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1.11.16

CRÓNICAS DE #SITGES2016 (XVII): DESPEDIDA Y CIERRE

Con algo de retraso, cierro las crónicas de Sitges 2017 con algunos títulos que sería injusto no comentar o destacar.


De Palma

Documental que recorre la carrera de Brian de Palma sustentado únicamente por una larga entrevista en la que este comenta una a una todas sus películas y/o proyectos no finalizados. En lo formal es de una simpleza absoluta: el protagonista en plano fijo y escenas de filmes (propios o ajenos) que se van intercalando. Como documental, en definitiva, se limita a aplicar la fórmula más básica y tradicional posible. Claro que con tamaño protagonista no hace falta más para que el resultado sea la mar de disfrutable, casi dos horas que pasan en un suspiro y se alzan con el mayor triunfo posible para un producto de estas características: tras visionarlo es inevitable lanzarse a revisar la filmografía de Brian de Palma de cabo a rabo.


 The Girl with all the gifts

Estupenda película y enésima demostración que el subgenero zombie/infectados, lejos de agotarse, sigue permitiendo aportaciones más que notables. Con guión de Mike Carey, conocido sobre todo por su labor como escritor de cómics, y con un director salido de la factoría inglesa de series de género (ha firmado episodios de Doctor Who, Black Mirror o Sherlock), su pertenencia directa a la tradición británica es incuestionable y, eso, son palabras mayores porque si algo distingue a esta es la elegancia, riqueza y respecto dado al género fantástico desde tiempos inmemoriales y por múltiples vías: literatura, tebeos, películas, producciones televisivas. The Girl with all the gifts no traiciona ese notable legado sino todo lo contrarío, no puede tener mayor aroma a ciencia ficción clásica, regala unas cuantas buenas ideas (el tema de los hongos, por ejemplo) y su desenlace es puro Twilight Zone.


It Stains the Sands Red

Seguimos en lo zombi con un título que quizá habría merecido no quedar enterrado en las maratones nocturnas para insomnes que, eso sí, supieron destacarlo con el premio a la mejor película de las sesiones de medianoche. Tampoco se crean que es una maravilla, ojo, pero sí una serie b resultona levantada sobre mimbre escaso: una chica de mala vida se queda tirada en el desierto tras huir del caos apocalíptico de Las Vegas, y un zombi a piñón fijo la perseguirá de manera implacable. Más allá de la metáfora del acoso sexual (tan evidente que su subrayado era innecesario), la cuestión es que cuando uno se teme que va a ser todo el rato lo mismo, la historia sabe girar con acierto y dar brío al asunto, hasta el punto que cuando al final flirtea con la moralina y flota el mensaje de que no hay nada como el fin del mundo para rehacer tu vida, la cosa no molesta demasiado.


The Autopsy of Jane Doe

Una de las joyitas del festival, una de esas series b a las que se suele otorgar el rango honorífico de ser “como las de antes”, etiqueta que es puro tópico pero de lo más eficiente para dejar claro de que va el asunto. También algo equívoca, porque a menudo lo que hay detrás, de lo que se trata en realidad, es de una dignísima aportación al cuento de miedo más noble y puro, aquel cuya única pretensión es hacernos estremecer pese a lo modesto de los medios empleados. En este caso, una funeraria como único escenario y un cadáver sin identificar cuya autopsia convoca malignas fuerzas sobrenaturales. Una de esas pelis que crecen y se hacen robustas, que juegan bien al reparto de susto, intriga y sugerencia. Al final, todo hay que decirlo, se alborota un poco con un estallido del terror de feria que, por otro lado, era inevitable por su condición de… “serie bé de las de antes”.


Hardcore Henry

Uno de esos casos poco frecuentes en los que el ejercicio de estilo puro y duro no está reñido con la diversión pura y dura. Cantante de la banda de rock alternativo Biting Elbows, el ruso Ilya Naishuller ha ido labrando una espectacular carrera audiovisual desde que irrumpió con un brillante videoclip rodado con cámara GoPro y perspectiva en primera persona. Esa misma técnica es la que ahora traslada a un largometraje, reto importante pues proponer hora y media de cámara subjetiva exige mucho más que la mera habilidad técnica. No es el primero en intentarlo, le preceden clásicos del cine negro como La senda tenebrosa o La dama del lago, así como una derivación tan profusa como el found footage (que ha dado grandes títulos, pero que también demuestra lo complicado del asunto). Naishuller sale victorioso del envite, y de qué manera, aplicando una fórmula compuesta principalmente por dos ingredientes. Acudir al lenguaje de los videojuegos es uno, al fin y al cabo es donde más y mejor se ha desarrollado la visión en primera persona. El otro es la diversión trepidante, desmelenada y gore con una trama sencilla que mezcla ciborgs, mutantes y centenares de sicarios para un body count casi infinito. Una fiesta.


Lo chiamavano Jeeg Robot 

Una de las reglas que me guían durante el Festival es la que reza: en caso de duda escoge la película de El Retiro. En la mayoría de ocasiones la decisión es la correcta y esta fue una de ellas. Aportación italiana al cine de superhéroes, precisamente esa procedencia mediterránea es su mejor baza: la mirada cultural es otra y , si hace bien, ventila y refresca un espacio lleno de blockbusters que, resultones o no, siguen la misma fórmula monolítica. En este sentido, la peli tiene ecos a El protegido y remite a la figura del Joker en determinados momentos, pero la cita directa es a la serie de anime Getter Robot de Go Nagai, el creador de Mazinger Z, y no, no por la presencia de gigantes metálicos sino como homenaje original y delicioso. Más allá de estos referentes, lo importante es que asume y actualiza el legado del cine de género italiano que tanto añoramos, empezando por el título, puro espagueti; por una trama de delincuencia marginal que es puro poliziezco, violencia incluida; o por atreverse con detalles que hoy serían inconcebibles en una producción de Hollywood, como dotar de arrolladora sexualidad a una disminuida mental. El resultado combina de maravilla dureza suburbial, poética sentimental, heroísmo y tortazos.


Grave (Crudo)

Otro de los grandes títulos que han podido verse y que llegó precedido por los desmayos provocados durante su proyección en el Festival de Toronto. Una expectativa peligrosa porque los espectadores de Sitges han curtido una sensibilidad rocosa y curada de espantos. En realidad, aunque la contundencia de algunas escenas es poderosa, está lejos de ser un festín de sangre y tripas, ni lo pretende. Prometedor debut de la directora francesa Julia Ducournau, explica la historia de una joven educada en estricta alimentación vegetariana que, internada en una elitista facultad de veterinaria, descubre lo mucho que le gusta la carne cruda, especialmente si es humana. Relato de horror grotesco más clásico de lo que aparenta por su factura indie afrancesado, ofrece una sugerente visión del vampirismo y, en algunos momentos, remite a las chicas sangrientas de Jean Rollin.


Swiss army man

He dejado para el final a la ganadora del premio a la mejor película para, antes de comentarla, lanzar algunas reflexiones sobre el principal galardón de Sitges. La perspectiva que dan los casi 50 años del Festival lo permite. Una de las grandes contribuciones de Sitges es descubrir autores, señalar tendencias y trazar una línea cronológica de grandes clásicos del cine fantástico o de terror. Obviamente, solo el tiempo desvela lo acertado o no del premio dado, y en la lista de ganadoras hay de todo. Hay años que se recuerdan por una película concreta y otros que, repasados ahora, demuestran que no premiaron títulos que luego resultaron claves y sí otros que ya nadie recuerda. Lo ideal sería que la ganadora fuera siempre una de esas películas que pasarán a la historia del género, pero eso es imposible, pura utopía. Por otro lado, la decisión del jurado siempre es legítima y tiene sus razones, del mismo modo que luego los aficionados también están en su derecho de compartirla  o rechazarla. En todo caso, lo único que puede fallar ocasionalmente en ese esquema es que los miembros del jurado no sean conscientes de la importancia histórica del premio dentro de su especialidad temática.

Dicho esto, Swiss army man es un buen ejemplo de película a la que le va algo grande la distinción o, mejor dicho, no se acomoda bien a esta frente a otras más óptimas o lógicas (en esta misma entrada hay tres o cuatro de ellas). Por otro lado, esto no significa que sea una mala película o que carezca de mérito, no se trata de eso; de hecho, es bastante evidente que la intención del jurado ha sido apoyar una propuesta original, extravagante e insólita en un tiempo poco proclive a estas características, tanto que resulta sorprendente que un proyecto como este consiguiera salir adelante. La premisa es la siguiente: un náufrago desesperado alivia su soledad convirtiendo su amigo imaginario a un cadáver que la marea ha dejado en la orilla. La idea aún es más loca cuando reincide una y otra vez en un humor grotesco y escatológico alrededor de la combustión gaseosa propia a todo muerto en proceso de descomposición, es decir, un festival de pedos y líquidos a los que el náufrago encontrará fantasiosa utilidad. El desarrollo es irregular, no siempre encaja bien ese humor grueso con su naturaleza de fábula poética sobre la soledad contemporánea y, desde luego, tiene un desenlace que deja perplejo por raro y discutible, pues su trasfondo es realmente oscuro y chungo. Es justo señalar tres virtudes: los momentos en que remite con delicadeza al teatro de títeres y marionetas; el atrevimiento de sugerir con alegría una variante travestida de la necrófilia (de perfil romántico, ojo, no se me espanten); y, por encima de todo, el trabajo de Daniel Radcliffe en el papel de saco sin vida camino del rigor mortis, es decir, de muñeco muerto e inerme.

25.10.16

WE WANT THE AIRWAVES



Entrevista a Marcos Prior por la publicación de la novela gráfica Necrópolis en el espacio dedicado al cómic del programa Els Experts de Icat.cat (18 de febrero de 2016)

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15.10.16

CRÓNICAS DE #SITGES2016 (XVI): ANGUISH



El solipsismo adolescente y el desencuentro generacional sirven de nuevo para otra muestra de fantástico indie, en este caso del que me irrita cosa mala. La excusa es una joven en tratamiento psicológico poseída por el espíritu de otra joven atropellada por un camión mientras discutía con su madre. Debo decir que la película tiene una factura dual y esquizofrénica que me fascina por el descaro de su impostura. Por un lado, la cara naturalista e íntima con la chavala paseando en skate, tocando la guitarra y viviendo el tedio del fin de la infancia y la tortura de las pastillas. Por otro, un desmesurado festival de sustos gratuitos a golpe de volumen y sonido. Lo peor de dos mundos en descontrolada alternancia y abrupto contraste, y en ambos casos puro artificio. Este rasgo debería despertarme una simpatía por los motivos equivocados, y si no lo hace es por una cuestión que me indigna. Al principio de la película se nos informa del elevado porcentaje de adolescentes que reciben tratamiento psicológico y farmacológico por desórdenes de personalidad. Luego, ante el discurrir de la película no he dejado de preguntarme: ¿me estás queriendo decir que lo que les pasa en realidad a todos esos chavales con problemas es que son médiums? En efecto, y por si había alguna duda la película concluye con un “Basado en hechos reales” bien gordo. Indecente.

CRÓNICAS DE #SITGES2016 (XVI): 31



Recibido con afecto y aplausos en su visita, en realidad la relación de Rob Zombie con el público de Sitges siempre ha sido conflictiva. Con la excepción de su remake de Halloween, el resto de sus películas siempre han provocado una reacción muy dividida entre el amor y el odio que tuvo su máxima expresión hace ya cuatro años con los injustos silbidos a Lords of Salem. Yo me decanto por el amor, pero con menor entusiasmo que el de otros compañeros. Puesto en este contexto, la nueva película de Rob Zombie ha obtenido más indiferencia que encendido desprecio y un sucinto “es mala” como opinión generalizada que yo no acabo de compartir, aunque reconozco que es un título menor. ¿Por qué la defiendo? Por su condición de peli de género de toda la vida, aunque pasada por el tamiz de la imaginería robzombiana, con un argumento conocido y simple (grupo que cae en una trampa de supervivencia espectáculo) que rinde tributo a Nosferatu y La matanza de Texas. No hay más que eso… Bueno, sí. Payasos psicópatas (ahora tan de moda) y un enano nazi. Repito. Un enano nazi. Señor juez, señores del jurado, una película con un enano nazi siempre merece nuestro amor. Piensen en ello antes de decidir su sentencia.

14.10.16

CRÓNICAS DE #SITGES2016 (XV): I AM NOT A SERIAL KILLER



Dentro del abanico del fantástico indie que he visto este año esta es la que más merece la pena. El tema es uno de los clásicos: el adolescente rarito, pero aquí se lleva con bastante brío. El chaval trabaja en la funeraria del pueblo y ayuda a su madre en tareas de maquillaje de cadáveres, y por si eso no fuera suficiente para cargar con el estigma de freak del instituto, también está bajo tratamiento psicológico por mostrar rasgos sociópatas. Experto en asesinos en serie y lleno de dudas sobre sus impulsos, una serie de crímenes que parecen cometidos por un psicópata le pondrán como una moto. La historia parece debatirse entre los típicos “al final va a ser él” o “será el principal sospechoso” pero no tarda en dar un giro bastante majo que alegra mucho el asunto. Luego, claro, el elemento indie está ahí, porque al final no deja de ser una alegoría del conflicto generacional y hay más amor que maldad, pero por esta vez muy bien, con su suspense y su humor negro y todo.

CRÓNICAS DE #SITGES2016 (XIV): MIDNIGHT SPECIAL



Este año me ha sido benigno en el siempre arriesgado terreno del fantástico indie, lo cual no quiere decir que la cosecha sea buena ni muchísimo menos, pero he sufrido menos que en ocasiones anteriores. Esta era una de las piezas destacadas, y bueno, no está mal y se puede ver, pero poco más. Un niño con poderes paranormales y su padre huyen tanto de la secta a la que pertenecían hasta entonces (que ha prosperado gracias a ellos) como de los agentes del gobierno que quieren capturarlo. Que la película se desarrolle a través de una persecución múltiple siempre da vidilla al asunto, pero tampoco es que la cosa sea trepidante. Durante un rato la intriga respecto a lo que está pasando genera bastante interés, hay una estupenda escena en una gasolinera que da brío al asunto, pero luego entre que el conglomerado CIA-FBI-DEA se muestra operativamente ridículo, que todo lo de la secta se deshace como simple excusa (y además ambigua), que la historia es un refrito de un par que ya nos conocemos (y que por si acaso se subraya con un guiño a los tebeos de Superman) y que al final se resuelve con un clímax de fantasía bonita y mensaje paternofilial, pues que lo de siempre, vamos, y con más tedio que pulso, para qué voy a decir otra cosa.

CRÓNICAS DE #SITGES2016 (XIII): THE HANDMAIDEN



Una de las grandes películas de este año y sin duda la que arrasa en unánime entusiasmo. No me extraña, Park Chan-Wook es uno de los grandes directores en activo y esta su mejor película desde la famosa Trilogía de la violencia que le dio a conocer ( y de la que Oldboy forma parte) porque la del cura vampiro y la de Nicole Kidman eran buenas pero pelín por debajo y la de la chica robot la he resetado de mi memoria. Pero a lo que vamos, The handmaiden es una pieza mayúscula de gótico coreano que se desdobla sobre sí misma cuando retoma el relato para explicarlo de nuevo desde otro punto de vista, y luego continuarlo. El argumento gira alrededor de una rica heredera japonesa cuyo matrimonio pretende un timador para cuyo propósito buscará la ayuda de una sirvienta. Esa historia, filmada con una elegancia mayúscula, toma un giro inesperado a partir del cual se reinicia y luego prosigue introduciendo una perversidad erótica sublime, muy cercana al cine europeo más lúbrico de los 70, y un tono sadiano brutal. Y luego ya el pulpo remata la función.

11.10.16

CRÓNICAS DE #SITGES2016 (XII): MUSEUM



Tenía curiosidad por esta adaptación de un manga aquí de publicación reciente y cuya lectura me entretuvo bastante pese a su evidente remisión a Se7en, con su psicópata creativo y su policía desesperado cuando descubre que su familia es uno de los objetivos del asesino. Por desgracia, la película es una cosa bastante mediocre que se alarga hasta el aburrimiento y un final ridículo. El fracaso conlleva ciertas reflexiones. Por un lado, que un cómic que se inspira en una película mantiene cierta distancia con esta por una cuestión de lenguaje, pero si ese cómic se lleva a su vez al cine, su carácter derivativo se hace demasiado evidente. Dicho de otra forma: Museum, el manga, no es más que una variación de Se7en, pero no molesta demasiado porque es un cómic, más cuando lo mejor es su narrativa ágil, pero cuando se lleva al cine se convierte en una copia aburrida de Se7en donde, además, la mejor virtud del tebeo, el ritmo, se diluye. Esto es curioso porque encima durante casi toda la película la fidelidad es tan estricta que la hace impersonal y la alarga de manera innecesaria, para luego acabar proponiendo una absurda variación del final que no es que sea malo, es que es vergonzoso.

ZONA DE ESPOILER

Por si alguien tiene curiosidad de saber cómo acaba el manga, en este no hay doctora que mate al asesino ni justifique su enfermedad como “psicosomática por haber estado expuesto al mal en la infancia”, tremenda chorrada que además se replicaría en el hijo del policía y esa alergia. En el manga la cosa concluye dejando la duda de si el final feliz es algo que sueña el policía tras morir en manos del asesino, sin duda mucho más sugerente.

