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27.11.08

AGITADORES DE LA AUTOPUBLICACIÓN


Ayer me invitaron a participar en una tertulia radiofónica sobre fanzines (audio aquí), en la que también estaban los responsables de la Fanzinoteca Ambulante, un proyecto de difusión, catalogación y estudio del fenómeno fanzine. Tienen el suyo propio, Minca, cuyo primer número pueden descargar en pdf (en enlace directo a la descarga es este), y es aquí a donde quería llegar pues incluye una muy interesante lectura: Historia de los fanzines, traducción de un texto publicado por Nico Orway en Re-Search.

En realidad, seria más correcto hablar de prehistoria, ya que termina a las puertas de la explosión fanzinera y su objeto de estudio es, en realidad, el fenómeno de la autoedición y el planfleto (en su acepción de "opúsculo de carácter agresivo") desde la invención de la imprenta.

Una de las cosas que me ha llamado la atención son las xilografías autoeditadas por los ranters, radicales extremos de la revuelta Inglaterra del siglo XVII.
"Los Ranters fueron auténticos rebeldes extremistas que ganaron gran notoriedad a partir de 1650. En Londres se contaban por miles. Fueron acusados de predicar la expropiación de los ricos y la propiedad colectiva. También se dijo que creían que en cierto estado de gracia mística era lícito que un hombre cometiera crímenes, incluyendo el asesinato. y que los hombres y las mujeres debían practicar el amor libre, estuvieran o no casados. Se los veía maldecir, fumar y beber en público (…)"
Uno de los panfletos autoeditados y distribuidos por los ranters llevaba, por ejemplo, el maravilloso título
Gangrena o un Catálogo y Desenmascaramiento de Muchos de los Errores, Herejías, Blasfemias y Prácticas Perniciosas de las Sectas de Este Tiempo, en Acción en Inglaterra en los últimos 4 años.
Pero lo que quería realmente destacar es el uso de la narrativa gráfica que ya hacían en 1650 y que pueden ver aquí abajo. No conocía (o no recordaba) su existencia.


Otro fragmento que no podía pasar por alto es la mención a uno de los seres humanos más queridos en esta casa:
Pero más importante (que las pequeñas revista beat) fue el nacimiento, en los ‘50, del auténtico zine: el “fanzine”, inventado por los entusiastas de la ciencia ficción. Su gran impulsor fue Forrest J. Ackerman.
Al hablar de fanzines es habitual acudir antes al punk que a la ciencia-ficción, por eso no está mal destacarlo, además de poner en evidencia, una vez más, el carácter contracultural de una parte de la ciencia-ficción, que iba de la mano con la gestación del underground. Eso sí, el texto continúa con una idea que no acaba de convencerme, al menos desde una perspectiva española del asunto:
Pero los fanzines de ciencia ficción, a pesar de su característica crudeza y su limitada circulación, eran todavía publicaciones dedicadas principalmente a difundir las películas y los escritores favoritos de sus editores más que a expresar sus propias aventuras intelectuales. En este sentido, los zines de hoy en día, típicamente focalizados en conceptos, rumores, modas pasajeras, etc., tienen más en común con las “pequeñas revistas” mimeografiadas de la escena poética beat.
Como ven, una lectura más que interesante. Por cierto, desconozco si alguien ha publicado en algún lugar una historia del fanzine español o similar. Si lo saben, no duden en informar al respecto.

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