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15.9.09

ANAON

No veo que se comente mucho una serie como El Marqués de Anaon, con estupendos dibujos de Bonhomme y buenos guiones de Vehlmann. Aquí la edita Norma al ritmo original (llevan cinco álbumes) y por momentos tengo la sensación de que se trata de un pequeño tesoro secreto. Hace unas semanas me zampé de un tirón los tres últimos, y a les digo que la considero lectura muy recomendable. Los autores toman una vieja leyenda francesa del XVIII sobre un errante ser sobrenatural que se enfrantaba a demonios y criaturas mágicas y la racionalizan sin perder un exquisito gusto por la atmósfera fantástica. Así, el Holandés Errante (aunque no exactamente, es a lo que remite La Providencia, el tercer álbum), el hombre lobo (o una bestia parecida que vaga por media Europa matando gente, en el cuarto) o las maldiciones de las pirámides egipcias (La cámara de Keops, el quinto y reciente novedad) encuentran explicación racional; la principal: que a los ojos de las gentes del siglo XVIII lo que se sale de lo normal se convierte en sobrenatural. Además del magistral tono gráfico de Bonhomme, clásico y moderno a la vez, otro de sus muchos aciertos es ver como han ido moldeando un gran personaje protagonista, un hombre adelantado a su tiempo que sólo encuentra sentido a su vida cuando tiene uno de esos misterios sobrenaturales ante sí, un buscador de magias y maravillas que disfruta cuando se entera que alguien ha muerto devorado por cocodrilos, como en la viñeta que les dejo arriba. El Marqués de Ananon no es Nouvelle BD ni nada por el estilo, es una serie de aventuras heredera del buen hacer francobelga para con el género. Una serie que disfruto mogollón.

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