"Las mujeres que saben ofrendar a sus hijos en las guerras patrióticas, velan por su vida y se esfuerzan por encauzar fructíferamente su porvenir en la paz, haciéndose fieles intérpretes de los más caros anhelos de la sociedad al pugnar por la supervivencia y la elevación del ser humano, negándose cada día con mayor entereza a que el hombre sea rebajado hasta convertirse en el peor enemigo del hombre al ser lanzado a las guerras injustas que el imperialismo desata contra los pueblos, incluyendo el suyo propio para hacer sobrevivir un mundo de opresión nacional y explotación social destinado a desaparecer sin remedio.Extracto de la revista La Mujer Soviética (19 de febrero de 1965, URSS, castellano en el original)
En la gran experiencia histórica de las últimas décadas, la mujer soviética y las del mundo entero merecen un homenaje especial por su heroísmo al participar en las fábricas, en los .campos, y en otras actividades de la retaguardia durante la segunda guerra mundial y por el estoicismo con que han sabido enfrentar los tiempos más difíciles en la lucha por la liberación nacional de sus pueblos y por su propia emancipación."
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