El tebeo, creado por Rick Buckler, tiene un evidente tono paródico, pero aún así sorprende por concentrar, en una sóla idea, la influencia del mandato Reagan en la cultura pOp. Desde ese punto de vista resulta claramente adelantado a su tiempo: cinco años más tarde los tebeos norteamericanos se llenaron de esteriodes, metralletas y dientes apretados.
Los tentáculos de la Organización Mundial del Terrorismo se expanden y el gobierno de los EEUU debe tomar cartas en el asunto. Como ven, la era de Bush Jr puede considerarse un mal dejà vú. O incluso una explotación de bajo presupuesto de un tebeo de la era Reagan.
Las razones de Reagan para luchar contra el terrorismo tienen bases sólidas: su hijo el bailarín está aterrorizado con sólo pensar que tiene que viajar hasta Berlín para un recital de danza.
"Todos sabemos qué paso en Chernobyl, camaradas, pero eso sólo fue una prueba de mi teoría de la expansión nuclear dinámica y el porcentaje de destrucción. Nuestro experimento será históricamente recordado junto con el noble trabajo de Attila o Hitler".
En el tercer y último número los Reagan's Raiders viajarán al Vietnam para rescatar a dos prisioneros del Vietcong: Rhombo y Schwartzenheimer. Como ven, el pOp presidencial puede mostrarse bizarramente extremo sin perder sentido del humor.
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