La mejora mecánica aplicada a un organismo bilógico, es decir, lo que podemos definir como ciborg (una y dos definiciones al respecto), es en lo primero que pienso al ver la vieja publicidad de arriba. La remisión a esa idea es evidente: un ser humano incompleto se mejora con la prótesis mecánica. De ahí la pose pugilística de los protagonistas de la ilustración. E el futuro tendremos a Deathlook o al Hombre de Seis Millons de Dólares, pero en la era modernista ya tenemos su antecedente. Y luego pienso en los piratas con sus garfios. David J Skal explica muy bien en Monster Show la importancia del mutilado en la formación del horror moderno: el avance tecnológico aplicado a la industria bélica (y la medicina) llena las calles de supervivientes de la guerra que desfilan (Lo Zombi) y muestran sus rostros deformes (Lon Chaney).
El anuncio de brazos y piernas artificiales lo he visto en esta entrada de Pulpnivoria donde se recoge un buen puñado de bel publicidad vintage. Quizá algunos de los anuncios les suenen ya que por aquí se ha puesto alguno (y aquí se han compilado como cromos), como esa maravilla que es la electricidad aplicada a los senos. Me entero también de su procedencia. Yo las encontré en un viejo número de la revista Rambla (creo recordar), y ahora sé que proceden de El Rabioso Dolor y otros bienes de Consumo, antología compilante realizada de Chumi Chumez (Fundamentos, 1971). Deberé hacerme con ella. Y aunque me aparte del tema, otro viejo libro que necesito tener en las estanterías de la Mansión Ausente es Ferias y atracciones de Juan Eduardo Cirlot. Vean, vean.
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