PRESIDENTIAL POP (VII): REAGAN Y LA KGBESTIA

En los números 417 a 420 de Batman (marzo a junio de 1988) se desarrolló la saga Las diez noches de la bestia, a cargo de Jim Starlin y Jim Aparo. En esta saga se presentaba un villano de corte entéramente político: la KGBestia, un agente de la KGB que, a su vez, pertenecía a El Martillo, una organización secreta dentro de la agencia de inteligencia soviética. Con la llegada de Gorbachov al poder El Matillo se disuelve por orden del mandatario. La KGBestia, descontento con la Glásnost y la Perestroika, viaja a los EEUU para asesinar a todos los implicados en la Iniciativa de Defensa Estratégica, el proyecto militar popularmente conocido como Guerra de las Galaxias. Obviamente, el poder más alto de decisión es el presidente, Ronald Reagan, por lo que la KGBestia intenta atentar contra él. Afortunadamente Batman está al quite.

Una vez salvada la vida del presidente, y salvada también su inicial desconfianza (ese "Debo suponer que estoy secuestrado" es una pequeña maravilla), El Hombre Murciélago es invitado a participar en la reunión destinada a evitar nuevos atentados.



Batman, un justiciero al margen de la ley, se ha ganado la confianza de Reagan. No me negarán que resulta coherente con la idea pOp del reaganismo, ya vista en los Reagan's Raiders. Aún así, la KGBestia está muy cerca de conseguir su objetivo.

¡Le ha llamado viejo imbécil!

Por suerte, no hay nada como un batdardo para arreglar el problema. Al margen de la resolución de la historia, creo que flota en toda esta secuencia el recuerdo del atentado sufrido en 1981; he incluso diría más: se trata de una recreación (pop y de derribo) del magnicidio retransmitido por televisión (JFK, Robert Kennedy, Gerald Ford en dos ocasiones, un Reagan elegido un año acabado en 0). Demasiadas ocasiones para que la impronta no se traslade al insconsciente colectivo y se transmita en los tebeos. La única diferencia, y en realidad el meollo del asunto, está en que en la ficción el enemigo viene de fuera y en la realidad es interior. Así que si le damos la vuelta al calcetín descubriremos que, en realidad, Batman siempre estará más cerca de cometer un magnicidio que la KGBestia.