CRÓNICAS DE #SITGES2016 (XI): BLAIR WITCH



No formé parte de los entusiastas de The Blair Witch Project pero le reconozco los méritos, y eso que la idea de convertir el clásico manuscrito encontrado de la novela de terror en metraje encontrado era algo que como mínimo ya hizo antes la salvaje Holocausto caníbal, vilipendiada y polémica, pero también menospreciada. De hecho, recuerdo que cuando se estrenó la bruja de Blair original en Sitges, el distribuidor español no dejó que la actriz presentara la película porque le desmontaba la jugada de venderla como filmación real. En fin, que no me entusiasmó pero hay que reconocer que era una película sugerente y, desde luego, una pionera que se adelantó en años al cine low cost de telerealidad, nuevas tecnologías, móvil y youtube cuya influencia aún perdura. Hubo una segunda parte que no llegué a ver, y fue un fracaso, y ahora nos llega una nueva secuela que a priori no pintaba mal al estar firmada por Adam Wingard, que tras los buen rato pasado con The Guest y You’re next se había ganado mi simpatía y voto de confianza, que mantendré pese al decepcionante resultado de esta su nueva película. No empieza mal, con los personajes desplegando un arsenal audiovisual con drones para internarse en el bosque maldito, y tiene al final toda esa pesadilla labríntica espacio-temporal que parece salida de La casa de hojas de Mark Z. Danielewski, pero el recorrido entre ambos puntos es cansino, se llega fatigado y harto de efectismos gratuitos, sustos de estridencia sónica y efectismo facilón. La traición hacia el original es considerable, y no porque aquí la imagen sea HD y antes analógica, sino porque aquella era sugerente y esta todo lo contrario.

CRÓNICAS DE #SITGES2016 (X): DOG EAT DOG


No sé dónde leí que Paul Schrader se reinventaba en su nueva película, algo que no puedo juzgar porque hace tiempo que le perdí la pista, pero no hay nada novedoso en esa estética y descuidada y sí el desperdicio de una novela del gran Edward Bunker, porque el resultado es un bastante desastroso, la verdad. Aún así, Friedkin merece respeto por su obra pasada y también por su espíritu de supervivencia, pero como francotirador marginal le ha fallado la puntería. Hay como un desafío por la incorrección, pero se nota forzado, y esta historia sobre tres delincuentes en horas bajas y psique machacada daba para más, mucho más, pero se teje con descuido y retales deshilados y ni siquiera el par de aciertos que corren por ahí sirven de asidero. Así que no, nada, una pena. Lo mejor, para mí, es ese retrato de derrumbe del sueño americano, de desecho urbano y abandono que últimamente se percibe en muchas películas. Yo lo llamo estética Detroit, aunque se localice en otras muchas ciudades.

10.10.16

CRÓNICAS DE #SITGES2016 (IX): CARNAGE PARK


Otra de esas pelis que solo se pueden disfrutar en Sitges y a las que hay que agarrarse frente a la invasión del fantástico indie made for Sundance (que este año parece menor… de momento y en mi caso). Serie B de presupuesto escaso bien aprovechado, remite con modestia a la tradición forjada con clásicos impepinables como La Matanza de Texas o Las colinas tienen ojos como busca un empaque más contemporáneo, ya sea en su estructura sembrada de flashbacks y protagonismo coral (que el body count va reduciendo sin piedad), como de fondo, como expresión de ese resurgir del sociópata rural tan americano que mata todo lo que se mueve en su terreno. El argumento es simple: unos atracadores con rehén se internan en una zona habitada por un aficionado a cazar seres humanos. American Gothic ambientado en ese paisaje neowestern y fantástico de la América Profunda labrado por la cultura pop, sencillo pero eficaz, generoso en aciertos pese a sus carencias y una destacable banda sonora.

CRÓNICAS DE #SITGES2016 (VIII): SHIN GODZILLA



Quienes conocieron este blog en sus tiempos de gloria saben de mi entrega y devoción por el más famoso de los monstruos japoneses (aunque el propósito de repasar todas sus películas quedó incompleto). Así que la presencia es Sitges de una nueva entrega con el sello de la Toho, doce años después de la estupenda Godzilla Final Wars y sin contar la reciente incursión americana de 2014, era una de mis prioridades absolutas. El nuevo reboot japonés no solo está a la altura de la leyenda sino que además es muy generosa en detalles y subtextos que merecen comentarse. Ya de entrada, llama la atención su director, nada menos que Hideaki Anno, el creador de Neon Genesis Evangelion, el revolucionario anime de mechas (es decir, robots gigantes) tan hermoso como metafísico. Su presencia imprime una notable personalidad a una película ciertamente sorprendente, y que puede descolocar a más de uno. De hecho, Shin Godzilla es una película cargada de política e ideología porque toda ella es una alegoría del Japón actual. No es la primera vez que pasa con Godzilla, que ya nació como encarnación pop de las bombas atómicas y luego, en el esplendor económico del Japón de los años 60, cambió de bando para convertirse en defensor de la nación que antes pisoteaba. Sin olvidarnos de Hedorah, la burbuja tóxica, rival surgido de la contaminación.



En la nueva película, aunque Godzilla irrumpe desde el primer minuto, durante media hora asistimos a un fascinante despliegue de ineficacia burócrata e inacción política en lo que es una sátira de un estado inoperante gobernado por una generación que debería llevar tiempo jubilada en beneficio de esa que tan bien retrata Inio Asano, a la que nadie hace caso y se señala como freak o rarita. Toda esta carga crítica es tan evidente como las lógicas referencias a la catástrofe nuclear de Fukushima que impregna toda la película. También las citas al contexto internacional y la ambigua descripción que se hace de los Estados Unidos, al mismo tiempo el enemigo que les humilló y contaminó, pero también único aliado posible (junto a Francia) frente a Rusia o China.



Pero esto es una peli de Godzilla, claro, así que no debemos olvidar la faceta de derribo, caos y destrucción. Ya de entrada me encanta como Hideaki Anno remite a la serie original con el diseño inicial del monstruo, un diseño vintage con esos ojos de muñecote que luego muta con un aspecto que se inspira en el primer Godzilla, el de 1954. También es gozosa la perfecta convivencia de maquetas de la vieja escuela y efectos digitales. De hecho, a media película estalla un guateque de destrucción de una belleza apabullante, victorioso contraataque de la Toho hacia la también bonita, pero menos, estética del Godzilla de Gareth Edwards. Toda esa parte del metraje es tan majestuosa que luego será incapaz de superarla para el espectador occidental, pero no para el japonés, al que se entrega en bandeja una catarsis patriótica sobre la capacidad nipona para renacer tras la destrucción en una película sin asomo de protagonismo individual porque la victoria será colectiva o no será.

