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6.9.04

THE CURSE OF GUADALIX

La familia ausente es adicta a Gran Hermano. Desde el primer año. No nos pregunten la razón pero lo cierto es que acostumbramos a disfrutar bastante con el denostado concurso. Quizá nos permite contemplar una serie de gentes que en nuestro devenir social no llegamos ni llegaremos a conocer jamás. Tan sólo los intuimos en nuestros paseos diarios. Ayer se inició la sexta entrega y la verdad es que algunos de los cscogidos para la gloria dejan bien claro porque disfrutamos con el programa de marras.

- Una ex-legionaria que llora al recordar su estancia en el tercio y que da muestras de un españolismo a prueba de bombas. Ardo en deseos de conocer a su novio tunero.
- Un chaparro asturiano que se parece a Angel Cristo y que, atención, cambio su sexo. Antes se llamaba Niocolasa
- El favorito de Vico, un metrosexual canario y del Atlético de Madrid que se mira el culo en los espejos.
- Una asturiana de Benidorm que dice ser francesa glamourosa mientras exclama "¿Qué yesto?" y "Tiémblenme les pates!"
- Un gitano pijo que trabaja de relaciones públicas, uno de los oficios más odiados por la familia ausente.
- Juan José Mateo Rocamora, taxista alicantino que viste de Versace.
- Un futuro De La Rosa, un joven asesor financiero catalán especializado en grandes patrimonios ajenos. Yo no me dejaría asesorar por él ni jarto de necia.
- Un munipa de Logroño. Si eso no fuera poco le acompañan dos ex amantes. O mejor una, porque la otra, que prometía furia salmantina y mal humor en giant size, se piró nada más comenzar al comprobar el percal.
- Un par de catalanas (una es una belleza playera y la otra una gordita solterona a la que sus amigos llaman Campanilla) y una galleguiña adolescente.

En fin, bienvenidos al espectáculo. La comunidad pajera andaba muy exultante porque un pajero virtual había anunciado su presencia. Se trataba de un fake que quien esto escribe se creyó. No me disgusta. Revela una cierta inocencia por mi parte.

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