Como participante en todas las ediciones realizadas hasta ahora considero que ésta ha sido la más lamentable de todas. Algo que a priori parecía imposible. El concurso empezó bien y blogs de brillante trayectoria hasta la fecha (Fogonazos, JR Mora, Mi Mesa Cojea) encabezaban la general hasta que la organización cometió el error de dar carta blanca a la promoción basura no deseada. Sucedió aquí, donde podíamos leer:
“Como el año pasado, hay un buen número de blogueros que están utilizando todos los medios a su alcance, principalmente los comentarios en del resto de blogs, para pedir votos o para proponer un intercambio de votos. Ninguna de las dos prácticas está prohibida y por tanto no expulsaremos de los Premios a estos blogueros.”Es obvio que controlar este tipo de maniobras es imposible, pero podían haberse callado. Hasta ese momento había cautela al respecto, pero fue al dar validez pública al problema que los mensajes basura proliferaron por doquier. Aquí he borrado muchos, pero pueden mirar, por ejemplo, los comentarios del primer repronto de la temporada para comprobar como la animada conversación se finiquita ante la irrupción de los vendedores de Viagra bloguera. Y no sólo se limitiba a los blogs, he recibido una veintena de correos privados proponiéndome el intercambio de votos (de manera más o menos directa) y un paseo por los foros del concurso los últimos días era asistir a un lamentable mercadillo de oferta y demanda. Lo más triste de todo era ver luego que muchos de ellos sacaban rédito de su insistente pesadez en las clasificaciones, así que don Sensato tenía razón al afirmar que el spam funciona.
20 Minutos, como organizador del juego (no es otra cosa), debe plantearse si es correcto fomentar el correo basura que ensucia casa ajena y si es correcto convertir un concurso al mejor blog en un concurso de posicionamiento y marketing viral indiscriminado. Por poner un ejemplo, el segundo clasificado en cultura (con 27 votos) es un blog de ficción (otra categoría) compuesto exclusivamente de cinco entradas mal escritas. Lo cierto es que uno duda si se trata de una performance situacionista pensada para reafirmar que el fenómeno blog a muerto o de un caso de ego desviado al absurdo. Como finalista me beneficia la presencia de este tipo de horrores blogoesféricos y de egos sobrevenidos en dos meses, porque no es ni competencia ni nada, pero qué quieren que les diga, me enerva saber que sepultados por ahí andan un montón de blogs estupendos y muy trabajados (El lamento de Portnoy o Entrecomics son dos ejemplos claros, y ruego me disculpen el resto de amigos que andan por ahí).
Tampoco me gustaría que pensaran que esta entrada es un arrebato ante la derrota. Al fin y al cabo casi no he movido un dedo y ni siquiera coloqué el logo para votar por aquí, a diferencia del concurso de Bitácoras.com, más atractivo porque se basa en los lectores (y yo, después de los emocionantes comentarios en respuesta a esta entrada no puedo estar más orgulloso al respecto). Es obvio que el que no se mueve no sale en la foto, y yo opté por quedarme bastante quieto y disfrutar del espectáculo (a menudo de incógnito). Tampoco quería perder tiempo ni, creo, hubiera servido de mucho exponerme de esa manera: me place la revuelta de los blogs pequeños o medianos que supone el concurso, aunque buena parte no me interesen lo más mínimo. La blogosfera no es una sino muchas y es bueno que se vea que como fenómeno es dispar. Ya he hablado al respecto en otras ocasiones.
Para acabar, unas líneas sobre mis acctividades de incógnito. He visitado a menudo los foros camuflado bajo el nombre de david f. Hubo un momento en que un blog encabezaba el top ten e iba directo a los 3.000 euros. Uno de los más insistentes en cuestión de spam e intercambio de votos. Pero tenía un problema: buena parte de sus contenidos era un cortar y pegar de otros blogs; sin acreditar, sin enlazar, haciendo valer por suyas críticas ajenas. A mí estas cosas me molestan por lo injusto, pero además, es que era divertidísimo jugar a cortar fragmentos al azar, meterlos en el google y descubrir las procedencias. Así que escribí este mensaje en el foro, el aficionado a hacer suyo lo ajeno respondió de manera harto peculiar y, finalmente, se retiró del concurso. Supongo que aporté mi granito de arena (no fui el único, que conste) a que el resultado final no hubiera sido un verdadero escándalo. De nada.
¡Ah!, olvidaba felicitar al ganador en la categoría de Cultura (este año no hay segunda ronda a cargo del jurado): Más cuento que Calleja. Se pasó por aquí a saludar y parecía buena gente.
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