9.10.16

CRÓNICAS DE #SITGES2016 (VII): SAFE NEIGHBORHOOD


Me lo he pasado tan bien que va directa al top de este año, y eso que aún quedan unos cuantos días. Voy a ser escueto porque esta es de esas películas que se disfrutan mejor sin saber el rumbo que acaba tomando. Navidad, una zona residencial de clase media-alta, un adolescente y su canguro, y el inevitable intruso chungo. Dejémoslo ahí y en el par de referencias que se citan en la sinopsis del Festival: Solo en casa y los minutos iniciales del primer Scream. Se podrían listar más referentes pero es mejor descubrirlos viendo la película, que es una de esas que acuden a giros y situaciones habituales en el género pero que lo hace con ritmo, mala leche y frescura aparente. Seguro que hay lagunas de guión a poco que uno las busque, pero hacerlo seria ingrato ante la diversión ofrecida.

CRÓNICAS DE #SITGES2016 (VI): GOKSUNG (THE WAILING)



Seguimos coreanos. Viva Corea. Reconozco que esta es una de las que más me apetecían, porque Na Hong-jin se ha ganado mi confianza con solo dos películas, The Chaser y la estupenda The Yellow Sea. Y aunque aquí propone un giro temático a esos dos thrillers precedentes, mantiene sus virtudes y defectos, que por mucho que me gusten sus películas también tiene, como por ejemplo ese alambicado tan coreano de dar requiebros y marear la perdiz. Juega mucho al salto de tono del serial killer rural a la comedia de collejas coreanas, del cine de exorcismos al de infectados, de los fantasmas orientales al legado oscuro de la ocupación japonesa, siempre haciendo dudar si va de eso o de lo otro, lo cual está muy bien por la intriga que crea, pero con momentos en que la acumulación se descontrola. Es cierto que es demasiado larga, y que algunas escenas, aunque entretenidas, no llevan a ningún sitio. A cambio, tiene una memorable escena de ritual chamánico coreano que rompe con el habitual simbolismo católico (que tanto me intriga y que también hace acto de presencia aquí). Y luego me encanta que se lo pongan difícil al espectador, a quien no se le da la cosa masticada sino todo lo contrario. No ha sido hasta 10 minutos después de verla que mi cerebro ha hecho click de golpe y he entendido, o eso creo, de que iba el asunto en realidad, cual era la presa capturada, y que no es la que parece, ese pobre policía que sufre por su hija. Así que bien, todo bien. Viva Corea.

CRÓNICAS DE #SITGES2016 (V): THE VOID



Perfecto ejemplo del tipo de película que encuentra en Sitges su mejor refugio. Terror de serie B cargado de referentes que no tarda en ponerse muy oscura (en todos los sentidos) y lovecraftiana mientras indaga en el horror puro sin conseguirlo de todo, pero ahí queda el intento para quien quiera apreciarlo. Es mi caso, aunque soy consciente de que muchos no compartirán mi opinión. Sus referentes son obvios. Primero John Carpenter por partida múltiple, ya sea el de La Cosa por sus efectos especiales (aquí más modestos, pero a la vieja usanza, y eso se agradece), el de Asalto a la comisaría del Distrito 13 (aquí hospital asediado por unos extraños encapuchados) o el de El príncipe de las tinieblas (con su portal a la dimensión maligna). Segundo a Lucio Fulci, lo cual es una grata sorpresa cuando uno reconoce en ese sótano húmedo las entrañas de El Más Allá, esa masterpiece del Mal rollo a cuyo final acaba remitiendo casi por obligación. Pieza de horror abstracto e irracional, que sabe del potencial de lo incomprensible para incomodar y dar más miedo. Lástima que se le vaya la mano y le sobren minutos de pasadizos laberínticos mal iluminados. En resumen, tiene detalles brillantes, cosas por las que siento debilidad y un desorden que la acaba afectando más de la cuenta.

CRÓNICAS DE #SITGES2016 (IV): COLOSSAL



Vaya por delante que soy amigo del director, que no se diga que no lo advertí antes, aunque bueno, Los cronocrímenes me encantó, y por entonces no había amor por en medio, y también Extraterrestre, pero ahí ya sí; algo menos Open Windows, película que siempre me evoca el fantástico Ghost Raider de los Suicide, que no es mérito menor. Ahora llega Colossal, con la oscarizada Anne Hathaway, que si hay que compararla con alguna de las anteriores es con Extraterrestre por hibridar comedia romántica con fantástico, pero sin pasarse porque son muy diferentes, que con Vigalondo por en medio todo se agita subido al cable del equilibrista sin red. Y si no he dicho aún que es estupenda lo digo ahora, y por las risas y aplausos de ayer en El Retiro parece que la opinión es mayoritaria pero no unánime, justo es decirlo. Me parece lo normal ante una propuesta ingeniosa pero no exenta de extravagancia donde la explicación de los monstruos gigantes que pisotean Seúl no es nuclear ni alienígena sino más bien cuestión de magia y género, pero no el género temático sino el de la lucha de sexos, que aquí se pone del lado femenino y al masculino le saca las vergüenzas. Además, la película es un continuado requiebro donde el kaiju se convierte en comedia, la borrachera en resaca, el amor en odio y los chicos guapos en tontos gilipollas. Al final incluso llega a ser emocionante y por en medio nos deja el chiste definitivo sobre el Borbón campechano, que ya hay que ser valiente para meter tamaña referencia en una película con dinero y actores norteamericanos.

