"Si antes no te hubieran querido tanto, ahora no te odiarían tanto"Como biopic que es, Yo, Fatty de Jerry Stahl (Anagrama, 2008) resulta súmamente atípico. Crónica de la vida de "Fatty" Arbuckle, la estrella del cine mudo derribada por el escándalo sexual que sirvió para limpiar el incipiente Hollywood del vicio a cara descubierta; es decir, que fue usado para pasarnos por la cara moral hipócrita y de paso vender periódicos (un caso, pues, de absoluta modernidad), decía que es un biopic atípico (y una lectura muy recomendable) porque su autor la narra en primera persona, como si se tratara del propio Arbuckle, en un ejercicio de riesgo del que sale victorioso; y porque siendo tan bondadoso con el personaje, tampoco olvida retratarlo coo un adicto a los supusitorios de morfina. También resulta revelador porquea unque al final el cómico fuera absuelto de la muerte de Virginia Rape (bello nombre) el amarillismo mediático se salió con la suya y hoy su historia acaba con el escándalo. Gracias a esta falsa autobiografía me entero de que hubo vida tras las botellas y de su amistad con Buster Keaton, al final uno de los héroes de la función.
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