En Pulpnivoria han subido una selección de viejos inventos para el desarrollo humano sacados de El libro de los Inventos (1972), recopilación de Chumy Chumez para la editorial Fundamentos. Dejo aquí mis dos preferidos, que además contrastan yaúnan lo antiguo y la fe en la ciencia. El de arriba es un aparato especial para alumnos de piano, es decir, un aparato de tortura para mejorar la disciplina musical. El de abajo es una joya retrofuturista: un aparato para el crecimiento a base de electricidad. He pasado por el ocr el texto que lo acompaña dado lo jugoso que resulta.
Si a un niño de cinco años se le somete al tratamiento de que vamos a hablar, al llegar a los diez y siete años de edad tendrá toda la barba y todo el desarrollo de un hombre.
Las personas enfermizas y poco desarrolladas, pueden convertirse así en robustas y hasta adquirir estatura elevada, siempre que no hayan cumplido los veintiocho años.
Tratados del mismo modo, los animales manifiestan un crecimiento proporcionalmente mayor que el de las personas. Así es que los ganaderos podrán conseguir a los tres años reses de mayor tamaño y peso que las que ahora logran en cuatro.
Ha inventado el proceso el Dr. Hardman, profesor de enfermedades mentales y del sistema nervioso en la Universidad de Michigan, a quien dejamos la responsabilidad de sus afirmaciones.
El principio del invento consiste en colocar al sujeto en un campo magnético creado por una corriente eléctrica alternativa. El aparato es un imán hueco, de unos 90 centímetros de diámetro, y lo bastante largo para que una persona pueda permanecer echada cómodamente en él.
Está formado por alambres al través de los cuales se hace pasar una corriente eléctrica de cinco amperes. La dínamo que se usa da 124 revoluciones por segundo o 248 alternaciones; así es que la persona que ocupa el espacio dentro del imán, se encuentra sujeta a una energía eléctrica que cambia con mucha rapidez.
Aun cuando parezca extraño, este mismo método contiene los efectos de la edad en los ancianos. La corriente eléctrica estimula las celdas del cerebro y las fibras de los nervios, dando mayor flexibilidad a las paredes de las arterias, y sabido es que éstas son las partes del cuerpo donde más se sienten los efectos de la edad.
En dos años de prueba, ha podido hacerse el cálculo de que por este sistema se consigue que el crecimiento sea 20 por 100 mayor de lo que sería en circunstancias normales; así es que un niño de diez años, colocado en el campo magnético del aparato durante dos horas cada día, viviría prácticamente catorce meses y medio cada año, y su desarrollo físico se ajustaría al de esos catorce meses y medio.
<span>nno sirve es pa nada ke trixteza!!!!!!</span>
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