8.10.16

CRÓNICAS DE #SITGES2016 (III): THE NEIGHBOUR



Marcus Dunstan es un nombre ligado a la saga Saw como guionista y director de una pseudo explotación de esta, The Collector, que no estaba mal. Vamos, lo que se dice un tipo que lleva un tiempo picando piedra de género en la mina con cierta dignidad. Su nueva película juega sus mejores cartas en que es muy entretenida, va directa a lo que tiene que ir, y en que es extremadamente sencilla. De hecho ahí juega un poco al engaño, pero con gracia. Vale, la escena inicial es frenética, con ese montaje de cámara nocturna, rayado de celuloide y caña sónica, pero en realidad poco tiene que ver con lo que sigue y apenas se explica, pero bueno, no me quejo y mete en tensión. También juega al equívoco de ser un survival & torture porn que luego no es, sugiriendo cosas que luego no son porque todo es más sencillo de lo que parece por voluntad propia, y eso está bien. Y ese momento catártico con himno patriótico desvela un subterráneo matiz político a quien quiera verlo, porque ese vecino tan americano y tan familiar que mata conejos con su rifle no deja de ser una alegoría de la american gothic que votará a Trump dentro de unos días. Así que entre una cosa y otra, lo cierto es que pasé un buen rato con ella, y eso siempre es de agradecer.

7.10.16

CRÓNICAS DE #SITGES2016 (II): THE AGE OF SHADOWS



Segunda peli y segunda coreana, que este año viene cargado de ellas, aunque ya les digo que va a ser difícil que supere este peliculón. A ver, ya de entrada, si tengo que quedarme con un director coreano, ese es sin duda Kim Jee-woon. Two Sisters, A bittersweet life, El bueno, el malo y el raro y I saw the devil forman un combo imbatible (y ahora que lo pienso no he visto El último desafío, su peli con Schwarzenegger) al que se suma ya su nueva película. Ambientada en la Corea de 1920 bajo ocupación japonesa, es una película de espías como Dios manda, con un coronel coreano antiguo héroe de guerra y ahora al servicio de los invasores para capturar a los líderes de la resistencia. Como buena pieza de espionaje y contraespionaje es de esas con más de un topo en ambas filas y donde el juego de información entre unos y otros se cruza constantemente diluyendo quién se beneficia o con qué bando está realmente. La dirección es bastante sublime, y la banda sonora esplendorosa, y tiene una larga escena en un tren sencillamente colosal. Cosa curiosa, porque encima uno de los actores es el protagonista de Train to Busan.

CRÓNICAS DE #SITGES2016 (I): TRAIN TO BUSAN



Inauguro Sitges 2016 y las habituales crónicas escritas deprisa y corriendo de todos los años (y llevo unos cuantos) con una película que me apetecía mucho. Las razones: zombis, coreana y precedida de un cierto hype por la diversión ofrecida. Así es, pues el entretenimiento es mayúsculo. La peli remite directamente y sin complejos a Guerra Mundial Z fílmica, hasta el punto que podría considerarse un “mientras tanto, en Corea” con alguna leve variación. También es un acertado crossover con el cine de catástrofes, en este caso un tren, donde no falta el habitual reparto de personajes: las viejecitas, la embarazada, el equipo de béisbol, el empresario hijo de puta, el forzudo heroico, la niña y el padre que busca redimirse ante ella. Ojo, no esperen florituras porque la cosa es de mimbres argumentales sencillos y básicos, ni tampoco un festival de violencia gore porque en realidad es bastante familiar y para todos los públicos. Pero da lo que tiene que dar: espectáculo y ritmo constante, o casi. También tiene una pega, y es que al final se pone tontorrona, con violines y lágrimas de azúcar, pero vamos, se lo perdono por el buen rato que he pasado.

