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14.10.12

CRÓNICAS DE SITGES 2012 (XIV): GOD BLESS AMERICA



Entro cansado a esta sesión golfa. Lo digo porque en un atracón sin mesura como el que me doy en Sitges el estado de ánimo físico y mental marca mucho el visionado. No siempre se ve la película en el momento que tu condición requiere. La cosa va de cuarentón gordo y deprimido que odia el mundo y acaba haciendo realidad sus sueños violentos transformándose en un psicópata al que se une una adolescente rarita. Vamos, un Kick-ass en clave indie... NO!... que eso lo era Super y era cojonuda. No, digamos más bien que es un Kick-ass intelectualizado que pierde involuntariamente la actitud gamberra y dinamitera. La película me irrita con el discurso agitprop que suelta el protagonista en su lugar de trabajo, no por ideología sino por alargado, y luego me crispa con una gratuita matanza en un cine disparando a quienes comen palomitas y no se comportan como es debido. Me crispa no porque no merezcan la muerte (bueno, ya me entienden), sino porque está ahí sin venir a cuento y se nota su condición de señuelo para levantar la simpatía del cinéfilo. Que luego estos psicópatas con pretensión ideológica centren su odio hacia el friqui que triunfa en youtube, pues qué quieren que les diga. No creo que el problema sea precisamente ese.  La peli se deja ver, sí, pero también se deja no ver, vamos que ni fú ni fa.

1 comentario:

  1. El problema es que esta reseña se ha publicado el mismo dia que se estrenó Gandia Shore. A grandes males grandes remedios.

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