tebeo original. Watchmen es inadaptable, no tanto porque el tronco central de la historia no sea trasladable al cine actual sino porque lo de Moore y Gibbons era tan metatebeo que fuera de su medio pierde naturaleza. Pepo Pérez ha publicado un excelente resumen de los méritos del cómic en 13 Millones de Naves, y a él me remito porque en su claridad quedan implícitos los motivos que la convierten en una adaptación imposible. El tebeo marcó un antes y un después en su medio, la película dudo que afecte al actual cine de superhéroes, aunque eso es una cuestión de contexto: en cine no hay inocencia a perder.

A partir de ahí, la película me resulta sorprendente por muchos y variados motivos. El principal es esa extraña mezcla de adaptación visualmente fiel de buena parte de la trama e imágenes más recordadas y, por otro lado, una traición desde el punto de vista del espectáculo que propone. Fiel porque muchas de sus escenas siguen a pié juntillas las recíprocas viñetas, y traición porque Zack Snyder es un cachondo de tomo y lomo que ha sacado a relucir una faceta de Watchmen que a todos se nos escapaba: Watchmen es kistch kitsch. Por no hablar de la doblez ideológica habitual en el director de Amanecer de los Muertos y 300, un tipo que, por cierto, me cae la mar de bien. Igual es que por darle tanta matraca al tebeo original (grapado y por entregas) hemos olvidado que también era divertido y muy loco.

Watchmen película mola (cada vez más según pienso y escribo) porque es una muy disfrutable marcianada. Y así debe tomarse. Un producto imposible que sacará de sus casillas a muchos, estoy seguro. Es una marcianada por mil cosas: introduce el gore con una alegría tan despreocupada que me he visto obligado a rebuscar en el tebeo (sin éxito); da paso a la comedia burra cuando menos te lo esperas (el polvo en la nave, chorro de fuego mediante y a ritmo de Hallelujah va a provocar cortocircuitos); la introducción y selección de temas musicales en algunos caso me ha parecido estupenda (la escena de la represión de las manifestaciones antivigilantes a cargo del Comediante gana enteros con ese tema musical), aunque me consta que el momento 99 red balloons va a desquiciar a muchos; convierte a Ozymandias en un tipo absolutamente glam, un émulo de David Bowie que acude a conciertos de Village People y se saca fotos con ellos (ergo…); o las apariciones de Nixon, que en el tebeo casi ni se perciben en su sobriedad y que aquí resultan exageradas, pura caricatura.

Otra escena que quiero destacar porque me gusta y creo que será de las que despierten mayores lamentos (incluso rasgados de ropa públicos entre los sacralizadores de la obra original) es el rescate de Rorscharch, con Buho Nocturno y Silk Spectre repartiendo hostias por doquier (cual coreanos con martillo), subrayando a lo burro como un tipo gris y anodino, un impotente sexual, se pueda poner como una moto enmascarado y encauchutado en cuero. Como ven, la sutilidad en Watchmen película es una quimera imposible. Hallelujah. También la ominosidad. Para que me entiendan, Watchmen me gusta precisamente porque acaba siendo todo lo contrario que El Caballero Oscuro (a mi juicio, un tostón que pide a gritos algo de sentido del humor).

Mención a parte me merece todo el tema ideológico-político. Hay que tener en cuenta que cuando salió el tebeo existía la URSS. Ahora todo ha cambiado, y aún así la película permanece en el mismo marco cronológico, esos falsos ochenta. Otra opción era imposible. A partir de ahí, Snyder, que también es un cachondo desde el punto de vista de la incorrección político-ideológica, opta por un Ozzymandias implícitamente gay y socialista (además de pacifista y vegetariano, como apunta Rorscharch), y convierte el desastre de Nueva York en una especie de alegoría del 11-S absolutamente delirante. La Zona Zero debe existir para cambiar el mundo. Hallelujah

En resumen, Watchmen es una deliciosa marcianada, a menudo tremendamente fiel, con apuntes paródicos, voluntad desacralizadora y ánimo suicida. Una amalgama que se me antoja incluso extraña, que no esperaba y que, además, creo que funciona muy bien en su irreverencia. Por cierto, lo mejor, de largo, los títulos de crédito iniciales. Una gozada repleta de detalles que habrá que revisar con atención. Y ahora que empiecen las hostias mientras esperamos la secuela. Hallelujah

2.3.09

%@&*!

Breakdowns puede traducirse tanto como anomalía o fracaso como análisis detallado, y también como crisis nerviosa. Todas las acepciones, formando un todo en su aparente contradicción, son el código que con que descifrar el álbum homónimo de Art Spiegelman que acaba de editar Mondadori y cuya lectura he disfrutado un montón.


Spiegelman es conocido por Maus, una obviedad que limita la percepción de su trabajo exclusivamente como creador de una de las obras definitivas para el medio... y una lectura cojonudísima cuyo mayor acierto no es tanto la historia de (super)vivencia del padre del artista sino el conflicto paternofilial de fondo. Vale, la obviedad de Maus, decía, pues prefiero referirme a Spiegelman como uno de los cerebros gráficos que estaban tras esa maravilla que eran los cromos de la Pandilla Basura y, en especial, como editor de Raw.


Y es ahí donde la recuperación Breakdowns (una antología de historietas dispersas publicada en 1978) se convierte en necesaria para entender cómo el comix underground, que hacía del feísmo y el mal gusto más que un estandarte, evoluciona con los lustros hacia la esquisitez gráfica (en los mismos términos en que antes se enarbolaba lo sucio). En ese camino la figura de Spiegelman resulta crucial (más que con Maus, me atrevo y todo) y Breakdowns una obra rompedora cuya lectura hoy me parece fascinante: está presente la crudeza del underground primigenio, pero al mismo tiempo hay una ruptura gráfica brutal (simbolizada en un formato que se antoja demencial teniendo en cuenta su procedencia) hacia terriotorios donde el cómic es Arte sin más, y una reflexión/experimentación sobre el medio maravillosa por inmediata. Lo grande es que todo ello es sincero (incluso atormentado) cuando la mayoría de intentos semejantes suelen pecar de impostura, y es hermoso y coherente naciendo, como nace, del caos personal del autor en los 70s y que se explica muy bien en una larga introducción en forma de historieta que ocupa casi tanto como la obra original y que lo explica todo. La hostia, vamos.