20.9.16

EL DISLATE


Lo mejor del dislate que ha provocado el pregón de Barcelona es que Javier Pérez Andújar vuelve a ser subversivo. Bueno, en realidad nunca ha dejado de ser el mismo que escribía en Flandis Mandis o Mondo Brutto, pero tener columna en El País puede provocar dudas si no se despejan leyendo lo qué escribe en ellas, que es acorde a eso que dijo de “ser escritor es ir contra todo y contra todos”; tampoco dejó de serlo por el Premio Ciutat de Barcelona que recibió con Trías de alcalde y un jurado donde había dos independentistas, una periodista catalana que no lo es (la vi en una lista de “malos catalanes”) y otros dos que no tengo ni idea ni quiero buscar porque estaría feo.
Lo perverso del dislate es que un Premio Ciutat de Barcelona se convierta en un pregonero ofensivo porque el alcalde no es el mismo y ahora tocan guerras culturales, que nunca son ecuánimes, las carga el diablo y no se salvan ni los títeres aunque lleven garrote.
Lo curioso del dislate es que por una vez que el pregón oficial se encarga a alguien que viene de la contracultura, el sistema organice un pregón alternativo a cargo de un cómico que lleva años en la tele pública. Esto lo digo por lo de alternativo, que lo de tener a un cómico de humor ofensivo (pero no contra todo y contra todos) me parece bien porque cuando sale el tema de Los límites del humor soy de los que defiende que se cocinen cristos, constituciones o de las muestra de mal gusto. Así que apechugo con ello y no hay contradicción porque cuando ese cómico (Toni Albà) llama al boicot contra una actriz (Carmen Machi) que ha firmado un manifiesto a favor de una España federalista (menuda reaccionaria, albricias) ahí no está ejerciendo de humorista incómodo. (Por cierto, es verdad, Javier Pérez Andujar también tuvo su sitio en una televisión pública, y allí hablaba de Philip K. Dick, de Lovecraft, del Quijote, de Tintín y de los tebeos de Bruguera. Era en un programa literario, el único programa sobre libros y lecturas al que fui fiel cada semana porque era el mejor programa. Hoy ya no hay programas literarios en la televisión pública, no queda ni rastro).
Lo que entiendo del dislate es que se pueda estar en desacuerdo con la elección. ¡Cómo no voy a entender eso! A mí no me gusta cuando la escogida es Núria Feliu y a otros no les gustó nada que lo fuera Pepe Rubianes.
Lo que no entiendo del dislate es que el honor del pregón no pueda recaer en el que para mí es el mejor escritor que hoy tenemos en Barcelona y cuyo tema principal es Barcelona (bueno, y los tebeos de Bruguera también), razón por la cual ganó el Premi Ciutat de Barcelona con el aplauso de todos.
Lo que me gustaría es vivir en un mundo sin dislate donde el mérito cultural primara sobre el ideológico, donde el honor del pregón pudiera recaer en alguien que escribe de maravilla sobre la ciudad y eso se comprenda aunque no se comparta, en donde se pueda reconocer a un buen escritor a pesar de que no te guste algunas cosas que ha dicho. Clint Eastwood y John Ford son grandes directores aunque sean de derechas, y Lovecraft me encanta aunque fuera un racista. Lo contrario está más cerca del hincha, que aplaude al defensa leñero propio e insulta al contrario, algo, por cierto, que explica que el PP siga siendo el partido más votado a pesar de la corrupción.
Lo que me aterra del dislate es que ser crítico e irónico con algo y manifestarlo públicamente merezca linchamiento e insultos terribles. A Pérez Andújar se le afea su apoyo a la comunista Marina Pibernat, vapuleada tras tuitear sobre un candidato de CIU: “Bonito ver a la derechona catalufa rajando de Ada Colau “. En defensa de la gironina, Pérez Andújar escribió “Lo que se le ha hecho a Marina Pibernat es propio de una sociedad represiva e intolerante, de un modelo de convivencia condicionada, que una parte muy activa y fanatizada quiere imponer a toda la población. Al acusar a Marina Pibernat de catalanofobia se reproduce una situación que recuerda las creadas por el ayatolá Jomeini, el cual acuñó el término “islamofobia” para blindar los desmanes de su régimen integrista.” Ofendió a muchos, aunque más que un insulto ahí veo un toque de atención, pero puedo comprender que haya enfadado. Lo que entiendo menos es el enfado por definir la Diada de 2015 como “Parque temático del independentismo”. ¡Qué tienen de malo los parques temáticos! Yo voy cada año a Port Aventura y me lo paso bomba.
Lo que he aprendido del dislate es que Pérez Andújar ha dicho lo que piensa mientras yo me callo demasiado porque prefiero vivir tranquilo. Me repugna el PP y el españolismo rancio, defiendo la inmersión lingüística y creo que los independentistas merecen un referéndum como Dios manda porque una reclamación ciudadana tan clamorosa les da derecho a ello. Pero yo no soy independentista, soy crítico con muchas cosas que lo envuelven y debería decirlo más a menudo, sobre todo cuando se manifiesta el lado oscuro del asunto o cuando parece que en vez de buscar un país nuevo "se quiere una Españita" (las comillas son porque la frase no es mía, se la escuche a un amigo... independentista).
Lo que más me jode del dislate es que Javier Pérez Andújar es amigo. Y lee tebeos.

(texto publicado en Facebook, 18/9/2016

13.3.16

LA VIÑETA ADAPTADA

Debo empezar con una advertencia: lo que van a contemplar a continuación les va a dejar patidifusos y en un estado de absorta contemplación ante lo insólito. Sé que no exagero, yo mismo caí preso de una obsesión que me llevó a pasar un sábado entero recopilando este catálogo de maravillosas aberraciones, lanzando con arrebato mis hallazgos en Twitter. Por eso es necesario contarlo desde el principio.

Todo empezó con Tunet Vila. La noticia de la muerte de este singular personaje del cómic español me empujó a dedicarle un artículo en Canino (este) donde hablo de Tumbita, su creación más popular, de las anécdotas que se cuentan en Los Profesionales de Carlos Giménez, de su carrera como técnico de ambientación y actor secundario en fotonovelas y películas (subí algunas capturas aquí) y un montón de cosas más. Pero lo que aquí importa es una faceta concreta de su actividad profesional: la "Dinámica y Rotulación", que es como se le acreditaba en ocasiones en los tebeos de Vértice, la editorial que publicó en España a los superhéroes Marvel entre 1969 y 1980. Como ya escribí al respecto en Canino, mejor me corto, pego y coloreo a mí mismo: 
Cuando Tunet Vila aterrizó en Vértice, con frecuencia se le acreditó en los tebeos como responsable de “Dinámica y rotulación”. Lo segundo estaba claro: dibujar las letras de bocadillos y recuadros de texto, pero… ¿Qué era eso de la dinámica? Pues una labor en las antípodas del noble y artesano oficio de la rotulación. Los cómics Marvel originales eran como hoy los conocemos: cuadernos de grapa de 25x17 cm de tamaño y una aventura que podía abarcar unas 20 páginas de media. Ese formato planteaba un problema para Vértice, ya que era el propio de las publicaciones infantiles, aquí sometidas a una normativa de censura muy estricta a consecuencia del Estatuto de Publicaciones Infantiles y Juveniles de 19 de enero de 1967, gestado por el régimen junto a la célebre Ley Fraga (sí, ese mismo, entonces ministro de Información y Turismo). Para evitar el problema la solución era cambiar el formato de tebeo de grapa por otro, muy similar a una novela de bolsillo, algo más amplia, y en blanco y negro.
Así que aquí los primeros tebeos Marvel se acabaron publicando en un tamaño notablemente inferior, con otras dimensiones y muchas más páginas: si dos números norteamericanos sumaban unas 40, aquí se transformaban en 128. ¿Cómo se conseguía eso? Pues con la “dinámica”, claro. Tunet Vila era uno de los encargados de recortar las viñetas originales y remontarlas con una nueva distribución. Que una página Marvel tenía 10 viñetas, pues aquí se convertía en 5 páginas de 2 viñetas cada una. Este corta, estira y pega tenía un problema añadido que debía ser resuelto: las viñetas originales no eran tan grandes como las españolas y, por tanto, había que rellenarlas para evitar las masas en blanco, y ahí estaba Tunet Vila con su lápiz, entre otros.

El tema de los retoques de las viñetas originales es conocido entre los aficionados, aquí un ejemplo,  y yo mismo ya escribí al respecto, hace más de 10 años, en un texto para adlo que resultó muy popular en su momento: Curso Vértice de ampliación creativa de viñetas – Lesson Four: La ampliación de viñetas en contextos selváticos.

