Y llegó la hora la última Palma de Oro de Cannes; y me ofrece justo lo que esperaba: aburrimiento. No voy a discutir sus cualidades, seguramente es poética y hermosa, con ese canto a la vida y la muerte con fantasmas en la Tailandia rural. Pero yo no puedo evitar dar cabezada tras cabezada mientras Apichatpong sostiene la quietud del plano con tesón. Demasiado contemplativo, aunque sean las doce del mediodía y entre fresco a la sala, el cansancio de Sitges 2010 pasa factura y al final, a la hora y cuarto de proyección, me levanto y salgo de la sala. En el exterior luce el sol.
D. Ausente, no se si conocerá ya esto, pero vi en "Guerra Eterna" este artículo de "The guardian"
ResponderEliminarhttp://www.guardian.co.uk/world/2010/oct/15/north-korea-pyongyang-secret-culture
que llevaba a este otro vínculo sobre la música popular de Corea del Norte.
http://www.sidewaysstation.com/2009/03/the-whole-country-dances-the-north-korean-music-scene-repost.html
Que le guste, ahora que ya tienen un nuevo faro de la humanidad y guía excelso de los trabajadores del mundo para continuar la imperecedera labor iniciada por Kim Il Sung.
Saludos
<span>Con todos mis respetos, pero un poco reaccionaria le ha salido esta crónica. Reminiscente de "usted-ya-sabe-qué".</span>
ResponderEliminar<span>¿En qué estás pensando...?</span>
ResponderEliminarPues sí, no lo voy a negar. Y hay cierta injusticia en lo que he escrito, no sólo por tirar por lo fácil, sino porque seguramente mi cabeza no estaba más que para estímulos reptilianos; ahora pienso que me la esperaba peor, porque es cierto que es especial. Pero lo escribí tal y como lo sentía, en serio.
Lo sospechaba! confío en vuestro comentario.
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