Muy buena película de terror adolescente con una factura indie que no impide referir al gran
John Carpenter de
Halloween (esa urbanización) o
Asalto de la comisaria del distrito 13 (esos paseos en coche por barrios olvidados). Se acoge también al revival de la banda sonora electro (de las que ya llevamos unas cuantas este año). Lo cierto es que está llena de una sutilidad muy interesante por como dota de múltiples lecturas la historia de terror sobre un ente sobrenatural que persigue adolescentes y cuya maldición se transmite sexualmente. Obvia el mundo adulto porque, quizá, ese espectro cansino y letal no sea más que el mundo adulto, y eso da miedo de verdad. Acabará convertida en película de culto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario