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19.10.08
ICONO POP COMO ZOMBI DE EXPLOTACIÓN
La explotación de derribo aúna engañifa con envidiable y sana simplicidad. No está para hostias (aunque la película pertenezca al subgénero de las hostias). Buena prueba de ello es Bruce Lee lucha desde su Tumba (Bruce Lee Fights Back From the Grave). El título es pura poesía bé, en especial el internacional inglés. Analicemos los 22 segundos de tutubo:
1- zoom a la (falsa) tumba de Bruce Lee;
2 - rayo tenebroso que corta el cielo seguido de efecto de sonido eléctrico (para hacernos creer que el rayo ha caído sobre el objeto de zoom);
3 - resurrección desde la tierra sepulcral del finado, una de las más veloces de la historia: estas cosas suelen ir poco a poco y con mano saliendo, pero claro, estamos ante... fiu fiu... Bruce Lee, elemento diferencial que se antepone a la tradicional lentitud del muerto viviente porque dos más dos son cuatro;
4 - título del filme, que como dije antes es pura poesía;
5 - imágen estática del cartel de la película (con, de nuevo, sonidos eléctricos de fondo), un recurso muy poco habitual (el cartel, además, merece comentario propio un poco más abajo) que resulta llamativo por su ruda simpleza;
6 - plano de avión aterrizando con cambio brusco de la banda sonora (un trhiller funk mangado de cualquier otro filme), hace evidente el pegote pero eso da lo mismo: en realidad la engañifa no engaña;
7 - para remarcar la anterior afirmación, la siguiente secuencia (no incluida en el fragmento) nos revela la verdad al mismo tiempo que destrempa:
Dudo que alguien tuviera la esperanza de que Bruce Lee regresara de la tumba para protagonizar un nuevo (y esperado) filme. En realidad tenemos a uno de sus clones más sosos, Bruce K. L. Lea. Pero mejor pasemos a analizar el fabuloso cartel original.
Un mensaje: "¡No se puede someter a un buen hombre!", un cementerio, Bruce Lee saliendo de su tumba en presta actitud marcial (vamos, a juego con el título), jamona ligera de ropa y un extraño híbrido de murciélago gigante y chino chungo calvo. Si alguien tiene la esperanza de ver aparecer a tamaña criatura durante el metraje, que se vaya olvidando: en realidad se trata de la sublimación de algo que a estas alturas tenemos claro: una de las características de la explotación de derribo es que los carteles son casi siempre mejores que las películas. No puedo dejar de poner en paralelo esta afirmación a otro bastante común: estas películas son mejores contadas que visionadas (cosa que también sucede con el cine de arte y ensayo). La síntesis es mejor que el desarrollo, y si además se colorea con bichos calvos de arriba y peludos de abajo, mejor.
Por cierto, para mayor disfrute y regozijo (con zeta) reciclante, el cartel tiene una inspiración clara y evidente: Annie Christian lo demuestra aquí.
A estas alturas, sin duda una duda nos atenaza: ¿qué hace un Bruce Lee zombi? ¿Muerde a alguien? Pues no. Casi como sucedía en la francesa Les Ravenants, aquí el zombi busca reintegrarse con normalidad en la normalidad, como tomar un avión e irse a buscar a un amigo desaparecido en Los Ángeles. Eso sí, al Bruce Lee zombi le pasarán las cosas que (normalmente) le pasaban al Bruce Lee real, que no podía ni pillar un taxi sin verse metido en un problema.
En realidad, Bruce Lee Fights Back From the Grave es pura engañifa y puro pegote, y al mismo tiempo muestra de la diáfana honradez de toda bruceploitation en su patraña. El 99% del metraje corresponde a una oscura subproducción (posiblemente coreana) titulada The Stranger, comprada de saldo en cualquier mercadillo asiático por un distribuidor europeo que, ante la falta de chicha y consciente de explotar a un muerto, optó por ponerle un título bello a juego con sus intenciones, encargó un cartel espectacular (tanto que hasta lo recicló en el metraje) y una escena inicial que justificara sus mejoras (escena, según la leyenda, rodada por el gran Umberto Lenzi). Un círculo perfecto y un maravilloso ejemplo de la grandeza de la explotación subeística de derribo.
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