En los comentarios del artículo de Canino, un lector me lanzó un dato que desconocía: 
Leyendo tu excelente post me viene a la cabeza una viñeta de un episodio de Sargento Furia en Vértice (aprox. 1975) que lamento no haber conservado. En ella, un soldado alemán dispara gritando cosas absurdas (los nazis de Marvel siempre gritaban mucho, fallaban todos los tiros y eran sumamente idiotas). El soldado vociferaba, para mi sorpresa y diversión BACALLA AMB PESSOLS!! , más o menos alterado con una grafía pseudo-alemana ¿Sería una broma del gran Tunet Vila?

Bacallà amb pessols significa bacalao con guisantes en catalán. Quienes me conocen saben que es el tipo de cosa que no puedo evitar ponerme a buscar, así que localicé y me bajé un escaneo con toda la colección del volumen 1 de Sargento Furia. Ya les digo que no la he encontrado, pero debe ser cierto porque ayer Jaume Vaquer me comentó lo siguiente en Facebook: 
Recuerdo un número donde los alemanes hablaban catalán, o algo así ("llufes amb xanfaina", si no recuerdo mal)
Pero retomemos el hilo del relato de mi abducción. Tras bajarme los tebeos y ponerme a mirar me topo con...

HITLER CONTENTO



Demasiado bonito para dejarlo ahí. Así que sigo mirando y me encuentro con esta hipnótica viñeta



Ese puñito amorfo que te pego leche tenía la pinta de ser el típico añadido de los profesionales de la dinámica de Vértice. ¿Y si busco la original? Demasiada tentación, sobre todo porque la red me lo pone a tiro con un escaneo de la colección original. En Universo Marvel están indexados los contenidos de la colección, así que tampoco es tan difícil. 

Ahí lo tienen. En color la viñeta original, en blanco y negro la adaptación española con su puño desproporcionado y su carencia de escorzo.

Qué hermosa atrocidad. ¿Busco más? Venga. Y al final me recorrí los 27 números de Vértice y los más de 50 originales. Todo un día. 

VERSUS



Pónganse cómodos y prepárense porque este es el resultado: 


Recuerden: color = viñeta original y blanco y negro = viñeta publicada en España.

Técnica: Esto sí que es deconstrucción.
Se recorta a trozos una viñeta horizontal y se reconstruye en vertical para que ocupe una página entera.  

Vayamos con algo más sencillo 

Técnica: Uso del bocadillo para expandir la viñeta en horizontal
(y evita dibujar el puño)

Técnica: Uso del bocadillo para expandir la viñeta en vertical
(y evita dibujar el personaje)

Técnica: LA MANCHA


Utilidades de LA MANCHA
Hacer vertical lo horizontal


INTERLUDIO
HITLER CONTENTO 2

Técnica: aleja el plano y pon distancia entre las casas

Del UHHHN! al ¡AUG!


Técnica de relleno de ampliación: 
¿Ves la sombra del suelo? pues alarga lo imposible
  

INTERLUDIO
Psicodelia Nazi


Técnica: Ancho de espalda con puñito que te pego leche
Los Cabezudos de Treblinka

INTERLUDIO
CABEZA DE HITLER BRILLANTE



Técnica: completa a la señora


Técnica: Alarga pero no te mates

Técnica: Pon Distancia


INTERLUDIO
UNA BOTA NAZI

Técnica:
La cosa del fondo te saluda

Mejor con ala delta


Técnica:
Pon ARTE MODERNO


Técnica:
Brazo a rayas sin escorzo (izquierda) y borrado (derecha)


Técnica:
Las 7² diferencias + busca al jorobado


INTERLUDIO
HITLER CONTENTO (3)



Técnica: Completa el pelo

Completa al Sargento Furia 

Completa el puño
Completa a Hitler bailando la Jota

Completa los fondos del castillo


(Por alguna extraña razón los tebeos americanos lo dejaban todo a medias)

INTERLUDIO
HITLER UTILIZA SU OBRA

Ningún soldado sin piernas 

Ningún soldado sin orejas

Ningún regimiento sin barracones

Ningún soldado sin piernas (insistimos)

Ningún camello sin pata 
(pero haz lo que puedas)

INTERLUDIO ERÓTICO-FESTIVO
BACANAL LÉSBICA CON POSTER DE LÓPEZ ESPÍ 
Nota: la imagen es de la explotación quinqui El Jovencito Drácula 
y salía Tunet Vila.
¿CASUALIDAD?

Técnica: Haz horizontal lo vertical


Haz vertical lo cuadrado

Haz redondo lo cuadrado

Técnica: pon topos al fondo


Técnica: Más ladrillo en la muralla


INTELUDIO
DEUT CTHULHU UBER ALLES
(o casi)

Técnica: amplia el espacio pero quita la cama

Quítale la gorra

Quita la mano y ahórra un escorzo

Quita el camión

INTERLUDIO
HITLER SONRIENTE

En el fondo son aviones


El tío que se tira

Multitud nazi saludando a unas rayas

INTERLUDIO
HERBIE, UN VOLANTE NAZI

Técnica: recorta, rota y pega

Técnica: la perspectiva que los vuelve cabezudos

Técnica: que parezca la pierna de un gigante

Pon dos casas (pero no te mates)

Técnica: el mapa no es el territorio

Pon más nazis
(uno con gafas si puedes)

Que se note que lleva un herido

Técnica: expande y distorsiona

Técnica: EXPANDE TODO

INTERLUDIO
EA EA EA HITLER SE CABREA

Completa y alarga

Completa al Sargento Furia

Completa el brazo del Sargento Furia
(y recuerda: nadie sin orejas)



Completa al japonés

Completa al de la pipa
(y que se parezca a Basil Rathbone)

Completa al piloto

Completa la mano del Hitler falso 

COMPLETA A HITLER



HITLER CONTENTO CON AMPLIACIÓN DE ESVÁSTICA



(¡eh! ¡Esto es importante!)