EL PODER DE LA MARCA... ACME

Uno de los muchos motivos por los que voy a encontrar a faltar el blog de Hijo Tonto son sus Imperdibles. Quizá porque habita en otro continente y los flujos de información son diferentes, quizá porque está más agazapado que yo en espera paciente de presas. Lo cierto es que tenía la santa virtud de avisar (me)(nos) de maravillas... eu... imperdibles. Abro paréntesis. HT, tiene mi correo, avise en privado pues, no será la primera vez, muy chulos los carteles peplums, doña absenta está encantada. Cierro Parentesis. Por ponerles un ejemplo, lo de hoy. Sin este aviso yo no hubiera conocido, al menos a corto plazo, el delicioso The A.C.M.E. Catalog, perfectamente subtitulado "Quaility is our #1 dream" para luego apuntar que llevan "60 años redefiniendo el dolor".

En su aviso, al final, nuestro amigo HT se limitaba a escribir: "ACME. A-C-M-E. Me parece que cualquier cosa que se diga al respecto es redundante y ridícula." Pues bien, voy a ser un poco redundante y ridículo, pero no mucho. Sin dejar de acriminar el ideal borderline del catálogo del IKEA, pero en realidad sublimando (ei, tío, soy un gafapasta) el concepto, ya retro, de catálogo de venta por correo ordinario (ey, tío, yo pasé mi adolescencia comprando por correo lo que llamábamos 'woopins', usease, rockabilly shoes), esta delicia compila todo tipos de productos de la mítica marca A.C.M.E. con bellas ilustraciones que naturalizan su original diseño cartoonesco sin perder un apice de su intrínseca pajerez. Dinamitas, patines supersónicos, Nitrovitaminas, navajas suizas imposibles, cohetes de propulsión a chorro, falsos arbustos, pistolas de banderillas con mensaje, zanahorias trampa, muelles con factor antigravedad, pintura de invisibilidad, tónicos de supervelocidad con vitaminas R-P-M, imanes atómicos con forma de herradura o boomerangs con garantia de retorno. Productos todos cuya sóla existencia ideal certifica que la raza humana está aquí para algo y que dudar de su capacidad creativa es una memez. Otra cosa es que el establishment no se percate de que eso es el verdadero significado de la palabra progreso e inventiva e insista en productos tan poco salidables como la tarjeta de crédito, el BMW o los fabulosos relojes suizos.

Para que se hagan una idea, les dejo con algunos inventos que, particularmente, me provocan desatinos consumistas por su evidente utilidad: la caja sorpresa con guante de boxeo (si, suegra, estoy pensando en tí), acmecópteros (llegar al trabajo con uno es el acto más cool con el que puedo soñar), pistolas desintegradoras (redundo: de evidente utilidad) y, por supuesto, el majestuso yunque de 16 toneladas con el que decorar la sala de estar. Por cierto, ni ACME ni yo nos hacemos responsables de cualquier tipo de consecuencia perjudicial (y dolorosa) que puedan acarrear en cualquier de ustedes, sus propiedades o sus mascotas. Bep Bep.

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