Bad Boy
Es el chico terrible, insoportable, rebelde, de la tradición literaria americana, que ahonda sus raíces en el siglo XIX con el Tom Sawyer de Mark Twain y continua, especialmente en los cómics ya a finales del mismo siglo. El considerado de manera estricta primer cómic de la historia está, en efecto, dedicado a un niño ‘malo’ que, hasta en el color de la piel, puede alardear de guardar interesantes analogías con Bart Simpson: Yellow Kid. El personaje nació en mayo de 1895 dibujado por Richard Outcalt para el New York Herald, en las páginas a color del querido suplemento de Joseph Pulitzer. En esas tiras de grafismo vagamente modernista, las extravagantes aventuras del chico amarillo no perdían ocasión para poner en evidencia el contraste ya irreductible que contrapone los hombres a los niños, el microcosmos adulto al infantil; puede, pues, establecerse un discurso común con Bart sobre separación (que en las aventuras narradas se hace, a su vez, molesto, paradójico, ruidoso) entre el mundo por así decir normal y el de la preadolescencia.
De Yellow Kid a Bart Simpson la lista de los bad boys es realmente inmensa y se pueden citar muchos. Por ejemplo, en 1932 Carl Anderson idea a Henry: un niño adusto, solitario, surrealista, constantemente irritado y además listo para contrastar la realidad de los adultos con salidas que, al mismo tiempo, reflejaban insidias y enfados. En 1942 Crockett Johnson crea aBarnaby, chiquillo indeciso en constante desequilibrio entre su realidad fantástica y la realidad cotidiana y de la familia. El discurso podría también aludir a los otros protagonistas: al igual que en los Simpson, Bart no es el único que encarna el modelo del bad boy en la historia del tebeo americano.
Los antepasados más o menos directos de Bart y Lisa podrían ser Nancy y Sluggo, que no son hermanos, sino dos amigos dibujados en 1938 por ErnieBushmiller. Sluggo, con una gorra a lo pillo, es en realidad un pusilánime que está esclavizado por la agresividad y el despotismo casi matriarcal de su compañera de juegos; característica ésta que parece guardar un cierto parecido entre la inteligencia superior de Lisa y la mente confusa de Bart. Pero las analogías más sorprendentes se derivan de la comparación entre Lisa y Nancy: esta última es engreída y pedante, pero no carece de una objetiva autocrítica, que modera su presunción y propicia, sin duda, un carácter autoritario. A la par que Bart y Lisa, pero con mayor frecuencia, Nancy y Sluggo se afanan en arreglar los numerosos desastres que provocan a pesar de que muchas veces los remedios sean bastante peores que la enfermedad.
Por último, como ocurre en los Simpson, los bad boys son también numerosos entre los demás personajes que secundan a los protagonistas, especialmente amigos y compañeros de colegio. Al igual que en 1923, Ad Carter publicó Just Kids, centrada en las fechorías de un grupo de chicos de barrio, en referencia a las temibles bandas infantiles que en la sociedad americana empezaban a manifestarse en las zonas suburbanas degradadas.
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