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7.6.09

GODZILLA CONTRA EL POP

sala de trofeos
«Es una bestia erecta. Posee brazos musculosos, piel escamosa, espinas en la espalda y el cuello, respira fuego y tiene surcos en la frente. Su torso es antropomórfico. El T. Rex tenía brazos de pájara y caminaba manteniendo un ángulo de 45 grados con el suelo».
Aaron Moss, abogado de la Toho, direrencia Godzilla de un tiranosaurio.

Nacho ya me avisó hace unos días del artículo que David Kravets publicó en Wired sobre la beligerancia de los abogados de la Toho respecto al uso de Godzilla . Ahora puede leerse traducido en ivalladt blog. Por un lado, si bien es cierto que la beligerancia de los abogados que defienden los derechos de autor de la Toho es desmesurada, también lo es que encierra una cierta justicia poética: en el país que ha cambiado sus leyes para que Mickey Mouse o Superman no pasen al dominio público, Godzilla está considerado cultura pOp de libre uso. Este razonamiento no justifica la actitud obsesiva y tiquismiqis, pero creo bueno llamar la atención sobre ello. Pero hay más elementos a considerar.
«Godzilla es una tendenciosa y arbitraria palabra para describir a un dinosaurio esquizofrénico, prehistórico y que respira fuego. Esta corte considera que la marca es muy fuerte, dado que se necesita mucha imaginación para asociar el término Godzilla con el personaje al que representa».
Dickran Tevrizian, juez norteamericano en una sentencia que impedía a William Morrow publicar un libro llamado Godzilla! (1998)
"Sólo intentamos que el producto enseña de la Toho no acabe siendo cultura popular."
Los abogados de la compañía japonesa justifican así su agresividad, pero hay un error de base: Godzilla es Cultura Popular. De hecho, nuestro saurio radioactivo favorito es una de las máximas expresiones de ésta, es cultura popular en estado puro, que progresa y evoluciona a través de la copia y la repetición. Godzilla no es otra cosa que el penúltimo eslabón, o la caracterización definitiva, de un arquetipo pop que se ha formado a base de sedificar capas y capas de ideas ajenas, muchas de ellas fruto del mismísimo inconsciente colectivo. Al final, Honda y Tsuburaya (que no la Toho) consiguieron un símbolo propio y nacional (a través de una derrota, como reflexionábamos de reprontro), pero cortar las alas de manera irracional y a lo bestia supone un atentado a Godzilla mismo y una falta de respeto a sus antecedentes. Y no es necesario remontarse a la compleja antropología del mito del dragón.

Ilustración original de Neuville Riou procedente de Viaje al Centro de la Tierra, novela de Julio Verne publicada en 1864. En la aventura, la expedición del profesor Linderbrock a Subterránea daba con diversos saurios antediluvianos que seguían con vida en el interior de nuestro planeta.

En 1890 el ilustrador naturalista Charles Knight inicia la serie en la que recrea a los dinosaurios según los estudios de la paleontología del momento. Sus imágenes desatarán la imaginación de miles de personas, Harryhausen incluido.

Ilustración original de Harry Rountree para la primera edición de Lost World, novela de Arthur Conan Doyle publicada en 1912 y quizá el único intento exitoso del escritor para trascender a Sherlock Holmes. En la novela la expedición del profesor Challenger también daba con un reducto de saurios gigantes sobrevivientes a su extinción.

El salto pOp que supone Lost World sobre Viaje al Centro de la Tierra es la idea de transportar algunos de esos saurios al mundo occidental como espectáculo de feria. Una idea emparejada a la posterior destrucción del mundo civilizado, es decir, monstruos primitivos desmoronando la modernidad.


En 1914 Winsor McCay, el autor de Little Nemo, estrena el corto animado protagonizado por Gertie the Dinosaur, un tierno diplodocus trasladado al mundo occidental, colocando el gigantismo animal al lado de los rascacielos de Nueva York.

En 1924 Edgar Rice Borroughs, creador de Tarzán, reincide en la idea de la supervivencia de los grandes saurios prehistóricos con The Land That Time Forgot.

En 1925 se estrena la primera adaptación cinematográfica del Lost World de Conan Doyle, dirigida por Harry O. Hoyt. Una joya silente de la stop motion.


La película, con efectos del gran Willis O'Brien, tiene su climax cuando el diplodocus trasladado al mundo occidental y convertido en espectáculo de feria se escapa por las calles de la gran manzana.

O'Brien también seria el encargado de crear los efectos de King Kong (1933), donde la imagen de un gorila gigante se asociará para siempre con un símbolo aquitetónico del progreso: el Empire State Building.

En 1942 la Fawcett juega con la idea de un Capitán Marvel gigante atacando Japón, Fujiyama al fondo. Si se fijan, sólo hay que sustituir al superhéroe por un saurio y a los militares despavoridos por civiles para reconocer una estampa familiar del kaiju. En paralelo, en 1943 los japoneses utilizaban la imagen de un robot gigante destrozando ciudades en su propaganda bélica.

Portada de Startling Stories con saurio gigante (1946), un ejemplo cualesquiera de como el pulp hace suya la estampa (con jamona, eso sí).

Adventures Into the Unknown 013

Dinosuario destrozando un rascacielos en la portada de Adventures Into the Unknown 13 (1950).

Viñeta introductoria de Monster of the Mist, publicada en Web of Evil 4 (Quality Comics) a principios de 1953. Pueden leer la historieta aquí.

En 1953 la era atómica hace triunfal entrada en el reino de los monstruos gigantes con The Beast From 20000 Fathoms (El monstruo de tiempos remotos), dirigida por Eugenie Lurie. Las pruebas nucleares despiertan una bestia prehistórica que sembrará caos y destrucción en la Gran Manzana. Adaptaba muy libremente un cuento de Ray Bradbury y su estreno en Japón supuso un acontecimiento. Tanto que provocó su propia versión japonesa al año siguiente: Japón bajo el terror del monstruo, o lo que es lo mismo, el nacimiento de Godzilla.

En la portada de Tales of Horror 7 (Toby, 1953) un saurio gigante ataca un faro, como en el cuento de Bradbury.

En el siguiente número de Tales of Horror, y también un año antes del estreno de Godzilla, una serpiente gigante se enrosca en el Empire. Pueden leer The Giant Snake aquí.

En 1960 Eugenie Lourie repite con los monstruos gigantes y realiza Gorgo, explotación de Godzilla con muchos elementos sacados de Lost World. La Charlton publica una colección de comics sobre el monstruo dibujados por el gran Steve Ditko.


En Tales to Astonish #12 (Atlas, 1960), Stan Lee y Jack Kirby utilizan el sufijo illa y presentan uno de sus célebres monstruos gigantes: Gorgilla.

La portada de House of Secrets #41 (DC, 1961) está protagonizada por la historieta The Dinosaur in Times Square.


Otro monstruo de Kirby con sufijo illa, Korilla, aparecido en Journey into Mystery #69 (1961).
Colección de cromos dedicada a dinosaurios gigantes que destrozan ciudades, editada por la Topps.

Markelite, el más célebre de los fanzines dedicados al Kaiju.

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